Hola amigos de Taringa, en este Post, voy hacer un Segundo Homenaje a Independiente. Pero en este caso, a los mas grandes que estuvieron en el Rojo. Bueno, el Post va contener Las Leyendas de Independiente. Son Historicas... Ahora sí, no los molesto más.. el Post. Hecho por @aguantel10
Sergio "Kun" Aguero
15 años, 1 mes y 3 días. Ese fue el tiempo que el talento de Sergio Agüero se mantuvo guardado para el hincha de Independiente. Fue un 5 de julio de 2003, con una derrota ante San Lorenzo en el viejo Libertadores de América. El resultado fue anecdótico, ya que en la tribuna había otro murmullo, otras palabras cruzadas entre los hinchas rojos. Todos se preguntaban porque Oscar Ruggeri se había animado a llevar a un chico tan chico al banco de suplentes. Y todos se quedaron pendientes de ese 34 enorme en esa espalda minúscula cuando el Kun entró por Emanuel Rivas. Para colmo, esos mismos hinchas no sabían lo que estaban viendo: esa misma noche Gabriel Milito se despedía del club. Un ídolo se iba, y otro llegaba...
Al margen de quedar en la historia como el jugador más joven en debutar en Primera División, Agüero tuvo que esperar su momento para una nueva chance en Primera. Recién al año siguiente, con la llegada de José Omar Pastoriza, el Kun volvería a los primeros planos. Otra vez con la presencia de una gloria, Agüero debutaba en Copa Libertadores ante el Cienciano de Perú. Con el Pato redondearía su primer partido como titular, en Santa Fe ante Atlético Rafaela.
El primero en darle continuidad fue Pedro Monzón, quien durante los tres partidos que dirigió en el club puso a Agüero como titular. De recompensa, el Kun marcó su primer tanto en Primera, ante Estudiantes en cancha de Independiente.
La explosión fue en 2005, con Julio Falcioni como técnico. Recibe la camiseta nº 10 y sólo el sabía que ante tantas glorias rodeándolo, tanta mística en el Libertadores de América, era hora de marcar su propio camino, su propia historia.
Encaró desde mitad de cancha una contra letal. 3 a 0 decia el resultado en el clásico de Avellaneda, y Agüero encaraba en diagonal hacia el arco de Campagnuolo. Antes de llegar al área y sacarse la molesta serpentina de su botin derecho, Crosa se le planta firme en la puerta del área. El Kun empieza su baile. Danza con la pelota hacia izquierda, mientras el defensor de la Academia le tapa el arco. Vuelve a mover la pelota hacia donde estaba, pero Crosa todavía se mantenía al borde de la jugada, tal vez pensando que anulaba a ese pibito que andaba pintando para ser un distinto. Lo que no sabía Crosa es que justamente él estaba a punto de darle el diploma de crack. El Kun saca otro enganche de la nada, algo tosco el movimiento, pero eficiente. Crosa se queda parado, inerte mientras ve el botín rojo pegado a la pelota y el cuerpo del pibito arqueado a fondo, queriendo llegar mas rápido al remate que Campagnuolo a reaccionar... El tiro sale seco, de zurda, inalcanzable para el arquero e inigualable para la retina roja. Era la frutilla del postre de ese mágico clásico de Avellaneda. Esa tarde, Agüero sellaba su camino, escribía su historia.
La temporada 2005-2006 fue descollante para el Kun, con 18 goles en 36 partidos. Esos números atrajeron al Atlético de Madrid, equipo que desembolsó 20 millones de euros para hacerse con los servicios del delantero y marcando así el pase más caro de la historia del fútbol argentino. Con ese dinero, Independiente pudo lograr un viejo anhelo: remodelar el Libertadores de América. Agüero dejaba Independiente con 23 goles en 56 partidos jugados.
España lo esperaba y el se presentó a puro gol. Luego de una temporada de afianzamiento al viejo continente, Agüero se convirtió en la figura del equipo colchonero. En la Liga 2007-2008 marcó 20 tantos sobre 38 encuentros disputados, convirtiéndose en uno de los jugadores más destacados de España. Además, fue la figura indiscutida del Mundial Sub 20 de Canadá, que lo consagró como goleador y mejor jugador del certámen. La temporada siguiente también tuvo un alto rendimiento, incluso debutando en la Liga de Campeones de Europa.
Hoy sueña con un lugar en la lista de la Selección Argentina para el Mundial de Sudáfrica 2010, ya que con la celeste y blanca acumula 16 partidos jugados y 5 goles. Mientras, el hincha de Independiente también sueña, pero con ver a esa joya llamada Agüero acariciando el verde césped del nuevo Libertadores de América, ese que tanto ayudó a que sea una realidad.
Oscar Ustari
El 4 de febrero de 2007, Independiente derrotaba por penales a Estudiantes en Mar del Plata en un amistoso veraniego, en el que Oscar Ustari atajó dos penales en la definición final. Luego de lucirse en la linea de cal, en una nota, Osky demostró en una frase su pasado y su presente:
- ¡Como te luciste en los penales!
- Es que en el arco somos tres. Así que me tiene que ir bien.
Sus secuaces invisibles bajos los tres palos eran nada menos que Lucas y Emiliano Molina, dos arqueros juveniles del Rojo que habían fallecido durante 2004, uno de muerte súbita y otro por un accidente de tránsito. El golpe fue duro para Oscar, luego de años de entrenamientos y competencia juntos, bajo la guía de Miguel Angel Santoro, ese increible artesano de arqueros.
A Ustari la Primera le llegó de golpe. No era su momento, no estaba planeado así, pero llegó. Venía de los laureles de un Sudamericano Sub 17 en 2003 y un Mundial Sub 20 en 2005. Carlos Navarro Montoya se iba del equipo y su oportunidad asomaba. Sin embargo, Bernardo Leyenda llegó por pedido de Julio Falcioni, por lo que debió comenzar sus experiencias de Primera desde el banco de suplentes.
La oportunidad no tardó en llegar. El 5 de octubre de 2005, Oscar debutó ante Newell's en el viejo Libertadores de América, con la valla invicta y un 2 a 0 a favor del Rojo. Desde ese día, el arco fue suyo, al igual que la 23 en su espalda. Fecha a fecha se lo iba ganando, con tapadas inéditas, descolgando centros con una tranquilidad deslumbrante. Daba seguridad y se armó un nombre dentro del equipo. Tal fue su nivel que luego de Falcioni, Jorge Burruchaga no dudó en mantenerlo como el arquero titular.
El 2006 fue un año dificil del borrar para Oscar. Ya consolidado en el arco del Rojo, marcaría su nombre en la historia, tanto la de Independiente como la del fútbol argentino. José Pekerman, quien lo conoce de los juveniles, lo eligió como tercer arquero para jugar el Mundial de Alemania 2006, detrás de Roberto Abbondanzieri y Leonardo Franco, otro arquero Made in Dominico. De esta manera, Oscar Ustari es el último en la frondosa lista de jugadores Rojos en los Mundiales de Fútbol.
Con un Mundial encima, con el puesto asegurado y ya afianzado como uno de los mejores arqueros del país, se hacía inevitable que Ustari probara su chance en Europa. El Getafe se fijó en él y pagó 8 millones de Euros por su pase, una cifra de alto calibre considerando su puesto.
La despedida fue emocionante. El 10 de junio de 2007 el Rojo recibía al descendido Quilmes en cancha de Racing. El partido estaba liquidado para el Rojo, que faltando poco para el final contó con un penal a favor. La gente coreó su nombre y Oscar, con la venia de Pepé Santoro, su mentor y técnico en ese partido, agarró la pelota y se hizo cargo. En su último partido defendiendo nuestros colores, se despidió con su hasta ahora único gol en Primera.
Oscar Ustari fue el primero en demostrar con constancia en Primera el trabajo de Miguel Angel Santoro como formador de arqueros. Demostró la calidad y la serenidad para defender el arco, en el puesto más ingrato que tiene el fútbol. Y no sólo les hizo honor a sus amigos Lucas y Emiliano, sino que abrió las puertas de los Assmann, los Gabbarini, mientras aguardan dos talentos como Diego Rodríguez y José Luis Cornaló, que demuestran lo inagotable que es la mina de diamantes con guantes de Pepé.
Arsenio Erico
Un genio del gol y jugador símbolo de todos los tiempos al que Independiente debe gran parte de su enorme popularidad. Al igual que Bochini, protagonista de una verdadera historia de amor con los hinchas, quienes lo amaron incondicionalmente. Nunca la adquisición de un futbolista resultó tan redituable como la suya. Con apenas 18 años llegó al club en 1924 proveniente de Nacional de Asunción.
Integrando un conjunto de la Cruz Roja paraguaya que realizó una gira por Argentina para recaudar fondos de asistencia a las víctimas de la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, fue observado por dirigentes de Independiente, quienes de inmediato dispusieron su incorporación. Erico respondió asi: en 325 partidos oficiales entre 1934 y 1946 marcó 293 goles, la marca máxima para un futbolista en la Argentina.
Pero si los números son contundentes, la fantasía de su juego era mucho más demoledora. Nadie que vió el arte incomparable de Arsenio Erico se refirió jamás a sus goles sino a su juego. Personalísimo, hábil, cimbreante, saltarín increíble que llegaba más alto con su cabeza que los arqueros con sus manos. Marcó una época y fue la superestrella de un Independiente pleno de grandes figuras.
Tuvo Arsenio Erico una particularidad que pinta su condición de crack de todos los tiempos: miles de simpatizantes de otros cuadros concurrían a los partidos de Independiente sólo por verlo a él. Erico desmintió rotundamente aquello de que el goleador debe ser un jugador de físico grande, de fuerza y con pocas condiciones técnicas. El rey del gol fue un exquisito.
Arsenio Erico nació en Asunción, Paraguay, el 30 de marzo de 1915 y su estreno en Independiente se produjo el 6 de mayo de 1934 ante Boca Juniors, en encuentro que terminó igualado 2 a 2. Junto a Vicente De la Mata y Antonio Sastre compusieron un trío de fábula. Entre los tres marcaron 556 goles. Goleador elegante, cabeceador histórico, habilísimo en espacios cortos, de estilo alegre y agresivo, Arsenio Erico falleció en 1977 en Buenos Aires, y en ese mimo instante ingresó en la inmortalidad del fútbol.
Miguel Angel Santoro
Como Raúl Bernao, Daniel Bertoni, Manuel Seoane o Gustavo López, Miguel Angel Santoro tuvo la peculiaridad de ser ídolo e hincha de Independiente. Lo amaron desde pibes y fueron amados cuando grandes.
Nacido en Sarandí el 27 de febrero de 1942, hijo de un recordado arquero de Ferro Carril Oeste, "Pepe" soñaba con llegar al arco rojo. Y junto a Osvaldo Mura, Raul Bernao, Roberto Santiago y otros pibes del barrio fueron a probarse y quedaron en la novena división. El debut en Primera se produjo en 1962 (versus Argentinos Juniors, 0-0), y allí comenzó un largo idilio con el público rojo. Desde los tiempos de Fernando Bello el hincha no se veía tan identificado con un arquero como Santoro. Y justamente rivaliza con aquel el sitial de mejor arquero de la historia de Independiente.
En su primer año continuado en Primera División -1963- se consagró campeón argentino. Y en el segundo terminó de afirmarse cuando le cupo una actuación consagratoria en la final de la Copa Libertadores frente a Nacional de Montevideo. Allí se recibió de ídolo. Al año siguiente fue nuevamente decisivo al contener un penal en la semifinal frente a Boca Juniors. Y así fue toda su carrera, hasta fines de 1973, cuando fue transferido al Hércules, de España. Sobrio, ganador, de buena colocación y extraordinaria seguridad de manos, tenía la particularidad de los mas difíciles. Y por encima de sus grandes cualidades técnicas estaba su indiscutible amor por los colores, que se convertía en un recurso más. A su regreso de España, donde también dejó gratos recuerdos, "Pepe" fue director técnico de Independiente en Primera División (1980) y luego director de las Divisiones Inferiores. En su extensa campaña independientista, Santoro conquistó cuatro títulos argentinos (1963-67-70-71), cuatro Copas Libertadores (1964-65-72-73), una Copa Intercontinental (1973) y una Interamericana (1972).
A tantos años de su despedida, su recuerdo se mantiene intacto en el alma de los hinchas y siempre en las tribunas alentando como lo que siempre fue: un apasionado de la divisa roja.
Ricardo Bochini
El jugador cumbre, el genio, el hombre predestinado para las grandes hazañas, el ganador. Por un motivo o por otro, se torna verdaderamente difícil comparar su gigantesca dimensión de ídolo con cualesquiera de los otros muchos fenomenales cracks rojos.
De incomparable talento es el de mayor trayectoria en toda la historia de Independiente: 20 temporadas entre 1972 y 1991. En ellas actuó en 638 partidos oficiales de campeonato, sin contar la enorme cantidad de encuentros por copas internacionales, giras y partidos amistosos, con los cuales debe rondar los 1.000 partidos. Excepción hecha de la Selección Nacional, nunca vistió otra camiseta que no fuera la roja, síntoma de total fidelidad. También ha sido quien más títulos acumuló: 13. Cuatro campeonatos argentinos, cuatro Libertadores, 2 Intercontinentales y 3 Interamericanas. Aún sin ser un goleador, es el cuarto artillero de todos los tiempos en el club con 97 conquistas de campeonato, que agregadas a las 11 que anotó en las distintas copas, llevan la marca a 108, altísima para un hombre que se dedicaba a armar juego y a preparar goles para que otros los convirtieran.
Con un aditamento muy especial: en una final de copa, de campeonato, en un gran clásico frente a Boca Juniors, River Plate o Racing Club, en la instancia decisiva que podía hacer feliz a toda la legión independientista, el gol lo marcaba Bochini. Asi de grande. Pero por encima de todas las estadísticas está el genio, el talento inmenso de un jugador único, distinto a todos. El del toque magistral, la gambeta hacia adelante, la pared perfecta, el pase gol, el conductor inteligente, el crack que jamás tuvo miedo en una cancha por difícil que fuera el partido, el hombre que siempre creyó que todas las jugadas podían terminar en gol y que todos los partidos eran ganables .
Ricardo Enrique Bochini nació en Zárate el 25 de enero de 1954, ingresó en la séptima división de Independiente y el 25 de junio de 1972, frente a River Plate, hizo su debut en Primera. Pocos futbolistas en la historia han hecho tanto por un club como Bochini por Independiente. Su relación con el hincha es absolutamente indestructible, cimentada en amor incondicional por un lado, y en entrega sin reservas por el otro. Porque pocas veces un jugador fue tan decisivo en los triunfos de su club, sus dos décadas de alegrías sembraron miles de nuevos hinchas rojos.
Bueno Amigos, aquí Finaliza la Primera Parte del Post, Leyendas de Independiente... Espero que les haya gustado, de yapa les dejo algunos videitos del Rojo
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