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El veganismo y toda la cultura verde está instalándose como una nueva religión en donde, decisiones morales y éticas enteramente respetables, tratan de imponerse por medio de falacias argumentativas basándose en una ciencia que no es tal. En este artículo desmontamos al veganismo mostrando casi una centena de estudios que destrozan las justificaciones veganas. ¿Te animás a leerlo? 

INTRODUCCIÓN.

Cierto es que no hay una regla general que determine lo que todo el mundo debe comer. Todos los organismos son distintos y lo que para una persona funciona puede que no resulte para otra. Como sostuve en artículos anteriores (y es mi opinión personal) ser vegano es una decisión personal que se fundamenta en motivos éticos y morales; pero cuando esa decisión trata de justificarse desde la ciencia caemos en lo que yo denomino el “te presento un amigo: su nombre es Amos Bronson Alcott”.

Pero más allá de mi opinión lo cierto es que el consumo de una dieta equilibrada entre productos de origen animal y vegetal es la que nos garantiza una alimentación correcta con todo lo que ello implica para la salud. Y evidencias de ello (científicas) hay, y muchas. Tal cual estoy leyendo del autor de uno de los artículos que utilizo también me ha sucedido tener intromisiones verbales o escritas de veganos que me relacionan a mí con alguna suerte de conspiración “carnívora” o que he sido pagado por la “criminal industria animal” para escribir este tipo de textos.

Pues si eso creen allá ellos. No tengo cómo demostrarles que no. Pero yendo de lleno al asunto aquí expondré (lo que ya ha sido expuesto en otros idiomas y otros artículos) tan sólo cinco razones por las cuales las dietas veganas no son una muy buena idea. Comencemos.