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Ese es el título de tapa del diario Marca de hoy; los hinchas consideran en su mayoría que el club debe despedir al portugués, que ayer marginó del equipo a Casillas



MADRID.- Real Madrid volvió a perder y la distancia respecto al líder Barcelona se volvió kilométrica, pero lo que puso al entrenador José Mourinho en tela de juicio fue la decisión de sentar a Iker Casillas en el banco de suplentes.

El técnico portugués dejó al capitán del equipo fuera de la caída por 3-2 contra el Málaga , decisión que generó malestar entre los hinchas blancos en las redes sociales y que hasta despertó el estupor en viejas glorias del club de la capital española.

En su edición de hoy, el diario Marca fue letal con su tapa. "Mou hace el ridículo", dice el título principal. Los lectores en una encuesta consideran en su mayoría (80 por ciento) que Real Madrid debe despedir al portugués. Por ahora, el DT fue claro: "No pienso renunciar, ni temo por mi puesto" .



"Ha sido una decisión absolutamente técnica. No hubo nada más. El entrenador vio los jugadores que tenía a su disposición y decidió que el equipo que se presentó era el mejor para jugar contra el Málaga. Podéis inventar lo que queráis, pero la decisión fue técnica", explicó el entrenador portugués en rueda de prensa.

Mourinho repitió un procedimiento ya utilizado a lo largo de la temporada: dejar fuera a uno de los pilares de la plantilla de un partido de suma dificultad. Como en su momento decidió marginar a Sergio Ramos del primer encuentro contra el Manchester City en la Champions League, el luso optó por quitar a una de las glorias vivas del equipo blanco en una instancia más que delicada.

"Mourinho lleva sus relaciones con la plantilla de una manera particular, pero esto es doblar la apuesta. Es una exhibición de poder, es imponer su decisión a una leyenda del club", afirmó en la radio Cadena Ser Jorge Valdano, ex jugador, entrenador y directivo del Real Madrid, que precisamente se marchó del club blanco en el 2011, después de una relación tormentosa con el portugués. "No conviene llevar las acciones disciplinarias a la formación. Si se hace así, se castiga al equipo", añadió.