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Los egipcios fueron la civilización más avanzada del mundo durante mucho tiempo: entre griegos, persas y otros extranjeros, la cultura se nutrió de todos los saberes de la antigüedad. Las mujeres tenían más libertades comparadas con otras sociedades en su tiempo, mientras los avances en medicina detectaban enfermedades como el cáncer y practicaban cirugías exitosas. En la cultura, existía un gran respeto por todos los animales al considerarlos seres divinos en conexión íntima con los dioses y las mascotas eran cuidadas por todas las familias, especialmente los gatos.

¿Cuáles eran los métodos anticonceptivos? ¿Por qué los egipcios no tenían cabello y creían en la menstruación masculina? ¿Por qué representaban a los faraones musculosos si eran obesos? La respuesta a estas intrigantes preguntas puede ser más asquerosa de lo que crees:


Anticonceptivos




La contracepción era un tema prioritario en Egipto y los primeros conocimientos en medicina llevaron a experimentar con métodos muy peculiares. Mientras las mujeres preparaban una mezcla de excremento de cocodrilo con plantas que vertían al interior del útero, los hombres untaban aceite de cebolla en el pene antes de tener sexo.





La miel





La vida al curso del Nilo nunca fue fácil. A pesar de todas las bondades de la tierra donde se establecieron los egipcios, el calor y la humedad constante sin las medidas sanitarias adecuadas provocaban frecuentes invasiones de mangostas, moscas, mosquitos y toda clase de insectos. El Faraón Pepy II utilizó la miel, ingrediente favorito de la civilización egipcia, para librarse de las plagas; a donde quiera que iba, llevaba consigo a una decena de esclavos que se untaban miel por todo el cuerpo y se ubicaban a una distancia razonable de él para atraer a los insectos sin que molestaran al gobernante.





Plaga de Piojos




En los bajorrelieves, petroglifos y tumbas, los egipcios aparecen con un una característica común: no tienen cabello. No se trataba de una moda ni la imposición de algún faraón, sino de una medida de higiene contra los piojos, una plaga recurrente en aquellos tiempos. Hombres y mujeres renunciaban a su cabello y preferían afeitar su cráneo por completo antes de sufrir las molestias de la invasión del parásito.




Obesidad mórbida





Los faraones y la clase dominante egipcia aparecen en el imaginario colectivo con un cuerpo bronceado, espigado, atlético y musculoso que para muchos resulta atractivo; sin embargo, se trata de una ficción alimentada por los mismos gobernantes, que exigían representaciones ideales de su físico. En realidad, los faraones seguían una dieta desproporcionada en proteínas y grasas servidas en hasta cuatro banquetes diarios, motivo por el que sus cuerpos embalsamados presentan obesidad mórbida.





Gatos embalsamados




Desde los albores de la cultura egipcia, los animales eran considerados seres sagrados que debían ser respetados porque ocupaban un sitio especial dentro del cosmos y como tal eran tratados. Las principales deidades egipcias tomaron formas animales con rasgos humanos y una de las especies más significativas fueron los gatos. El culto a la diosa Bastet, representada como un felino doméstico, provocó la aparición de cementerios y momias gatunas, que eran conservadas con especial cuidado y reveladas cada determinado tiempo.





Pruebas de embarazo






Entre todos los conocimientos primarios que se acumularon en el Antiguo Egipto, la concepción del embarazo y sus causas eran bien sabidas por la población en general, pero cuando existía duda acerca del estado obstétrico de una mujer, se realizaba una prueba acercando una mezcla de cerveza y dátiles con un olor desagradable a la sospechosa de estar encinta. Si vomitaba, se consideraba positiva. La nula tolerancia a los olores fuertes es un indicador del embarazo que la ciencia confirmó siglos después.






Los laxantes





Una de las soluciones más comunes para la obesidad y enfermedad era el uso de laxantes. Al menos tres veces por mes, la mayoría de los egipcios utilizaban algún tipo de aceite para evacuar todo lo que consideraban impuro en su cuerpo. La medicina también aprobaba esta práctica y consideraba que debía realizarse con frecuencia para expulsar todo lo que hace daño y mantenerse sano.





Menstruación masculina





Una de las enfermedades más frecuentes en el delta del Nilo fue la esquistosomiasis, una infección parasitaria aguda provocada por el contacto de las heces fecales con los alimentos y el agua dulce. Uno de sus principales síntomas es el sangrado en la orina y los egipcios solían confundir a la enfermedad con un proceso natural, tal como ocurre con la menstruación.





Necrofilia





Después de un par de días de duelo, los sacerdotes permitían el embalsamiento de los cadáveres, pero los egipcios tenían especial atención de los restos de las mujeres más atractivas, pues estaba documentado que tanto sacerdotes como miembros lejanos de la familia, solían tomar el cuerpo en descomposición y tener prácticas sexuales con él. A partir de entonces, los familiares y otros guardias velaban a las muertas para evitar la necrofilia.






Aborto





A pesar de que se trataba de una práctica mal vista y condenada por distintos faraones, el aborto fue estudiado desde horizontes médicos descritos en los papiros más antiguos de la civilización. El proceso de interrupción del embarazo se llevaba a cabo con lavados de aceite hirviendo, que desprendían al feto durante las primeras semanas hasta que se consideraba exitoso.