Existe un tercer grupo de entes a los que considero mas peligrosos, estas entidades mas “refinadas” y exquisitas en sus gustos alimenticios, debido quizá a una evolución en su conciencia o quizá debe ser que con el tiempo, fueron prefiriendo otras energías mas poderosas con las que satisfacerse, mas incluso que el miedo o la ira y requieren un esfuerzo mayor por nuestra parte y una infraestructura o al menos un método mas sibilino para adquirir su fruto y no es otro que la devoción. Estos entes se mostraran a ciertos iluminados en distintas formas, Ángeles, Santos o Vírgenes (apariciones Marianas), esta ultima es la opción mas común y la mas extendida, también han puesto muy en boga el fenómeno extraterrestre haciéndose pasar por entidades de luz o comandantes de federaciones estelares.
Suelen mostrarse a personas de poca cultura, personas que no tienen el suficiente bagaje para someter al análisis crítico el fenómeno que les sucede, una vez captado el sujeto se le hará saber, que se encuentra ante una deidad sea esta cual sea y se le hará portador de un mensaje profético el cual debe mostrar al mundo. Requerirá que se le adore un día determinado al mes, seguro, que por allí habrá un manantial o algún acuífero, del que les pedirán que beban, se les provocara algún estado alterado de conciencia e incluso alguna sanación “milagrosa” con la que reforzar el mito. Con estos ingredientes se aseguraran un caudal constante de pasión y devoción ciega y nutritiva, posteriormente exigirá una capilla o templo, acompañando estos hechos, mostrara una fenomenología diversa, véase baile solar, manantial curativo o imágenes que lloren o sangren, o ambas a la vez.
El desengancharse de este tipo de parasitismo, es altamente complicado, por lo general el sujeto que cae en estas redes, cree que su contacto con la divinidad es autentico y costara hacerle entender que solo es el aperitivo de unas entidades que ni son divinas, ni hacen milagros y por supuesto no desean nuestro bien. Si piensas que estos fenómenos son muy concretos y aislados te equivocas, quizás estas entidades sea de carácter menor, ya que las de carácter superior se ponen las botas en lugares masivos como el Vaticano o la Meca. En estos grandes lugares de peregrinación si pudiéramos seguramente veríamos auténticos hervideros de estos entes, disfrutando del banquete.
Suelen mostrarse a personas de poca cultura, personas que no tienen el suficiente bagaje para someter al análisis crítico el fenómeno que les sucede, una vez captado el sujeto se le hará saber, que se encuentra ante una deidad sea esta cual sea y se le hará portador de un mensaje profético el cual debe mostrar al mundo. Requerirá que se le adore un día determinado al mes, seguro, que por allí habrá un manantial o algún acuífero, del que les pedirán que beban, se les provocara algún estado alterado de conciencia e incluso alguna sanación “milagrosa” con la que reforzar el mito. Con estos ingredientes se aseguraran un caudal constante de pasión y devoción ciega y nutritiva, posteriormente exigirá una capilla o templo, acompañando estos hechos, mostrara una fenomenología diversa, véase baile solar, manantial curativo o imágenes que lloren o sangren, o ambas a la vez.
El desengancharse de este tipo de parasitismo, es altamente complicado, por lo general el sujeto que cae en estas redes, cree que su contacto con la divinidad es autentico y costara hacerle entender que solo es el aperitivo de unas entidades que ni son divinas, ni hacen milagros y por supuesto no desean nuestro bien. Si piensas que estos fenómenos son muy concretos y aislados te equivocas, quizás estas entidades sea de carácter menor, ya que las de carácter superior se ponen las botas en lugares masivos como el Vaticano o la Meca. En estos grandes lugares de peregrinación si pudiéramos seguramente veríamos auténticos hervideros de estos entes, disfrutando del banquete.