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BOSTON (AP).- La Universidad de Harvard es sinónimo de prestigio y privilegio, al ofrecer una educación que consistentemente es considerada una de las mejores del planeta. Su tradicional equipo de debate fue campeón mundial en 2014 y este año ganó el torneo de Estados Unidos, pero el mes pasado fue derrotado por los adversarios menos pensados: un grupo de presidiarios de una cárcel de máxima seguridad.

La competencia tuvo lugar en Napanoch, al este de Nueva York y a 260 kilómetros de Cambridge, donde está Harvard, a mediados de septiembre. El resultado recién se conoció anteayer.

Los presos tuvieron que defender la posición de que las escuelas públicas deberían rechazar a estudiantes cuyos padres son inmigrantes ilegales, y escuchar después la respuesta de Harvard. Un panel de jueces neutrales le dio la victoria a Napanoch.
Pero no fue un caso aislado: el equipo de la correccional toma cursos dictados por Bard College, otra institución de mucho prestigio, y ya le ganó a la Academia Militar de West Point y a la Universidad de Vermont.