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Maquinaria y equipos, autos, textiles y cemento lideran las caídas. Las empresas ajustan horas extras y no reemplazan vacantes. Solo 2% de las firmas líderes planea este año tomar más gente.

Algunos detalles cotidianos suelen ser más elocuentes que la estadística. Una arquitecta habituada a manejar entre tres a seis refacciones de casas a la vez solía quejarse de la escasa disponibilidad de sus proveedores (plomeros, carpinteros, herreros) para encarar los trabajos pequeños. “Estaban muy ocupados, trabajando en edificios nuevos”, relata. En cambio, ahora son ellos quien la llaman para ofrecer sus servicios. “A la mañana trabajan, pero por la tarde se mueven para conseguir nuevos trabajos. Antes tenían la agenda repleta”.

Otro detalle, esta vez de maquillaje. En su último reporte de prensa, la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) consignó que en junio los patentamientos habían sumado casi 69.000 unidades, con una caída del 12% sobre igual mes del año anterior. Sin embargo, en un reporte interno, dirigido a sus asociados, ACARA les consignó que en realidad se habían patentado 62.400 vehículos, con lo cual la caída real superó el 19%.

¿Para evitar un exceso de regateo de los clientes? Lo cierto es que la construcción y la industria, en particular la automotriz, están entre los sectores más afectados por la desaceleración de la economía durante los primeros meses del año. Según Ernestro Kritz, titular de la consultora Sel y especializado en el mundo laboral, la consecuencia inmediata es una reducción a casi cero de las ofertas de nuevos empleos. Pero, a la vez, las empresas evitan por todos los medios los despidos: las herramientas a las que están echando mano son los recortes de horas extra y las suspensiones.

“No hay destrucción de empleo, salvo en la construcción” , sostuvo Kritz.

Por primera vez en tres años, hay una caída neta de la construcción, actividad que justifica 12,5% del producto bruto (PBI) y 50% de la inversión. En el período enero-mayo la construcción registró un retroceso de 1,58% (contra subas de 9,4% y 10,7% en los mismos cinco meses de los dos años previos). Un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal subraya que además los despachos de cemento cayeron un 4,6% durante el primer semestre y que el índice Construya (ventas de 12 empresas líderes del sector) se estancó (cayó 0,1% en el semestre).” Estos valores son bajos si se los compara con los observados en periodos que la construcción tuvo un auge, aunque todavía no se acercan a la caída observada en 2009”, agrega el informe.

En la industria, los principales rubros han registrado caídas: la industria automotriz, tras la abrupta caída de 34,4% de junio, acumula un retroceso de 15,4% en el semestre. En el sector automotriz es donde se verifica la tendencia a frenar la actividad antes que reducir empleos: dos de las diez terminales (Fiat y Renault) aplicaron suspensiones y adelantamiento de vacaciones), mientras que unas 30 autopartistas apelaron a suspensiones rotativas desde marzo. No hubo, en cambio, despidos.

“Con la caída registrada en la industria automotriz es poco probable que el indicador de actividad industrial en su conjunto vaya a ser positivo”, señaló Marina Dal Poggetto, socia del estudio Bein. “El desempeño de la industria durante el segundo semestre estará directamente ligado a lo que suceda en Brasil y en Europa, ya que la industria local está atada en buena medida a la exportación”.

Llamativamente, la caída de la actividad no hizo retroceder la inflación : en su reporte de ayer, la consultora Ecolatina señaló que “pese al menor dinamismo, la suba de precios no aflojó en la primera mitad del año. Los agentes financieros terminan gastando buena parte de los pesos que no desean acumular y a eso se le suma una mayor emisión para financiar al Fisco, con lo cual las presiones inflacionarias van a persistir incluso en un escenario recesivo” .