La historia de la humanidad está plagada de presidentes, tiranos y dictadores cuyas ideas pueden parecer, cuando menos, peculiares. Como se suele decir, en ocasiones la realidad supera la ficción. Esta aseveración cobra especial relevancia al observar gobernantes que bien podrían haber de salido de un manicomio. Conozcámoslos.
#7 Emperador Norton I
Joshua Abraham Norton Norton se consideraba un nativo de San Francisco, en Norteamérica, que se nombró a sí mismo emperador Norton I de los Estados Unidos y defensor de México. No obstante, era en realidad adinerado británico caído en desgracia que llegó al país en 1849.
Su reinado no oficial se extiende de 1859 a 1880 y fue considerado como un chiste por los periódicos de la época. Aun así, tuvo su propio ropaje y exigía que se le nombrase como «Su Alteza», e incluso lanzó decretos para que se disolviese el corrupto Congreso norteamericano, aunque fue ignorado totalmente, como es imaginable. Sea como fuere, su fama fue tal que más de 30 000 personas fueron a su entierro.
#6 Ibrahim I
Ibrahim I fue un emperador otomano conocido como «El Loco» que gobernó el imperio entre 1640 y 1648. Estaba aquejado de un gran número de enfermedades mentales provocadas por la celda sin ventanas en la que vivió durante buena parte de su juventud.
Estaba obsesionado con la obesidad femenina. Tanto era así que su concubina favorita pesaba casi 160 kilos. También le volvía loco la avaricia, por lo que todos sus súbditos debían ofrecerle riquezas. Y por si fuera poco, era un ser cruel que disfrutaban ejecutando y torturando incluso a sus propios hijos.
#5 Juana la Loca
¿Qué se puede decir de una mujer que pasó a la historia como Juana la Loca? En realidad, la hija de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, no estaba realmente enferma. Su problema surgió de su amor apasionado por su marido, Felipe de Hasburgo, conocido como «El Hermoso», y su fama de mujeriego e infiel. Los celos fueron quienes acabaron con la cordura de la reina, que terminó sus días en un convento. Su vida se alargó durante la primera mitad del siglo XVI.
#4 Jorge III de Inglaterra
Jorge III fue un rey inglés que gobernó de finales del siglo XVIII y comienzos de XIX y que sufrió una grave enfermedad mental en la segunda mitad de su vida. No está confirmado, pero se cree que sus problemas pudieron estar provocados por la porfiria, una cruel afección de la sangre.
Cuando el rey sufría ataques, se dedicaba a insultar, maldecir y humillar a todo el que se cruzase en su camino. Entre sus medidas más peculiares, nombrar a su almohada como la «Princesa Octavia».
#3 Carlos II de España
También desde España nos llega Carlos II, de sobrenombre «El Hechizado». Tras años de malos monarcas cada vez menos capaces, este reinó el imperio entre 1665 y 1700, siendo incapaz de tener descendencia, obsesionado por el sexo pese a su esterilidad, y aquejado de síndrome de Klinefelter, provocado por los matrimonios consanguíneos familiares.
Para tratar de que tuviera descendencia, se probaron todo tipo de métodos con Carlos II, desde la brujería hasta métodos arcaicos de inseminación. No obstante, se le consideraba bajo el influjo de algún diablo o demonio.
#2 Calígula
El emperador romano llamado Calígula gobernó durante los años 37 y 41 un inmenso imperio. No obstante, su salud mental era tan endeble que fue capaz de promulgar leyes como que nadie podía mirarle a la cara bajo pena de muerte, era incestuoso y bisexual, se nombró a sí mismo como semidiós y montaba enormes orgías en palacio.
#1 Yahya Jammeh
Por desgracia, el dictador más delirante y loco de la historia todavía sigue entre nosotros. Se trata de Yahya Jammeh, que se hace llamar «Su Excelencia el Presidente Jeque Profesor Alhaji Doctor Yahya Abdul-Aziz Jemus Junkung Jammeh», y gobierna Gambia tras un golpe de estado en 1994.
Entre los delirios de Jammeh se encuentra su supuesta capacidad para curar enfermedades como el SIDA mediante hierbas silvestres gracias a los conocimientos que el otorga el Dios Supremo.
Según informa el propio gobierno de Gambia, ha curado a 500 enfermos de SIDA y a más de 2700 mujeres estériles, cuyos hijos son bautizados con su nombre. No obstante, nada de esto puede ser corroborado porque el hospital en que trabaja tiene sus puertas cerradas a cal y canto.
También ha exorcizado a más de 1000 embrujados, considera la homosexualidad como un gran mal y dice que su gobierno durará miles de años, así que toca esperar un poco...