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Hola gente de Taringa!. El presente post fue realizado con un fin SERIO y de carácter INSTRUCTIVO 

Los comentarios fuera de lugar serán eliminados.  



Hoy les traigo el inciso "Acerca de la oración" de el capítulo II (Libro Tercero) de El Libro de los Espíritus 

El mismo trata acerca de la efectividad de la oración hacia Dios y hacia otros espíritus.


Es un post rápido de leer, pero muy interesante.













Resalté en negrita los puntos más importantes a mi parecer.   

Antes, si no tenés idea de que te estoy hablando, pasá por éste otropost:   

http://www.taringa.net/posts/offtopic/19015995/Espiritismo-Esto-va-a-cambiar-tu-vida.html   


Este libro se puede descargar en formato pdf en la página de la Confederación Espiritista Argentina, en la pestaña Biblioteca Virtual.   










658. La oración, ¿es grata a Dios?
 
“La oración siempre es grata a Dios cuando ha sido dictada por el corazón, pues la intención lo es todo para Él. La oración del corazón es preferible a la que puedes leer, por bella que esta sea, si lo haces más con los labios que con el pensamiento. La oración es grata a Dios cuando se dice con fe, fervor y sinceridad. Con todo, no creas que Él se conmueve con la oración del hombre vano, orgulloso y egoísta, a menos que se trate de un acto de sincero arrepentimiento y de verdadera humildad.”
 

 
659. ¿Cuál es el carácter general de la oración?
 
“La oración es un acto de adoración. Orar a Dios es pensaren Él, acercarse a Él, ponerse en comunicación con Él. Mediante la oración se pueden hacer tres cosas: alabar, pedir y agradecer.”
 
 
660. La oración, ¿hace mejor al hombre?
 
, porque el que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía Espíritus buenos para que lo asistan. Esa es una ayuda que nunca se niega cuando es pedida con sinceridad.”
 
 
[660a] - ¿Cómo se explica que algunas personas que oran mucho tengan, a pesar de eso, muy mal carácter; sean celosas, envidiosas, poco afables; carezcan de benevolencia e indulgencia; y que a veces incluso sean viciosas?
 
Lo esencial no es orar mucho, sino hacerlo bien. Esas personas creen que todo el mérito radica en la extensión de la plegaria, y cierran los ojos ante sus propios defectos. La oración es para ellas una ocupación, una manera de pasar el tiempo, pero no un estudio de sí mismas. Lo ineficaz no es el remedio, sino el modo como se lo administra.”
 
 
661. ¿Podemos rogar a Dios el perdón de nuestras faltas y que nos lo conceda?
 
“Dios sabe discernir el bien del mal. La oración no oculta las faltas. El que pide a Dios el perdón de sus faltas sólo lo obtiene si cambia de conducta. Las buenas acciones son la mejor de las plegarias, porque los hechos valen más que las palabras.”
 
 
662. ¿Se puede orar por otros y obtener buenos resultados?
 
“El Espíritu del que ora actúa mediante su voluntad de hacer el bien. Con la plegaria atrae hacia sí a los Espíritus buenos, quienes se asocian al bien que quiere hacer.”
 
Poseemos en nosotros mismos, mediante el pensamiento y la voluntad, un poder de acción que se extiende mucho más allá de los límites de nuestra esfera corporal. La oración por los otros es un acto de esa voluntad. Si es fervorosa y sincera, puede llamar a los Espíritus buenos para que acudan en ayuda de aquel por quien oramos, a fin de que le sugieran buenos pensamientos y le den la fuerza que necesita para su cuerpo y su alma. No obstante, también en este caso la plegaria del corazón lo es todo, pues la de los labios no vale nada.

 
 
663. Las oraciones que hacemos por nosotros mismos, ¿pueden cambiar la naturaleza de nuestras pruebas y desviar su curso?
 
Vuestras pruebas están en manos de Dios, y las hay que debéis sufrirlas hasta el final. Sin embargo, en ese caso, Dios siempre toma en cuenta la resignación. La oración atrae hacia vosotros a los Espíritus buenos, quienes os dan fuerza para soportar esas pruebas con valor, y así os parecen menos duras. Ya lo hemos dicho: la oración nunca es inútil cuando está bien hecha, porque da fuerza, lo cual es de por sí un gran resultado. Ya lo sabes: ayúdate, que el Cielo te ayudará. Por otra parte, Dios no puede cambiar el orden de la naturaleza conforme al capricho de cada uno, porque lo que es un gran mal desde vuestro mezquino punto de vista y desde el de vuestra vida efímera, suele ser un gran bien en el orden general del universo. Además, ¡cuántos males hay cuyo autor es el propio hombre, a causa de su imprevisión o de sus faltas! El hombre es castigado por donde pecó. No obstante, los pedidos justos son satisfechos con más frecuencia de lo que pensáis. Creéis que Dios no os ha escuchado porque no ha hecho un milagro para vosotros, mientras que Él os asiste por medios tan naturales que os parecen un efecto del acaso o de la fuerza de las circunstancias. Muchas veces, también, incluso la mayoría de las veces, Dios os sugiere la idea necesaria para que vosotros mismos superéis la dificultad.”
 
 
664. ¿Es útil orar por los muertos y por los Espíritus que sufren? En ese caso, ¿de qué modo nuestras oraciones pueden suministrarles alivio y abreviar sus padecimientos? ¿Tienen ellas el poder de hacer más leve el peso de la justicia de Dios?
 
La oración no puede producir el efecto de cambiar los designios de Dios. No obstante, el alma por la cual se ora experimenta alivio, porque la oración es un testimonio de interés que se le brinda. El desdichado siempre siente alivio cuando encuentra almas caritativas que se compadecen de sus dolores. Por otra parte, mediante la oración se lo estimula al arrepentimiento y al deseo de hacer lo necesario para llegar a ser feliz. En ese sentido se puede abreviar su pena, si de su parte coopera con buena voluntad. Ese deseo de mejorar, estimulado por la oración, atrae junto al Espíritu que sufre a Espíritus mejores, que acuden a instruirlo, consolarlo y darle esperanzas. Jesús oraba por las ovejas descarriadas. De ese modo os muestra que seréis culpables si vosotros no oráis por aquellos que están más necesitados.”
 
 
665. ¿Qué pensar de la opinión que rechaza la oración por los muertos debido a que no está prescrita en los Evangelios?

“Cristo dijo a los hombres: Amaos los unos a los otros. Esa recomendación incluye la de emplear todos los medios posibles para testimoniarles afecto, sin que por eso se entre en detalle alguno acerca de la manera de alcanzar ese objetivo. Si bien es cierto que nada puede desviar al Creador de la aplicación de la justicia -cuyo ejemplo es Él mismo- a todas la acciones del Espíritu, no es menos cierto que la oración que dirigís hacia Él en favor de aquel que os inspira afecto, constituye para este un testimonio de recordación que sólo puede contribuir a aligerar sus padecimientos y a consolarlo. Tan pronto como dé muestras de un mínimo arrepentimiento, y solamente en ese caso, será socorrido. Con todo, nunca se le deja ignorar que un alma simpática se ocupó de él, y le queda la grata idea de que la intercesión de esa alma le ha sido útil. De ahí resulta necesariamente, de su parte, un sentimiento de gratitud y de afecto hacia aquel que le ha dado esa prueba de cariño o piedad. Por consiguiente, el amor que Cristo recomendaba a los hombres no ha hecho más que aumentar entre esos dos seres. Ambos obedecieron, pues, a la ley de amor y de unión de todos los seres, ley divina que debe conducir a la unidad: objetivo y finalidad del Espíritu.”
 
 
666. ¿Podemos orar a los Espíritus?

“Podéis orar a los Espíritus buenos en su condición de mensajeros de Dios y ejecutores de sus designios. No obstante, su poder se corresponde con su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace. De ahí que las oraciones que se dirigen a los Espíritus sólo son eficaces si Dios las acepta.”