Borges (1899-1986) es uno de los escritores más importantes del siglo XX, no solamente a nivel nacional en Argentina, su país de origen, sino mundialmente. Su obra incluye cuentos, ensayos y poemas. Sus ideas políticas fueron muy polémicas, lo cual se cree que conspiró en contra de que obtuviese el Premio Nobel de Literatura. De todos modos cosechó numerosos premios en el mundo, como el Cervantes en España
A un gato
No son más silenciosos los espejos
Ni más furtiva el alba aventurera;
Eres, bajo la luna, esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
Divino, te buscamos vanamente;
Más remoto que el Ganges y el poniente,
Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano.
Has admitido,
Desde esa eternidad que ya es olvido,
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás.
Eres el dueño
De un ámbito cerrado como un sueño.
Ni más furtiva el alba aventurera;
Eres, bajo la luna, esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
Divino, te buscamos vanamente;
Más remoto que el Ganges y el poniente,
Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano.
Has admitido,
Desde esa eternidad que ya es olvido,
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás.
Eres el dueño
De un ámbito cerrado como un sueño.
Al vino
En el bronce de Homero resplandece tu nombre,
Negro vino que alegras el corazón del hombre.
Siglos de siglos hace que vas de mano en mano
Desde el ritón del griego al cuerno del germano.
En la aurora ya estabas. A las generaciones
Les diste en el camino tu fuego y tus leones.
Junto a aquel otro río de noches y de días
Corre el tuyo que aclaman amigos y alegrías.
Vino que como un Éufrates patriarcal y profundo
Vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo.
En tu cristal que vive nuestros ojos han visto
Una roja metáfora de la sangre de Cristo.
En las arrebatadas estrofas del sufí
Eres la cimitarra, la rosa y el rubí.
Que otros en tu Leteo beban un triste olvido;
Yo busco en ti las fiestas del fervor compartido.
Sésamo con el cual antiguas noches abro
Y en la dura tiniebla, dádiva y candelabro.
Vino del mutuo amor o la roja pelea,
Alguna vez te llamaré. Que así sea.
Negro vino que alegras el corazón del hombre.
Siglos de siglos hace que vas de mano en mano
Desde el ritón del griego al cuerno del germano.
En la aurora ya estabas. A las generaciones
Les diste en el camino tu fuego y tus leones.
Junto a aquel otro río de noches y de días
Corre el tuyo que aclaman amigos y alegrías.
Vino que como un Éufrates patriarcal y profundo
Vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo.
En tu cristal que vive nuestros ojos han visto
Una roja metáfora de la sangre de Cristo.
En las arrebatadas estrofas del sufí
Eres la cimitarra, la rosa y el rubí.
Que otros en tu Leteo beban un triste olvido;
Yo busco en ti las fiestas del fervor compartido.
Sésamo con el cual antiguas noches abro
Y en la dura tiniebla, dádiva y candelabro.
Vino del mutuo amor o la roja pelea,
Alguna vez te llamaré. Que así sea.
Amorosa anticipación
Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
Ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito de niña,
Ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
Serán favor tan misterioso
Como mirar tu sueño implicado
En la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,
Quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
Me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.
Arrojado a quietud,
Divisaré esa playa última de tu ser
Y te veré, por vez primera, quizá,
Como Dios ha de verte,
Desbaratada la ficción del tiempo,
Sin el amor, sin mí.
Ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito de niña,
Ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
Serán favor tan misterioso
Como mirar tu sueño implicado
En la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,
Quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
Me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.
Arrojado a quietud,
Divisaré esa playa última de tu ser
Y te veré, por vez primera, quizá,
Como Dios ha de verte,
Desbaratada la ficción del tiempo,
Sin el amor, sin mí.
Ausencia
Habré de levantar la vasta vida
Que aún ahora es tu espejo:
Cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
Cuántos lugares se han tornado vanos
Y sin sentido, iguales
A luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
Músicas en que siempre me aguardabas,
Palabras de aquel tiempo,
Yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
Para que no vea tu ausencia
Que como un sol terrible, sin ocaso,
Brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
Como la cuerda a la garganta,
El mar al que se hunde.
Que aún ahora es tu espejo:
Cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
Cuántos lugares se han tornado vanos
Y sin sentido, iguales
A luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
Músicas en que siempre me aguardabas,
Palabras de aquel tiempo,
Yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
Para que no vea tu ausencia
Que como un sol terrible, sin ocaso,
Brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
Como la cuerda a la garganta,
El mar al que se hunde.
El amenazado
Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
Hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
La vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó
El áspero norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
Las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
Amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
Intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
Del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
Sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
Memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
Hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
La vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó
El áspero norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
Las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
Amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
Intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
Del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
Sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
Memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Todos los dias 5 poemas cortos de varios autores, nacionales o internacionales
William Shakespeare
Ko Un
Umberto Saba
Vicente Aleixandre
Jose Maria de Heredia
Dante Alighieri
Walt Whitman
Ruben Dario
Pedro Salinas
Ezra Pound
Rafael de Leon
Jack Kerouac
Sylvia Plath
Cesar Simon
Antonio Machado
Horacio Quiroga
Miguel de Cervantes Saavedra
Maria Elena Walsh
Jose Saramago
Johann Wolfgang Von Goethe
Charles Bukowski
H.P Lovecraft
Federico Garcia Lorca
Silvina Ocampo
Oliverio Girondo
Alejandra Pizarnik
Pablo Neruda
Juan Gelman
Julio Cortázar
Jorge Luis Borges
Alfonsina Storni
William Blake
Edgar Allan Poe
Cuentos cortos todos los dias diferentes autores nacionales e internacionales
"El verdugo" de Silvina Ocampo
"Hop-Frog" de Edgar Allan Poe
"La torre de las ratas" de Victor Hugo
"Mañana" de William Faulkner
"El matadero" de Esteban Echeverria
"Esa mujer" de Rodolfo Walsh
"El sátiro sordo" de Ruben Dario
"Hola y adiós" de Ray Bradbury
"La francesa" de Adolfo Bioy Casares
"Asnos estupidos" de Isaac Asimov
"Los Asesinos" de Ernes Hemingway
"La cabeza de mi padre" de Alberto Laiseca
"Diálogo sobre un diálogo" de Jorge Luis Borges
"Tripas" de Chuck Palahniuk
"El Extraño" de H.P. Lovecraft
"La Gallina Degollada" de Horacio Quiroga
"El Corazón Delator" de Edgar Allan Poe
"Las Babas del Diablo" de Julio Cortazar
"15 centímetros" de Charles Bukowski
Saludos y Buen Dia!