Estas líneas no van dedicadas al plantel que está en boca de todos por el reconocido mérito de alzar la Copa. Más bien, este espacio va para quienes considero, son realmente la raíz de este título.
Mi felicitación es para ti, aficionado Tigre, que de pronto, como en una fantasía vives el momento por el que tanto esperaste.
Claro, no estás soñando. Hoy te despiertas como campeón.
Tardaste muchos años en llegar hasta aquí. Fueron tantos que parecían ser eternos. O bien soportaste las décadas que se fueron acumulando, o quizá nunca habías probado esta sensación.
Pero hoy es tuya, y ningún otro aficionado en el país puede presumirla. Se siente bien, ¿no?
Y es en este presente es cuando vale la pena volver atrás. Recordar los momentos en que las cosas no te sonreían. A los días en que parecía que la suerte parecía abandonarte. A los días en que las lágrimas empañaron tus sueños más caros, y por ratos no era sencillo portar esta playera. Repasar el tiempo en que suplicabas por un cambio que pusiera a tu equipo en otra realidad como la que hoy acaricias.
Se burlaban de ti por la ausencia de gloria ¿Te acuerdas?
Pero nunca te fuiste. Pudiste sorprender estando siempre presente. Tuviste el carácter para ser más auténtico, incluso, que muchos de los que defendían tu emblema en el campo. Te mostraste orgulloso en la adversidad, y hoy tienes el premio a eso. Eres la esencia de tus colores.
Claro, era normal, diste tumbos, cometiste errores y por momentos tu pasión se desbordó en cosas negativas. Pero hoy, en un solo momento, eso queda atrás. Y este momento parece pagar todo lo que sufriste con tal de pronunciar esa palabra tan preciada: campeón.
Sabes, creo que esta felicidad va a producir un cambio en ti. Estás invitado a volverte un aficionado de otra materia. Un aficionado que no sólo sabe aguantar a pie firme, sino que tendrá la madurez para exigir y apoyar por más. Alguien que puede elegir en gastar sus energías en devolver las burlas, o capitalizarlas en saborear el instante. En alguien que puede cobrar humildad más allá de las tentaciones que implica el éxito.
Ya aguantaste lo malo sin escapar. Ahora te toca que sea constante y dar testimonio de tu nivel.
En lo personal me gustó ese gesto que tuviste de aplaudirle al Santos camino al vestidor con el trofeo de subcampeón. Lo hiciste tímidamente, pero habló muy bien de ti. A eso me refiero. Tú eres más grande que este triunfo.
Y hoy te toca formar un criterio. Con tus actitudes le darás sentido a esta conquista. Por favor, date cuenta de todo el mérito que tienes en que esto pase. Y de ti dependerá en gran medida que no vuelvan a transcurrir tres décadas sin volver a vivirla.
Recuerda, el próximo mes de mayo este triunfo empezará a ser parte de la historia. Pero hoy, más allá de lo que hagas en tu semestre en el trono, tienes el rey en tus manos.
Disfrútalo, amigo aficionado tigre, porque para mí, eres la raíz de esto.
Sí. Disfrútalo, campeón.
Mi felicitación es para ti, aficionado Tigre, que de pronto, como en una fantasía vives el momento por el que tanto esperaste.
Claro, no estás soñando. Hoy te despiertas como campeón.
Tardaste muchos años en llegar hasta aquí. Fueron tantos que parecían ser eternos. O bien soportaste las décadas que se fueron acumulando, o quizá nunca habías probado esta sensación.
Pero hoy es tuya, y ningún otro aficionado en el país puede presumirla. Se siente bien, ¿no?
Y es en este presente es cuando vale la pena volver atrás. Recordar los momentos en que las cosas no te sonreían. A los días en que parecía que la suerte parecía abandonarte. A los días en que las lágrimas empañaron tus sueños más caros, y por ratos no era sencillo portar esta playera. Repasar el tiempo en que suplicabas por un cambio que pusiera a tu equipo en otra realidad como la que hoy acaricias.
Se burlaban de ti por la ausencia de gloria ¿Te acuerdas?
Pero nunca te fuiste. Pudiste sorprender estando siempre presente. Tuviste el carácter para ser más auténtico, incluso, que muchos de los que defendían tu emblema en el campo. Te mostraste orgulloso en la adversidad, y hoy tienes el premio a eso. Eres la esencia de tus colores.
Claro, era normal, diste tumbos, cometiste errores y por momentos tu pasión se desbordó en cosas negativas. Pero hoy, en un solo momento, eso queda atrás. Y este momento parece pagar todo lo que sufriste con tal de pronunciar esa palabra tan preciada: campeón.
Sabes, creo que esta felicidad va a producir un cambio en ti. Estás invitado a volverte un aficionado de otra materia. Un aficionado que no sólo sabe aguantar a pie firme, sino que tendrá la madurez para exigir y apoyar por más. Alguien que puede elegir en gastar sus energías en devolver las burlas, o capitalizarlas en saborear el instante. En alguien que puede cobrar humildad más allá de las tentaciones que implica el éxito.
Ya aguantaste lo malo sin escapar. Ahora te toca que sea constante y dar testimonio de tu nivel.
En lo personal me gustó ese gesto que tuviste de aplaudirle al Santos camino al vestidor con el trofeo de subcampeón. Lo hiciste tímidamente, pero habló muy bien de ti. A eso me refiero. Tú eres más grande que este triunfo.
Y hoy te toca formar un criterio. Con tus actitudes le darás sentido a esta conquista. Por favor, date cuenta de todo el mérito que tienes en que esto pase. Y de ti dependerá en gran medida que no vuelvan a transcurrir tres décadas sin volver a vivirla.
Recuerda, el próximo mes de mayo este triunfo empezará a ser parte de la historia. Pero hoy, más allá de lo que hagas en tu semestre en el trono, tienes el rey en tus manos.
Disfrútalo, amigo aficionado tigre, porque para mí, eres la raíz de esto.
Sí. Disfrútalo, campeón.