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El presidente electo mantendrá el programa oficial pero apunta a reducir costos, eliminar la propaganda política y permitir el ingreso de la privada. Además, podría modificarse el contrato con la AFA.



Hubo siempre una misma idea del líder del PRO respecto del Fútbol Para Todos: debe recibir financiación del sector privado para que los costos no solo dependan de la financiación estatal.

A 15 días de asumir como Presidente, Mauricio Macri planea las primeras medidas de su Gobierno y entre ellas está la situación del Fútbol Para Todos, que deberá resolver en conjunto con el nuevo mandamás de la AFA, que será electo el próximo 3 de diciembre.

El viernes pasado, el representante de Cambiemos se reunió con Marcelo Tinelli, a quien apoya para los comicios de la casa madre del fútbol argentino y le hizo saber sus planes para la institución y el Fútbol Para Todos.

Macri durante la campaña presidencial prometió que el programa va a seguir y lo cumplirá pero habrá cambios. El principal objetivo es reducir el déficit actual y para eso es necesario es conseguir recursos de la publicidad privada.

Según publicó el diario La Nación, expertos de la industria televisiva especulan que el estado podría recaudar cerca de $650 millones en pauta por los partidos de primera división y la B Nacional, bastante lejos de los $1440 millones que en 2015 que desembolsó en la AFA.




Sin embargo, la primera meta del nuevo gobierno nacional a corto plazo no es ganar dinero sino aumentar el profesionalismo y la eficiencia de los recursos. "Sigue el Fútbol Para Todos pero sin política, me voy a meter en que los costos vuelvan a ser lo que eran... el mismo camión de exteriores cuando lo hacía Torneos y Competencia valía 10 pesos, a los 15 días valía 30", repitió durante su campaña el Jefe de Gobierno porteño.

Ese será otro eje, Macri pretende revocar el contrato del Estado con la actual productora encargada de las transmisiones. Además, se eliminará la propaganda política de las transmisiones, una de las banderas que supo levantar el Frente Para la Victoria desde marzo 2010 por decisión de Néstor Kirchner.

Desde la AFA saben que no pueden hacer grandes pedidos por los derechos televisivos, que en 2016 llegarían a los 2400 millones de acuerdo al contrato. Es más incluso podría haber cambios en la cláusula del Básico de Referencia del abono de cable que rige los aumentos y así el Gobierno desembolsaría menos dinero.

El actual contrato rige hasta 2019 y el propio Tinelli tiene también pensados algunas modificaciones para renegociar el contrato televisivo con el Gobierno y sumarle publicidad privada, sin cambiar la oferta gratuita para el televidente que rige en la actualidad pero con otro tipo de pantalla, tanto desde la técnica como del plantel periodístico.