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El insólito BCRA: Vanoli, Álvarez Agis, Kicillof, un Caniche Toy y los Totora


Las arcas del Banco Central están en baja y todo lo que pasó este año es digno de un libro.



El Ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, tomó, literalmente, el Banco Central de la República Argentina. No hay decisión ni movimiento que no pase por sus manos. Y para eso tiene a su mano derecha ejecutora, Emmanuel Álvarez Agis, su vice, quien concurre diariamente al banco y está en todas las reuniones de directorio, que son los días jueves.

En este tiempo el Banco Central se convirtió en un verdadero paso de comedia. Alejandro Vanoli, el presidente, se transformó en una especie de "alcahuete" de Kicillof, según cuentan los empleados de años trabajando ahí, y "ni al baño va sin pedir permiso".



Eso le dio a Vanoli ciertas libertades, que durante meses fueron tomadas primero con sorpresa, luego con humor y más tarde con indignación. El presidente del BCRA no iba solo a trabajar, lo acompañó durante bastante tiempo "Sam". ¿Quién es Sam? Un perrito Caniche Toy blanco, que solía pasear por la sala contigua al despacho del presidente.

El Caniche Toy en cuestión no era de lo más educado y no tenía retención de líquidos. Su suerte yendo al BCRA terminó el día que en plena reunión con agentes extranjeros le saltó a la falta a una importante empresaria francesa. Desde ese día no fue más y se desconoce su paradero.

Sin embargo, lo del Caniche Toy no es lo más grave, claro está. "No hay un peso, sólo papeles que no sirven para nada y los chicos de La Cámpora que entraron acá a cumplir cargos gerenciales destratan a la gente. Ni hablar de Agis, que entra cuál estrella de rock, dando órdenes, inclusive a personal de limpieza", le contó a ARG un empleado de años en el banco.

Se desconoce por estas horas con qué reservas cuenta el Banco Central pero se sabe que tiene cerca de mil empleados, muchos de los cuales ingresaron sin tener conocimientos bancarios. Para ellos ser apadrinados por Kicillof fue suficiente.

En medio de ese contexto el Directorio del Banco Central, junto a Kicillof y Agis, armaron la fiesta de fin de año, que será a todo trapo. Están invitados todos los empleados y unos 500 más extras, llegando así a un total de 1500 participantes.



Como el país está todo diez puntos, en el BCRA de Vanoli y Kicillof tiran la casa por la ventana y como fin de fiesta no habrá una pata de ternera o pizza con cerveza, sino que tocarán una de las bandas del momento: Los Totora. Para muchos será una fiesta de despedida que, obviamente, pagarán durante muchos años todos los argentinos.