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Según el criterio semántico, los sustantivos se clasifican en descriptivos y no descriptivos.


Los sustantivos comunes son connotativos, es decir señalan objetos indicando sus particularidades. A su vez, se dividen en: concretos, son los que designan cosas independientes (mesa, barco); abstractos, son los que derivan de adjetivos y verbos (belleza, llegada); colectivos, nombran un conjunto de objetos (arboleda, asamblea); y gentilicios, indican nacionalidad y procedencia (argentino, cordobés).

Los sustantivos propios son no connotativos, ya que nombran sin caracterizar a los objetos. Dentro de este grupo se encuentran los sustantivos personales, también llamados onomásticos o de pila (Juan, Laura); los geográficos, que designan lugares (Uruguay, los Andes); y los patronímicos, que son los apellidos derivados de nombres ( Sancho – Sánchez, Álvarez – Álvaro).



Los adjetivos se clasifican en dos grandes grupos: connotativos y no connotativos.

Dentro de los connotativos encontramos a los calificativos, que expresan cualidades (transparente, gris, intenso, bello); y a los numerales, que a su vez se dividen en: ordinales, que expresan orden (primero, tercero); cardinales, que son todos los números (uno, cinco, diez); partitivos, que expresan una parte del total (media naranja, cuarta parte); proporcionales o múltiplos (triple, doble); y el distributivo (sendos).

En el grupo de los no connotativos encontramos a los posesivos, que pueden ser de un solo poseedor, tanto en singular como en plural (mío, míos, tuyo, tuyos, suyo, suyos, mía, mías, tuya, tuyas, suya, suyas, mi, mis, tu, tus, su, sus) y de varios poseedores, en singular y en plural (nuestro, nuestros, vuestro, vuestros, suyo, suyos, nuestra, nuestras, vuestra, vuestras, suya, suyas); los demostrativos, en singular (este, ese, aquel, esta, esa, aquella) y en plural (estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas); los indefinidos (algún, ningún, cualquiera, todo, otra, etc.); el relativo, (cuyo); y los interrogativos (qué, cuál, etc.).



Los adverbios pueden ser connotativos o no connotativos. Los connotativos tienen contenido, describen, dicen algo. Estos son: adverbios de tiempo (pronto, temprano, nunca, etc.); de lugar (lejos, cerca, afuera, etc.); de modo (bien, mal, despacio, etc.); de cantidad (mucho, poco, bastante, etc.); de duda (quizá, acaso); de afirmación (sí, también, seguramente, etc.); y de negación (no, tampoco).

Los adverbios no connotativos, también llamados pronominales, tienen una significación ocasional, es decir, varían según quién sea la persona que tiene la palabra.

Dentro de este grupo se encuentran los adverbios demostrativos de lugar (aquí, allá, acá, allí); de modo (así); de tiempo (hoy, ayer, ahora, etc.); y de cantidad (tanto). Luego encontramos los adverbios relativos, que varían su significación de acuerdo con el antecedente, y son: como, donde, cuando y cuanto. Y por último están los adverbios interrogativos que no tienen un significado propio, sino que depende de lo que se diga a continuación. Son los mismos relativos acentuados: cómo, dónde, cuándo, cuánto.



Las conjunciones coordinantes unen o conectan elementos de la misma función. Según el criterio semántico, se clasifican en: copulativas, son y, e, ni, más. Su función es unir simplemente. Las disyuntivas son o, u.

Su función es expresar una opción o equivalencia. Las adversativas indican una oposición, y son pero, mas, empero, sino, sino que. Y por último, las consecutivas, que expresan resultado o consecuencia, y son así que, con que, luego.

TIPOS DE PRONOMBRES
Los pronombres son palabras o morfemas cuyo referente no es fijo sino que se determina en relación a otras que normalmente ya se han nombrado. Pragmáticamente se refieren con frecuencia a personas o cosas reales extralingüísticas más que a sustantivos del contexto. A esta propiedad de referirse a otros elementos tanto lingüísticos como extralingüísticos se la denomina deíxis; por ejemplo: Pedro no es tan listo como él pensaba'; ellos comen mucho.
Todas las lenguas humanas tienen pronombres, además todas ellas tienen pronombres personales y posesivos que obligatoriamente expresan persona. También es frecuente entre las lenguas del mundo que los pronombres expresen número e incluso género. En las lenguas flexivas generalmente expresan también caso. De hecho es habitual en las lenguas del mundo que en el pronombre se expresen más categoría gramaticales que las que se expresan en el verbo o el nombre. Por ejemplo, en inglés los pronombres personales admiten género pero no los nombres. En español admiten caso morfológico, a diferencia de los nombres. En chino mandarín expresan número pero en el nombre esa categoría usualmente no se expresa.

PRONOMBRES DEMOSTRATIVOs: son aquellos pronombres de los que nos servimos para mostrar los objetos señalando su situación respecto de una determinada persona.
Adjetivos posesivos tónicos (o fuertes)

Los adjetivos posesivos de este tipo siempre van detrás del sustantivo al que determinan.
Concuerdan en género y número con el nombre que modifican.


Los pronombres posesivos

Sustituyen al nombre y los usamos para establecer una relación de posesión.

Los pronombres posesivos tiene el mismo género y número que la cosa poseída y nunca van delante del nombre.



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