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Los hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, son hongos que contienen sustancias psicoactivas como la psilocibina, la psilocina y la baeocistina. Existen varios géneros y más de 200 especies que contienen estas sustancias. Los géneros son, entre otros: Agrocybe, Conocybe, Copelandia, Galerina, Gerronema, Gymnopilus, Hypholoma, Inocybe, Mycena, Panaeolus, Pluteus y, sobre todo, Psilocybe, género este último al que pertenecen la mayor parte de las especies que contienen estas sustancias. Hay quien los usa como una droga alternativa. Es necesario tener la precaución de no confundirlos con setas venenosas. La mayoría de las especies (53) se encuentran en México (por ejemplo, en San José del Pacífico, en la región montañosa de la Sierra Madre del Sur, entre la capital del estado de Oaxaca y el océano Pacífico), las demás están distribuidas en los Estados Unidos y Canadá (22), Europa (16), Asia (15), África (4) y Australia y las islas cercanas (19). En general, las especies de hongos que contienen psilocibina muestran esporas oscuras, láminas y crecen en prados y bosques subtropicales y tropicales, generalmente en suelos ricos en humus y en detritos vegetales. En la actualidad, algunos grupos en la zona que abarca del centro de México hasta Oaxaca siguen usando este tipo de hongos: grupos de nahuas, mixtecos, mixes, mazatecos y zapotecos, entre otros. Un personaje importante en la historia del uso medicinal de los hongos fue María Sabina.




Efectos


El efecto de los hongos alucinógenos se debe a dos alcaloides que son los principales activos que producen los estados alucinatorios:

Psilocina
psilocibina
Ésta segunda es la más potente en los hongos; además de la que se encuentra en mayor cantidad.

Los hongos alucinógenos son sustancias “liberadoras” de la mente y el espíritu. Más que ninguna droga, ha llevado al individuo a sus límites de sensibilidad y conciencia.

Sus efectos psicoactivos son difíciles de manejar, así como ubicarlos en el lugar exacto en el que se producen.

Los efectos de los hongos alucinógenos varían según a dosis, el ambiente, la fisiología particular del individuo (peso y tolerancia a cualquier sustancia extraña al organismo) y a la disposición psicológica del individuo (su estado de ánimo, personalidad, biografía, etc.).

Las sustancias alucinógenas sólo son desencadenantes catalizadores o agentes facilitadores de experiencias psicodélicas o alucinógenas, que pueden presentarse de manera gradual o de diferentes intensidades.

Los hongos alucinógenos actúan sobre el sistema nervioso central. Donde el cuerpo deja de pertenecerse para sufrir una extrapolación de su personalidad. Todos los sentidos (auditivo, visual, olfativo, del gusto y del tacto) sufren alteraciones de percepción que provocan experiencias extraordinarias.

Algunos científicos han relacionado los efectos de los hongos con los de la embriaguez y similares a los del LSD.

Los efectos de la sustancia son físicos, psicológicos y psicosomáticos:
  • Físicos:
  • Aumento de pulso de la presión arterial
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Aumento de la temperatura corporal
  • Aumento en la salivación
  • Palidez
  • Náuseas
  • Temblores en las extremidades
  • Estremecimiento
  • Escalofríos
  • Respiración arrítmica
  • Dilatación de las pupilas
  • Psicológicos:
  • Alucinaciones
  • Ilusiones
  • Colores se avivan
  • Objetos se mueven y deforman
  • Se ven manchas
  • Destellos de luz
  • Formas caleidoscópicas (que cambian continuamente)
  • Los cinco sentidos se agudizan
  • Cambios emocionales
  • Rápido flujo de ideas
  • Pérdida del sentido de tiempo y espacio
  • Se experimentan estados eufóricos
  • Psicosomáticos:
  • Permiten expandir o ampliar el contenido psíquico del individuo
  • Provocan una percepción subjetiva de la realidad
  • Recrean un mundo inexistente (que pertenece al pasado y presente de la persona)
  • Es difícil que el pensamiento fije su atención en un tema en particular
  • Se presenta falta de concentración en momentos específicos del “viaje”

Los efectos somáticos son pues, conocimiento y exploración psicológica y espiritual revestidos de un complejo cultural.

No todos los hongos alucinógenos provocan los mismo efectos, cada uno potencializa diferentes niveles en la mente y el espíritu.

Los efectos psicosomáticos alteran el funcionamiento del organismo durante y después de su consumo. Pueden proporcionar un amplio espectro de experiencias; desde aquellas que son confortables y maravillosas, hasta vivencias aterradoras.

(La duración de los efectos de los hongos varía según la dosis).

Una vez que se han pasado los efectos alucinógenos, se presentan sensaciones de ansiedad.

Algunas otras investigaciones señalan que se puede llegar a la dependencia psicológica de los hongos o a la tolerancia de sus efectos.

Riesgos


Los posibles riesgos asociados al consumo de estas sustancias son parecidas a los del LSD; es decir, son más psicológicos que físicos.

Entre los riesgos que desencadenan estos hongos, se encuentra la posibilidad de experimentar reacciones de ansiedad desmesurada, confusión y agresión después de su consumo. Y se supone que la potente mezcla de psicoactivos provocaba algún tipo de catarsis.

También en algunas personas, su consumo podría llegar a intensificar o exacerbar trastornos psicológicos subyacentes (como el suicidio).

Aunque como ya se había comentado, los hongos no producen una dependencia física, puede ocurrir una serie de reacciones adversas si el consumidor utiliza una dosis mayor de la que psicológicamente puede soportar y/o manejar.

Después de varios consumos de los hongos se vuelven comunes las perturbaciones de la conciencia y malestares físicos constantes. Se adquieren momentos angustiantes continuos, crisis emocionales, falta de concentración, reacciones de contradicción, temor, cambios radicales de humor, crisis de hilaridad inmotivada, falta o pérdida de memoria, un mayor efecto de despersonalización, entre muchos otros síntomas.

Además ni los hongos ni sus alcaloides generan tolerancia si la ingestión se realiza con intervalos mayores a los tres días consecutivos.

Para las sobredosis con hongos psilocibes se recomienda inducir al vómito e ingerir jugos fortificados con glucosa. O de ser verdaderamente necesario, recurrir a la administración de algún antipsicótico.

Hay varias clases de hongos venenosos parecidos a los psilocibes cuya ingestión pueden tener consecuencias fatales. Como lo son las especies más peligrosas de todas: la Amanita phalloides, A. verna, A. virosa que contienen amanitina (una potente toxina) las cuales al ingerirse aunque sea en una pequeña dosis ocasionan un gran envenenamiento o la muerte instantánea en la mayoría de los casos. Los síntomas del envenenamiento con este tipo de hongos se presentan en lapsos tardíos: de 6 a 24 horas comenzando con cólicos abdominales graves hasta signos de lesión cerebral con convulsiones. Y con los de la A. phalloides se presentan hasta 2 o 3 días después.

Las Amanitas son las causantes del 95% de las muertes por envenenamiento de hongos.









Stropharia Cubensis:

La stropharia cubensis, es un hongo de la familia de las stropharias, parece ser la única stropharia que tiene efectos psicotrópicos, aparentemente no es muy apreciada, ya que gastronómicamente no es sabrosa, aunque en el ámbito del consumo como psicotrópico sí es una de las más potentes; originariamente se descubrió en la isla de Cuba, de ahí el nombre de cubensis, puede crecer de forma silvestre en varios puntos y regiones de Asia, Europa y América.


Anteriormente se le denominaba psilocibe cubensis.
Los principales componentes que contiene y que son los que le proporcionan el efecto psicotrópico son la psilocina y la psilocibina, compuestos que se encuentran dentro de las triptaminas y están incluidas en la lista I como sustancias psicotrópicas ilegales y sometidas a fiscalización internacional.

Efectos buscados

Con este tipo de hongos se busca el tener una experiencia que altere la percepción sensorial y alterar el estado de conciencia, buscando un efecto placentero y de relajación, incluso en algunos casos cerca de la disociación entre el cuerpo y la mente.

Efectos secundarios

Puede que la experiencia lleve a una euforia excesiva o a un aplanamiento físico no buscado. También puede presentar dolor de cabeza al día siguiente o dificultad de conciliar el sueño después del consumo, debido al efecto estimulante de la psilocibina.

Forma de consumo

Todos los hongos presentan un porcentaje muy elevado de agua, rondando el 90%, por lo que el consumo, si se desea conseguir los efectos psicotrópicos debe ser secado y deshidratado, de esta forma se elimina el agua y se queda la sustancia activa. Las dosis recomendadas no son altas, para este hongo son entre 1 gr. y 3 gr. sería una dosis media- baja y entre 5 y 7 gr. es una dosis alta.

Los efectos duran como máximo cuatro horas y empieza a producirse a los 35 minutos aproximadamente.


Forma de adquisición y legalidad o ilegalidad

Estos hongos pueden presentarse de diferentes formas, bien el hongo fresco, el hongo seco o las esporas.

Si es en esporas no se han presentado aún los componentes activos, con lo cual es difícil la inclusión de este producto dentro de las sustancias ilegales, pero podría ser tratado como facilitador o incitador del cultivo de sustancias ilegales.

En el caso de venderlo como hongo fresco o en seco ya aparecen los componentes prohibidos, y se contemplaría como una sustancia ilegal.

Estas normas rigen en toda Europa. Sin embargo, en Estados Unidos la ley es más amplia prohibiendo incluso el comercio de las esporas.

Recomendaciones

Si se produce una sobredosis o sobreingesta de este tipo de hongos lo más recomendable es ir al centro de salud más cercano, su toxicidad no llega a ser venenosa ni mortal, pero puede producir sobreexcitación, nerviosismo e irritabilidad.

También se recomienda consumirlo, como en todas las sustancias que producen alteraciones de la percepción y de la conciencia, acompañado por una persona de confianza, y en muchos casos es necesario una introducción al tema de los hongos por parte de algún entendido o un libro, para habituar la mente, porque puede producir ataques de pánico al no poder controlar lo que está sucediendo.