Fortaleza del Real Felipe
Fortaleza del Real Felipe
Callao, Perú
Frontis de la Fortaleza del Real Felipe.
Tipo Fortaleza
Coordenadas 12°3′46″S 77°8′57″O / -12.06278, -77.14917
Época de
construcción Siglo XVIII
Construido por José Antonio Manso de Velasco
Materiales
de construcción Piedra
Altura 4 m
Perímetro 1 580 m
Uso actual Turístico
Estado de
conservación Restaurada
Propietario actual Ejército del Perú
Abierto al público Sí
Batallas/guerras Sitio del Callao
Combate de El Callao
La Fortaleza del Real Felipe es una edificación militar situada en el
puerto del Callao, en el Perú. Fue construida durante el Siglo XVIII para defender el puerto
contra los ataques de piratas y corsarios. Es una de las pocas obras de arquitectura militar
y la más grande que construyeron los españoles en América. Fue conocida durante la época
virreinal, en conjunto con los fuertes «San Rafael» y «San Miguel», como «Castillos del
Callao». Posteriormente se le renombró como «Castillo de la Independencia» al iniciar la
etapa republicana, retomando su nombre original en 1925.
Actualmente su uso es turístico y sirve de sede del Museo del Ejército del Perú
Historia
Antecedentes
Durante el Virreinato del Perú, El Callao era el puerto por donde se embarcaban las riquezas
de la región con rumbo a España, por esta razón fue víctima de un constante ataque de parte
de corsarios y piratas. Para proteger el puerto, el virrey Pedro Álvarez de Toledo y
Leiva dispuso su fortificación, construyendo entre 1640 y 1647 las murallas que rodearon el
entorno de la ciudad. Pero un terremoto en 1746, al que siguió pocos minutos después un
maremoto, destruyó gran parte del puerto dejándolo desprotegido. Es entonces que el virrey
José Antonio Manso de Velasco Conde de Superunda ordenó la construcción de una fortaleza.
Construcción
El 29 de diciembre de 1746 se aprobó el diseño presentado por el matemático y arquitecto
francés Luis Godin y los españoles José Amich y Juan Francisco Rossa. El 21 de enero
de 1747 se iniciaron los trabajos con el cavado de las zanjas y el 1 de agosto del mismo año
se llevó a cabo la colocación de la primera piedra. Fue una de las más grandes obras de
arquitectura que realizó España, con un costo de tres millones de pesos. Para ésta se
utilizaron bloques de piedra traídas de las canteras de la isla San Lorenzo y de los restos
desenterrados de las antiguas murallas destruidas por las catástrofes. Estos bloques
compuestos de cuarcita y arenisca fueron reforzados con «calicanto». El nombre fue elegido
en honor de Felipe V de la Casa de Borbón que había fallecido por esos días. La edificación
finalizó durante el mandato del virrey Manuel de Amat y Juniet en 1774.]
En 1782 el virrey Manuel Guirior notó que la fortaleza era vulnerable a «golpe de mano» por
sus flancos, por ello decidió construir dos pequeños fuertes, llamados «San Miguel» y «San
Rafael», que se hallaban a corta distancia hacia ambos lados del recinto completando el
sistema defensivo llamado «Los Castillos del Callao».
Durante la Independencia
La fortaleza permaneció sin mayores incidentes hasta 1806 cuando se empezó a gestar la
independencia del Perú. Fue entonces cuando el virrey José Fernando de Abascal y Sousa,
ordenó la construcción de un almacén para las armas y la artillería, así como un aljibe que
pudiera contener agua para abastecer a dos mil hombres por cuatro meses de ocurrir un sitio
a la fortaleza.
El Almirante Guillermo Brown realizó un bloqueo al puerto del Callao el 21 de enero de 1816.
Al mando de una flotilla, Brown capturó algunos barcos españoles y bombardeó el puerto sin
causar mayores daños. Fueron contestados por los cañones de los castillos y de las baterías
terrestres que obligaron a retroceder a los atacantes.
El 16 de enero de 1819 la fortaleza rechazó el ataque libertador del almirante Lord Thomas
Cochrane, durante el gobierno del virrey Joaquín de la Pezuela. Ese intento infructuoso
obligó al general José de San Martín a entrar a la capital por Pisco y no por el Callao. Una
vez declarada la independencia, se ordenó el sitio del fortín, que se hallaba bajo dominio
español al mando del general José de La Mar. El 19 de septiembre de 1821, al ver la escasez
de alimentos y la amenaza de epidemia que sufrían sus tropas, La Mar decidió entregar la
plaza y unirse a las fuerzas independentistas. San Martín entonces renombró la fortaleza
bautizándola como «Castillo de la Independencia».
La fortaleza volvió a dominio español tras la Sublevación del Callao realizada por el
sargento Dámaso Moyano en 1824, tomando el mando de ésta el brigadier español José Ramón
Rodil y Campillo, quién negándose a reconocer la capitulación de Ayacucho, se encerró en la
fortaleza y resistió el sitio de las fuerzas patriotas hasta el 22 de enero de 1826, en que
entregó la plaza al ver que la ayuda de España no llegaba. Esta acción fue el fin del
Imperio español en América del Sur, pues el mismo día se juraba la independencia de Chiloé,
que fue anexionado a Chile con la firma del Tratado de Tantauco una semana antes. Sólo
quedaron los hermanos Pincheira en el Valle Central de Chile y la Araucanía manteniendo la
causa del rey de España en América del Sur hasta 1832.
En la República
En 1866, durante el Combate de 2 de mayo, el fuerte fue una de las líneas defensivas
peruanas contra la flota española. La fortaleza luego serviría como prisión política de 1826
a 1833.
En 1834 sirvió de refugio al recién elegido presidente Luis José de Orbegoso y Moncada, al
sospechar de un golpe de estado de parte del ex-presidente Agustín Gamarra. Al año
siguiente, el presidente Orbegoso se dirigió al Cusco en un intento por frenar las acciones
revolucionarias del mariscal Gamarra en el sur del país. En su ausencia el sargento Pedro
Becerra se amotinó en el Callao, en la madrugada del 1 de enero de 1835, apoderándose de la
fortaleza. Sin embargo, la revuelta fue sofocada a los pocos días por el general de división
Felipe Santiago Salaverry.
En 1839 la fortaleza fue convertida en Aduana por Decreto del presidente Agustín Gamarra.
El último suceso militar de la fortaleza fue durante la Guerra del Pacífico en la cual la
fortaleza impidió el desembarco de la escuadra chilena al mando del Almirante Galvarino
Riveros Cárdenas en el Callao. El castillo sobrevivió a la guerra pero no sucedió lo
mismo con los fuertes «San Rafael» y «San Miguel» que fueron completamente destruidos por
las tropas chilenas.
Después de la guerra, la fortaleza siguió funcionado como Aduana. En 1925, por disposición
del presidente Augusto Leguía, se realizaron los trabajos de restauración del recinto
retomando su nombre original de Fortaleza del Real Felipe. Fue declarado como «Monumento
histórico nacional» el 19 de mayo de 1952 convirtiéndose en sede del «Museo del Ejército
Peruano».
En el 2007 se inició una nueva restauración de parte del Servicio de Ingeniería del
Ejército, en coordinación con la Dirección de Museos del Ejército y bajo la Supervisión del
Instituto Nacional de Cultura. Esta refacción fue en motivo de la realización del Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico del 2008 donde la fortaleza fue una de las sedes del
evento.
Descripción
La fortaleza tiene la forma de un pentágono irregular ocupando un área de 70 000 m². En cada
uno de sus cinco vértices se edificó un baluarte, que fueron bautizados con los nombres de
«El Rey», «La Reina», «San Felipe», «San Carlos» y «San José».
El recinto posee dos entradas. La «Principal» o «de Honor» se ubica en el tramo de la
muralla comprendido entre los baluartes de «El Rey» y «San José». Se encontraba orientada
hacia el antiguo «Camino Real» de Lima al Callao (hoy avenidas Sáenz Peña y Óscar R.
Benavides). Contaba con un puente levadizo para cruzar el foso de agua que originalmente
rodeaba a la fortaleza. En la actualidad frente a ella se ubica la «Plaza Independencia». La
secundaria, ubicada en la parte posterior de la fortaleza, es conocida como la «Puerta del
Perdón», pues fue utilizada durante el sitio del Callao por los desertores que se pasaban al
lado patriota.
El «Torreón del Rey» está ubicado en el baluarte del mismo nombre. Cuenta con tres niveles,
en dos de los cuales hay plataformas con cañones; la primera con veinticuatro de fierro, y
la segunda con ocho de bronce. El interior era un búnker laberíntico que poseía todo lo
adecuado para resistir cualquier ataque. Un puente levadizo completaba la seguridad pues era
el único acceso que poseía cada torreón. Al igual que el torreón de la Reina, el del Rey fue
modificado durante la guerra del Pacífico, reemplazándose los niveles superiores por dos
plataformas para cañones giratorios.
El «Torreón de la Reina», ubicado en el baluarte homónimo, estaba equipado con depósitos de
municiones, provisiones y un pozo con agua. Posee un calabozo semicircular en el que los
detenidos permanecían de pie todo el tiempo. Inicialmente el torreón contaba con dos niveles
con plataformas de cañones, pero se modificó en la guerra con Chile, eliminándose el nivel
superior donde se prepararon cuatro plataformas para cañones giratorios Vavaseaur, uno de
los cuales aún existe en el museo.
Ambos torreones eran considerados como dos fortalezas dentro de la misma, pues si el recinto
principal era ocupado por los invasores se levantaban los puentes, que eran el único acceso
a los torreones, permitiéndoles aislarse del exterior para continuar la lucha desde allí.
La «Casa del Gobernador» era el lugar de alojamiento del jefe militar de la plaza. Se
construyó en el vértice del baluarte de «San Carlos» y tenía tallados en su frontis los
escudos de los reyes de España. Hoy se exhiben allí objetos pertenecientes a diferentes
épocas militares, desde la incaica hasta la etapa republicana.
El «Caballero de los Doce Cañones»[c] está ubicado en la parte alta de la «Casa del
Gobernador». Fue construido durante el gobierno del virrey Amat. Al igual que los
torreones, tenía capacidad de convertirse en un fuerte impenetrable en caso de la ocupación
del atacante, al cual se le podía contraatacar desde allí. Su nombre se debe al armamento
que utilizaba: doce cañones que apuntaban hacia los cuatro lados; además de tres líneas de
retirada, cada una con cañones apuntando contra los invasores.
En la parte baja del baluarte de «San Carlos» se construyeron cuatro «casamatas» destinadas
inicialmente como almacenes pero que luego serían usadas como prisiones.
En una sala aparte se encuentra «La Casa de la Mujer» que rinde homenaje a la mujer peruana
por su participación en tiempos de guerra. Al lado, donde estaba antiguamente el aljibe,
destaca la «oploteca», esto es, la colección de armas portátiles del museo. Se encuentran
armas de puño (pistolas y revólveres), de largo alcance (fusiles y carabinas) y de
acompañamiento (ametralladoras, lanzagranadas y morteros).
Dentro del recinto se encuentran también el «Parque de Vehículos Blindados», donde se
exponen tanques de distinta procedencia; y el «Parque de Artillería», en el que se muestran
cañones utilizados por el ejército en diversas etapas de su historia.
También se exhibe una réplica de la parte frontal de la «Casa de la Respuesta», existente en
la ciudad de Arica, en la que el coronel EP Francisco Bolognesi Cervantes dio su célebre
respuesta. Al lado de esta réplica se halla el «Monumento al Soldado Desconocido», que
representa a todos aquellos que en honor al ejército sacrificaron su vida por la patria.
Desde el 2008 la fortaleza posee un Centro de Convenciones en su interior, que cuenta con un
auditorio con capacidad para 1 500 asistentes, además de una sala de prensa, restaurantes y
stands para la venta de artesanías.
Notas
a. ↑ Se llama «calicanto» a una mezcla de cal, arena y clara de huevo que se usaba en
aquella época como conglomerante.
b. ↑ «Golpe de mano» es un término militar que indica una acción violenta, rápida e
imprevista, que altera una situación en provecho de quien da el golpe.
c. ↑ «Caballero» era una construcción sobreelevada, hecha para emplazar sobre ella la
artillería, de manera que se pueda optimizar su dominio sobre el campo de tiro.
Ver mapa interactivo:
http://www.peruplanes.8m.com/museo/real.htm
Fantasmas en el Real Felipe:
http://cronicasmundosocultos.blogspot.com/search/label/Lugares%20embrujados%20del%20Per%C3%BA
Video:
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=5XgOU_NUFQw
Datos Numéricos
* Area interna: 70,000 m2 ó 7 Has.
* Longitudes:
o Muralla: 1532 m
o Foso: 1,600 m.
o Glasís: 2,200 m.
* Alturas:
o Torreones: 18.90 m.
o Casa del Gobernador: 12.40 m.
o Muralla: 6.30 m.
* Edificaciones:
o Torreones: del Rey y de la Reina
o Torre Alta: Casa del Gobernador
o Interiores: Cuarteles, Almacenes
o Portada: Principal o de Honor y Secundaria o del Perdón
* Obras Defensivas:
o Baluartes: 5 en la muralla
o Garitas: 15 en la muralla
o Rampas: 6 en la muralla
o Santa Bárbara: 7 en la muralla y torreones
o Troneras: 207 en el parapeto y torreones
o Almenas: 158 en el parapeto y 64 en los torreones
o Banquetas: 158 en el parapeto
o Tambores: 2 en la portada
o Linternas: 2 en la portada
Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Fortaleza_del_Real_Felipe
Fortaleza del Real Felipe
Callao, Perú
Frontis de la Fortaleza del Real Felipe.
Tipo Fortaleza
Coordenadas 12°3′46″S 77°8′57″O / -12.06278, -77.14917
Época de
construcción Siglo XVIII
Construido por José Antonio Manso de Velasco
Materiales
de construcción Piedra
Altura 4 m
Perímetro 1 580 m
Uso actual Turístico
Estado de
conservación Restaurada
Propietario actual Ejército del Perú
Abierto al público Sí
Batallas/guerras Sitio del Callao
Combate de El Callao
La Fortaleza del Real Felipe es una edificación militar situada en el
puerto del Callao, en el Perú. Fue construida durante el Siglo XVIII para defender el puerto
contra los ataques de piratas y corsarios. Es una de las pocas obras de arquitectura militar
y la más grande que construyeron los españoles en América. Fue conocida durante la época
virreinal, en conjunto con los fuertes «San Rafael» y «San Miguel», como «Castillos del
Callao». Posteriormente se le renombró como «Castillo de la Independencia» al iniciar la
etapa republicana, retomando su nombre original en 1925.
Actualmente su uso es turístico y sirve de sede del Museo del Ejército del Perú
Historia
Antecedentes
Durante el Virreinato del Perú, El Callao era el puerto por donde se embarcaban las riquezas
de la región con rumbo a España, por esta razón fue víctima de un constante ataque de parte
de corsarios y piratas. Para proteger el puerto, el virrey Pedro Álvarez de Toledo y
Leiva dispuso su fortificación, construyendo entre 1640 y 1647 las murallas que rodearon el
entorno de la ciudad. Pero un terremoto en 1746, al que siguió pocos minutos después un
maremoto, destruyó gran parte del puerto dejándolo desprotegido. Es entonces que el virrey
José Antonio Manso de Velasco Conde de Superunda ordenó la construcción de una fortaleza.
Construcción
El 29 de diciembre de 1746 se aprobó el diseño presentado por el matemático y arquitecto
francés Luis Godin y los españoles José Amich y Juan Francisco Rossa. El 21 de enero
de 1747 se iniciaron los trabajos con el cavado de las zanjas y el 1 de agosto del mismo año
se llevó a cabo la colocación de la primera piedra. Fue una de las más grandes obras de
arquitectura que realizó España, con un costo de tres millones de pesos. Para ésta se
utilizaron bloques de piedra traídas de las canteras de la isla San Lorenzo y de los restos
desenterrados de las antiguas murallas destruidas por las catástrofes. Estos bloques
compuestos de cuarcita y arenisca fueron reforzados con «calicanto». El nombre fue elegido
en honor de Felipe V de la Casa de Borbón que había fallecido por esos días. La edificación
finalizó durante el mandato del virrey Manuel de Amat y Juniet en 1774.]
En 1782 el virrey Manuel Guirior notó que la fortaleza era vulnerable a «golpe de mano» por
sus flancos, por ello decidió construir dos pequeños fuertes, llamados «San Miguel» y «San
Rafael», que se hallaban a corta distancia hacia ambos lados del recinto completando el
sistema defensivo llamado «Los Castillos del Callao».
Durante la Independencia
La fortaleza permaneció sin mayores incidentes hasta 1806 cuando se empezó a gestar la
independencia del Perú. Fue entonces cuando el virrey José Fernando de Abascal y Sousa,
ordenó la construcción de un almacén para las armas y la artillería, así como un aljibe que
pudiera contener agua para abastecer a dos mil hombres por cuatro meses de ocurrir un sitio
a la fortaleza.
El Almirante Guillermo Brown realizó un bloqueo al puerto del Callao el 21 de enero de 1816.
Al mando de una flotilla, Brown capturó algunos barcos españoles y bombardeó el puerto sin
causar mayores daños. Fueron contestados por los cañones de los castillos y de las baterías
terrestres que obligaron a retroceder a los atacantes.
El 16 de enero de 1819 la fortaleza rechazó el ataque libertador del almirante Lord Thomas
Cochrane, durante el gobierno del virrey Joaquín de la Pezuela. Ese intento infructuoso
obligó al general José de San Martín a entrar a la capital por Pisco y no por el Callao. Una
vez declarada la independencia, se ordenó el sitio del fortín, que se hallaba bajo dominio
español al mando del general José de La Mar. El 19 de septiembre de 1821, al ver la escasez
de alimentos y la amenaza de epidemia que sufrían sus tropas, La Mar decidió entregar la
plaza y unirse a las fuerzas independentistas. San Martín entonces renombró la fortaleza
bautizándola como «Castillo de la Independencia».
La fortaleza volvió a dominio español tras la Sublevación del Callao realizada por el
sargento Dámaso Moyano en 1824, tomando el mando de ésta el brigadier español José Ramón
Rodil y Campillo, quién negándose a reconocer la capitulación de Ayacucho, se encerró en la
fortaleza y resistió el sitio de las fuerzas patriotas hasta el 22 de enero de 1826, en que
entregó la plaza al ver que la ayuda de España no llegaba. Esta acción fue el fin del
Imperio español en América del Sur, pues el mismo día se juraba la independencia de Chiloé,
que fue anexionado a Chile con la firma del Tratado de Tantauco una semana antes. Sólo
quedaron los hermanos Pincheira en el Valle Central de Chile y la Araucanía manteniendo la
causa del rey de España en América del Sur hasta 1832.
En la República
En 1866, durante el Combate de 2 de mayo, el fuerte fue una de las líneas defensivas
peruanas contra la flota española. La fortaleza luego serviría como prisión política de 1826
a 1833.
En 1834 sirvió de refugio al recién elegido presidente Luis José de Orbegoso y Moncada, al
sospechar de un golpe de estado de parte del ex-presidente Agustín Gamarra. Al año
siguiente, el presidente Orbegoso se dirigió al Cusco en un intento por frenar las acciones
revolucionarias del mariscal Gamarra en el sur del país. En su ausencia el sargento Pedro
Becerra se amotinó en el Callao, en la madrugada del 1 de enero de 1835, apoderándose de la
fortaleza. Sin embargo, la revuelta fue sofocada a los pocos días por el general de división
Felipe Santiago Salaverry.
En 1839 la fortaleza fue convertida en Aduana por Decreto del presidente Agustín Gamarra.
El último suceso militar de la fortaleza fue durante la Guerra del Pacífico en la cual la
fortaleza impidió el desembarco de la escuadra chilena al mando del Almirante Galvarino
Riveros Cárdenas en el Callao. El castillo sobrevivió a la guerra pero no sucedió lo
mismo con los fuertes «San Rafael» y «San Miguel» que fueron completamente destruidos por
las tropas chilenas.
Después de la guerra, la fortaleza siguió funcionado como Aduana. En 1925, por disposición
del presidente Augusto Leguía, se realizaron los trabajos de restauración del recinto
retomando su nombre original de Fortaleza del Real Felipe. Fue declarado como «Monumento
histórico nacional» el 19 de mayo de 1952 convirtiéndose en sede del «Museo del Ejército
Peruano».
En el 2007 se inició una nueva restauración de parte del Servicio de Ingeniería del
Ejército, en coordinación con la Dirección de Museos del Ejército y bajo la Supervisión del
Instituto Nacional de Cultura. Esta refacción fue en motivo de la realización del Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico del 2008 donde la fortaleza fue una de las sedes del
evento.
Descripción
La fortaleza tiene la forma de un pentágono irregular ocupando un área de 70 000 m². En cada
uno de sus cinco vértices se edificó un baluarte, que fueron bautizados con los nombres de
«El Rey», «La Reina», «San Felipe», «San Carlos» y «San José».
El recinto posee dos entradas. La «Principal» o «de Honor» se ubica en el tramo de la
muralla comprendido entre los baluartes de «El Rey» y «San José». Se encontraba orientada
hacia el antiguo «Camino Real» de Lima al Callao (hoy avenidas Sáenz Peña y Óscar R.
Benavides). Contaba con un puente levadizo para cruzar el foso de agua que originalmente
rodeaba a la fortaleza. En la actualidad frente a ella se ubica la «Plaza Independencia». La
secundaria, ubicada en la parte posterior de la fortaleza, es conocida como la «Puerta del
Perdón», pues fue utilizada durante el sitio del Callao por los desertores que se pasaban al
lado patriota.
El «Torreón del Rey» está ubicado en el baluarte del mismo nombre. Cuenta con tres niveles,
en dos de los cuales hay plataformas con cañones; la primera con veinticuatro de fierro, y
la segunda con ocho de bronce. El interior era un búnker laberíntico que poseía todo lo
adecuado para resistir cualquier ataque. Un puente levadizo completaba la seguridad pues era
el único acceso que poseía cada torreón. Al igual que el torreón de la Reina, el del Rey fue
modificado durante la guerra del Pacífico, reemplazándose los niveles superiores por dos
plataformas para cañones giratorios.
El «Torreón de la Reina», ubicado en el baluarte homónimo, estaba equipado con depósitos de
municiones, provisiones y un pozo con agua. Posee un calabozo semicircular en el que los
detenidos permanecían de pie todo el tiempo. Inicialmente el torreón contaba con dos niveles
con plataformas de cañones, pero se modificó en la guerra con Chile, eliminándose el nivel
superior donde se prepararon cuatro plataformas para cañones giratorios Vavaseaur, uno de
los cuales aún existe en el museo.
Ambos torreones eran considerados como dos fortalezas dentro de la misma, pues si el recinto
principal era ocupado por los invasores se levantaban los puentes, que eran el único acceso
a los torreones, permitiéndoles aislarse del exterior para continuar la lucha desde allí.
La «Casa del Gobernador» era el lugar de alojamiento del jefe militar de la plaza. Se
construyó en el vértice del baluarte de «San Carlos» y tenía tallados en su frontis los
escudos de los reyes de España. Hoy se exhiben allí objetos pertenecientes a diferentes
épocas militares, desde la incaica hasta la etapa republicana.
El «Caballero de los Doce Cañones»[c] está ubicado en la parte alta de la «Casa del
Gobernador». Fue construido durante el gobierno del virrey Amat. Al igual que los
torreones, tenía capacidad de convertirse en un fuerte impenetrable en caso de la ocupación
del atacante, al cual se le podía contraatacar desde allí. Su nombre se debe al armamento
que utilizaba: doce cañones que apuntaban hacia los cuatro lados; además de tres líneas de
retirada, cada una con cañones apuntando contra los invasores.
En la parte baja del baluarte de «San Carlos» se construyeron cuatro «casamatas» destinadas
inicialmente como almacenes pero que luego serían usadas como prisiones.
En una sala aparte se encuentra «La Casa de la Mujer» que rinde homenaje a la mujer peruana
por su participación en tiempos de guerra. Al lado, donde estaba antiguamente el aljibe,
destaca la «oploteca», esto es, la colección de armas portátiles del museo. Se encuentran
armas de puño (pistolas y revólveres), de largo alcance (fusiles y carabinas) y de
acompañamiento (ametralladoras, lanzagranadas y morteros).
Dentro del recinto se encuentran también el «Parque de Vehículos Blindados», donde se
exponen tanques de distinta procedencia; y el «Parque de Artillería», en el que se muestran
cañones utilizados por el ejército en diversas etapas de su historia.
También se exhibe una réplica de la parte frontal de la «Casa de la Respuesta», existente en
la ciudad de Arica, en la que el coronel EP Francisco Bolognesi Cervantes dio su célebre
respuesta. Al lado de esta réplica se halla el «Monumento al Soldado Desconocido», que
representa a todos aquellos que en honor al ejército sacrificaron su vida por la patria.
Desde el 2008 la fortaleza posee un Centro de Convenciones en su interior, que cuenta con un
auditorio con capacidad para 1 500 asistentes, además de una sala de prensa, restaurantes y
stands para la venta de artesanías.
Notas
a. ↑ Se llama «calicanto» a una mezcla de cal, arena y clara de huevo que se usaba en
aquella época como conglomerante.
b. ↑ «Golpe de mano» es un término militar que indica una acción violenta, rápida e
imprevista, que altera una situación en provecho de quien da el golpe.
c. ↑ «Caballero» era una construcción sobreelevada, hecha para emplazar sobre ella la
artillería, de manera que se pueda optimizar su dominio sobre el campo de tiro.
Ver mapa interactivo:
http://www.peruplanes.8m.com/museo/real.htm
Fantasmas en el Real Felipe:
http://cronicasmundosocultos.blogspot.com/search/label/Lugares%20embrujados%20del%20Per%C3%BA
Video:
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=5XgOU_NUFQw
Datos Numéricos
* Area interna: 70,000 m2 ó 7 Has.
* Longitudes:
o Muralla: 1532 m
o Foso: 1,600 m.
o Glasís: 2,200 m.
* Alturas:
o Torreones: 18.90 m.
o Casa del Gobernador: 12.40 m.
o Muralla: 6.30 m.
* Edificaciones:
o Torreones: del Rey y de la Reina
o Torre Alta: Casa del Gobernador
o Interiores: Cuarteles, Almacenes
o Portada: Principal o de Honor y Secundaria o del Perdón
* Obras Defensivas:
o Baluartes: 5 en la muralla
o Garitas: 15 en la muralla
o Rampas: 6 en la muralla
o Santa Bárbara: 7 en la muralla y torreones
o Troneras: 207 en el parapeto y torreones
o Almenas: 158 en el parapeto y 64 en los torreones
o Banquetas: 158 en el parapeto
o Tambores: 2 en la portada
o Linternas: 2 en la portada
Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Fortaleza_del_Real_Felipe