En la anterior saga la Ariadne era una chica que había perdido a sus padres y gracias a Joe tenia un hogar ella lo perdió en aquel tren y vio frente a sus ojos a alguien que decía protegerla convertirse en una bestia.
PARA MAS DETALLES DALE CLIC EN LA IMAGEN DE ABAJO ESTA TE LLEVARA A EL CAPITULO FINAL DE LA ANTERIOR SAGA PARA QUE COMPRENDAS UN POCO MAS DE LA ANTERIOR HISTORIA
El viento de aquella mañana de sábado era congelante y el cielo encapotado de nubes llamaba a dormir un poco más, con un poco de soñolencia apretó del despertador, las sabanas se movían de acuerdo a ese cuerpo compungido y aletargado que de apoco se despejaba de las mismas. Este día en si no iba a tener nada de especial, aun así como todos los días se levantó tomando en sus manos aquello que nunca olvidaba llevar en las mañanas, los pasillos cortos fueron realmente simples de pasar, hasta el tranquilo comedor.
Las sillas en su lugar mostraban que nadie había estado ahí desde la noche anterior, quizá su madre no se había levantado para hacer el desayuno, aun así algo no andaba bien en todo aquello, los pies descalzos rosando la alfombra que se extendía por toda la casa sonaban de una forma esponjosa al contacto del piso, pronto invadieron el cuarto de baño recorriéndolo sin más ruido que aquel chirrido en el suelo cada vez que avanzaba, dio la vuelta en la última esquina donde se encontraba la habitación de sus padres al cruzar la puerta lo único que vio no pudo asimilarlo inmediatamente, ropa rasgada y arrojada por todos lados, la cama y las cortinas todas sucias con manchas rojas, los ventanales rebatiéndose en el viento creando un fondo desolador y al parecer el frio se hacía más intenso, cuando intento dar un paso dentro aquella habitación para inocentemente llamar a sus padres, de la entrada un grito proveniente de una mujer irrumpió en el vacío, siendo tan desgarrador y horripilante que solo hizo que se diera la vuelta para ir a la entrada y ver qué era lo que sucedía.
Sus pisadas cada paso parecían tener un crujido más fuerte dando la sensación de que era más llamativo y vacío cada vez. Pronto de la cocina una olla hizo un estrepitoso descenso al suelo, girando rápidamente la cabeza le pareció ver algo y trato de acercarse un poco, cuando estaba a solo pasos de la esquina que llevaba al comedor trato de afinar su voz para poder articular:
- “Mam…….”
Detrás alguien la tomo con fuerza tapándole la boca levantándola en el acto, cargándosela al hombro la hizo rápidamente recorrer los pasillos que había transitado, metiéndola de una manera fuerte al dormitorio de sus padres pudo de más cerca ver la sangre que empañaba por completo la habitación tomándola la bajo, y al fin la miro a la cara era su padre, que por extraño que pareciera solo decía:
- “Todo está bien hija, todo está bien”
Pronto de una esquina de la pared una compuerta se abrió, el padre la bajo inmediatamente metiéndola a ese agujero:
- “No salgas de aquí, OK?”
Pronto un grito a lo lejos hizo eco en toda la casa rápidamente, el padre cerro la compuerta por fuera, solo gritaba y gritaba golpeando desde adentro tenía miedo, mucho miedo, las lagrimas ya no se veían y el sonido era lo único que podía percibir, gritos a lo lejos algunas cosas rompiéndose patadas golpes, choques, se oyeron por un buen rato hasta que perdió el sentido del tiempo; paso aún más tiempo y llego el silencio, ese trance que no supo cómo comenzó o que tan largo fue la oscuridad se había vuelto su realidad por un tiempo que nunca pudo contar.
Quizá pasaron días años o meses, si dormía o soñaba y si estaba despierto, cosas que en si ya habían perdido significado, pero luego de mucha oscuridad vacía, se escuchó a lo lejos murmullos, lo primero que pensó fue que serían producto de su agotada imaginación pues ya su cuerpo estaba débil, pero pronto esos susurros se acercaban haciéndose más legibles y pudo oír lo siguiente:
- “Espero poder encontrar a alguien vivo esta vez”
- “No parece que hubiera nadie”
- “Buscare ahí dentro…”
- “OK”
Sintió un llamado indirecto de parte de esa voz gruesa y entrecortada, golpeo con todo lo que podía y entonces esos murmullos se acercaron aún más pronto crujidos y ruidos dolorosos se sintieron muy cerca, de la nada se abrió una esquina y luego una parte de la madera se rasgó y ese rayo de luz entro en la noche eterna una mano entro y tiro de algo produciendo aún más luz, al verse tan deslumbrada su cuerpo no resistió mas y se desmayó.
Cuando despertó vio una cara morena, un hombre negro con labios gruesos y ojos cafés que destellaban paternidad, al lograr verlo a los ojos el sonrió cerrando los ojos y pregunto:
- “¿Cómo te llamas pequeña?”
- “A…Ariadne”
PROXIMO CAPITULO MUY PRONTO
SI TE GUSTO TE PIDO APOYES EL ENPRENDIMIENTO DIRECTAMENTE HACIENDOLE CLICK ABAJO PARA IR AL POST ORIGINAL
SI QUIERES CONTACTARME