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Hola amigos de T! les cuento mi pequeña historia cotidiana, que seguramente a más de uno le debe estar pasando:


Soy un profesional de 28 años, trabajo en el sector público, ganando un sueldo de $4900 al mes. Hace aproximadamente 6 meses que, con mucho sacrificio, estoy ahorrando unos pesos para comprarme un auto usado (actualmente ahorré $20.000). El asunto grave es que desde octubre (cuando Cristina ganó las elecciones) la AFIP NO ME DEJA COMPRAR DOLARES Y NO ME DA EXPLICACION ALGUNA... por lo tanto, tengo la desgracia de tener mis ahorros en mi casa devaluándose día a día... me han recomendado no invertir en plazo fijo ya que la tasa de interés es baja. Si compro dólares en el mercado negro, pierdo aproximadamente 4000 pesos!!!.
Ahora bien... qué sucede con personas como yo, de clase media, jóvenes, honestos, que tenemos un pequeño sueldo y queremos ahorrar para el día de mañana pensar en un mejor porvenir? ¿Cómo es posible con este gobierno autoritario, ineficaz, demagógico y corrupto? ¿Cómo se puede ahorrar cuando existe una inflación anual del 25-30%??? (estamos segundos a nivel mundial, luego de Venezuela).























Les dejo algunos artículos que me parecieron interesantes:



Argentina endurece control cambiario; crece incertidumbre y malestar






Una mujer pasa frente a una lista de cotizaciones de divisas en una casa de cambio de Buenos Aires, Argentina, el miércoles 16 de mayo de 2012. La medida recientemente tomada por la Administración Federal de Ingresos Públicos para controlar y aprobar cada operación cambiaria en el país ha hecho prácticamente imposible para los argentinos comprar dólares, lo que los orilla a adquirir la divisa en el mercado negro.

DEBORA REY

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El hombre enfundado en un traje marrón y corbata verde sólo necesita susurrar para vender sus billetes. "Cambio, cambio", dice a quienes caminan por una conocida calle peatonal de esta urbe de tres millones de habitantes.

Quién esté interesado deberá seguirlo por un intrincado laberinto de locales en un centro comercial hasta dar con una tienda de lencería.

El vendedor, apodado "arbolito" pues comercializa dólares en la calle, los ofrece a una cotización muy por encima del precio oficial de la divisa. "Por estos días hay mucho desconcierto, el valor (del dólar) en la calle cambia en cuestión de minutos", dice.

Entre ropa interior femenina, se cerró una transacción prohibida por la ley ya que está fuera del sistema bancario, pero que se ha vuelto muy frecuente en estos días desde que el gobierno de Cristina Fernández prácticamente bloqueó la venta de la divisa estadounidense en bancos y casas de cambio y volcó masivamente la demanda hacia el mercado negro.

La cotización de la divisa en bancos promedió esta semana los 4,47 pesos argentinos por cada dólar mientras que en el mercado negro, el dólar, llamado "blue", se pagó cerca de 5,60 pesos argentinos en las llamadas "cuevas", o casas de cambio ilegales que suelen funcionar con otra fachada.

Con una larga experiencia en crisis y devaluaciones, el dólar es el refugio favorito de los argentinos al momento de ahorrar. La desconfianza en los bancos tras la debacle financiera que sufrió el país en 2001 hace que los ahorradores prefieran guardar las divisas en la casa o girarlas al exterior.

Una fuga de capitales de 23.000 millones de dólares en 2011, según el propio Banco Central de Argentina, llevó al gobierno a imponer límites a la compra de la divisa estadounidense. Es una medida que, según la mayoría de los analistas consultados por The Associated Press, puede ser un arma de doble filo.

"El gobierno decidió ir sobre los agentes económicos sin solucionar los problemas de raíz del modelo, principalmente la inflación", dijo Daniel Kerner, analista de la consultora Eurasia Group. "Estas medidas generan más incertidumbre. En Argentina con una inflación alta, inestabilidad alta, la gente busca el dólar. En Venezuela pasó lo mismo".

Desde octubre pasado, las operaciones cambiarias quedaron bajo control de la Administración Federal de Ingresos Públicos del país, que hace una verificación de los datos de cada contribuyente y luego le informa al banco o casa de cambio respectiva si puede vender o no los dólares a quien los desea comprar.

El criterio para autorizar la transacción no está claro ni fue especificado por el gobierno y cambia semana a semana.

En un principio las autoridades dijeron que los ciudadanos y empresas con ingresos debidamente declarados pueden comprar hasta dos millones de dólares al mes y que a partir de 30.000 dólares el comprador debe presentar una declaración jurada que justifique el origen de los fondos.

Sin embargo, hay numerosos casos de personas que cobran salarios altos que desde octubre no pueden adquirir la divisa o lo pueden hacer en mínimas cantidades. El fisco no da mayores explicaciones.

En las últimas dos semanas el gobierno endureció los controles sin ofrecer explicaciones.

En un recorrido por distintas casas de cambio, varios operadores dijeron a la AP que en estos días apenas una de cada diez personas recibe autorización del fisco para comprar dólares.

Desde la semana pasada, "se cerró el grifo, sin comunicación oficial ni nada y no se sabe hasta cuándo", dijo un operador en sus oficinas del centro porteño y que pidió no ser identificado porque opera en el mercado negro y teme ser víctima de represalias. "Al argentino le prohiben comprar dólares y peor se pone, sale desesperado a buscarlo donde sea y como sea. Es imposible predecir hasta dónde llegará el precio del 'blue' si esto sigue".

A los argentinos que viajan al exterior también se les limitó el retiro de dólares de cajeros automáticos al tiempo que se reforzó el control de las fronteras para impedir el egreso o ingreso de divisas por un monto superior a 10.000 dólares.

Los extranjeros no están exentos de los controles cambiarios.

Por esa razón, quienes quieren ahorrar en dólares para mantener cierto poder adquisitivo con una inflación anual del 25% van al mercado negro, donde se mueven, en promedio, unos diez millones de dólares diarios, según un operador de una casa de cambios ilegal que también pidió reserva de identidad por temor a represalias.

Esta situación ha generado un creciente malestar en el ciudadano común, desde el anciano que destina una parte de su pensión al ahorro en dólares, hasta el que quiere comprar una propiedad en el mercado inmobiliario, que está dolarizado, o quien busca cancelar una deuda adquirida en esa divisa.

Elsa Centeno, una maestra jubilada de 70 años, no paraba de insultar a la salida de un banco porque la Administración Federal no la autorizó a comprar 200 dólares.

"No entiendo por qué la AFIP me persigue a mí y no a los que sacan millones del país como si nada", se lamentó antes de marcharse presurosa a comprar billetes en el mercado negro. "Es indignante".

El gobierno no parece dispuesto a torcer el rumbo pese al malhumor social, aunque días atrás la presidenta llamó a la calma frente a rumores de diverso tipo que circulan en el mercado.

"No crean nada", dijo Fernández. "Esta Argentina y fundamentalmente esta presidenta es absolutamente responsable y previsible... Olvídense, no va a haber nada raro con el dólar".

Esta misma semana, el gobierno informó que se decomisaron 23.000 dólares escondidos en la guantera de un auto de un ciudadano argentino proveniente de la ciudad uruguaya de Paysandú.

Otro fue descubierto con 94.918 dólares, 800 euros y 224.550 pesos argentinos ocultos dentro en una mochila en la frontera con Paraguay.

Según la Aduana, en el último semestre de 2011 se decomisaron 3,8 millones de dólares en las fronteras.

El mercado inmobiliario ha sido el primer sector importante de la economía que ha comenzado a sentir el impacto de la política cambiaria.

Las operaciones inmobiliarias mostraron una caída del 10 al 13% en el primer cuatrimestre de este año comparado con el mismo período en 2011. En la ciudad de Buenos Aires se ha registrado una caída del 35% en los permisos de construcción, según datos difundidos por la Cámara Inmobiliria Argentina.

"Ojalá esto se pueda revertir, depende del gobierno nacional", dijo Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliria Argentina. "Hay luces de alarma significativas para que el gobierno modifique esta política. La construcción es una de las actividades más dinamizadoras de la economía".

Las restricciones cambiarias datan de octubre cuando la presidente Fernández dijo que los grupos económicos del país, que no identifico, desataron una fuga masiva de capitales del país y que, según ella, buscaban condicionar la política económica de su segundo mandato.

Pese a que la fuga de dólares ha menguado a partir de los controles, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna advirtió sobre las graves consecuencias de esta política.

"En la sociedad hoy hay claramente una decisión de ahorrar en dólares y salir del circuito económico por razones de desconfianza... Para parar eso el gobierno ha tenido esta idea, con una visión policial, que en un tiempito se conocerán los resultados", dijo el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna. "Puede ocurrir lo que ha pasado en otro tiempo en Argentina, un proceso recesivo que sobre todo afecta a los sectores bajos y los sectores de clase media. Después recuperarse puede llevar dos o tres años sólo para volver al punto de partida".

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Advierten riesgo de desaceleración económica con más inflación



22/05/12 07:15Comparación
Por la inflación y la crisis europea, es más barato vivir en Holanda que en Argentina
En pleno centro de Amsterdam se puede almorzar con entrada, plato principal y bebida por 11 euros, lo que equivale a menos de 60 pesos. Lo mismo sucede con el alojamiento y la diversión.



El mayor poder adquisitivo, la inflación, la apreciación en términos reales del peso contra el dólar sumada a la crisis europea, hacen que en pleno centro de Amsterdam, la capital de Holanda, se pueda almorzar con entrada, plato principal y bebida por 11 euros, lo que equivale a menos de 60 pesos.

Lo mismo sucede con el alojamiento y con el mercado de la diversión. Se duerme en un cuatro estrellas por 700 pesos (como siempre, hay opciones más baratas y más caras) y se toma una cerveza en un pub por 10 pesos.

Ninguno de esos valores puede sorprender a los argentinos. Eso sí, el tranvía es más caro que el subte, pero dada la calidad de uno y otro servicio, la comparación resulta irrisoria.

Holanda no está en la situación de profunda crisis de España, Grecia o Portugal, pero es un fiel reflejo de lo que sucede en una economía europea que, salvo la de Alemania, hace tiempo no es lo que era.

La Comisión Europea (CE) afirmó la semana pasada que Holanda será uno de los países de ese continente con peor evolución económica en 2012 y 2013, ya que la débil demanda interna por el desplome del mercado inmobiliario sigue afectando a la economía.

Cabe mencionar que la CE dijo en sus nuevas previsiones, según publicaron medios europeos, que el Producto Interno Bruto (PIB) de Holanda se contraerá 0,9% este año, frente a la previsión de contracción de 1,4% realizada en noviembre, pero en línea con las previsiones de febrero. Además, agregó que la recesión en Holanda se prolongará en el segundo semestre de 2012 y que la economía volverá a territorio positivo en 2013, con un modesto incremento de 0,7%.

Los números económicos actuales también son otro golpe a la moral de los jóvenes holandeses, que hasta 2009 no sabían lo que era la recesión. De hecho, después de 26 años de crecimiento económico ininterrumpido, la economía de Holanda -basada en el petróleo, la química y la industrialización de productos agrícolas, y que está muy abierta y dependiente del comercio exterior y los servicios financieros- fue muy afectada por la crisis económica global, que tuvo su epicentro en 2008 en Estados Unidos y hasta ahora lamentablemente no puede recuperarse.

El PBI holandés cayó 3,9 % en 2009, mientras las exportaciones se desplomaron casi el 25 % debido a la fuerte contracción de la demanda mundial. El sector financiero holandés también sufrió, en parte, gracias a la alta exposición de algunos bancos holandeses en títulos apoyados en las hipotecas estadounidenses.

En respuesta a la confusión en los mercados, el gobierno de Holanda nacionalizó dos bancos e inyectó millones de euros en un tercero para prevenir el riesgo de un colapso sistémico de la banca. El Gobierno también intentó incrementar la economía nacional acelerando programas de infraestructura y ofreciendo beneficios a las empresas.

Pero tal programa de estímulo fue causante de un fuerte deterioro fiscal. Como muestra, en 2009 el déficit del presupuesto de Estado fue cercano al 4,6% del PBI y del 5,6% en 2010. Los números contrastan fuerte con el exceso del 0,7 % del PBI en 2008.

Si bien por la calle un turista es incapaz de darse cuenta de que este país, con casi 18 millones de habitantes, alfabetizado en un 99%, con una de las principales esperanzas de vida del planeta y con el 100% de la población con los servicios básicos cubiertos, tiene problemas económicos, los números se encargan de poner alertas amarillas, y de mostrar que Europa, a pesar de ser de primer mundo, vivió muchos años por encima de sus posibilidades. Ahora, llegó el momento de pagar y los caminos que conducen a eso no parecen ser muchos, pero sí costosos cualquiera sea el elegido: o sale del euro, o Europa vivirá mucho tiempo con un pronunciado ajuste.

Hoy la Argentina vuelve a ser, en varios ítems, más cara que varios países de Europa.

Por eso, trabar las importaciones y la compra de dólares no son un capricho, son el resultado de los efectos de la recesión mundial y de la pérdida de competitividad local.

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Advierten riesgo de desaceleración económica con más inflación



El director de Economía del Instituto IAE, Juan José Llach, advirtió hoy sobre el riesgo de iniciar un período de "estanflación", que combine disparada de precios con desaceleración económica, y advirtió que el panorama es "sin dudas preocupante".
Llach aseguró que "lo más preocupante del nivel de actividad económica es la caída de la inversión, que con mejores señales podría estar compensando el menor dinamismo del consumo".
"No sólo es clara la marcada desaceleración de la economía sino que empiezan a aparecer señales recesivas, mientras la inflación al consumidor se mantiene por ahora en el mismo nivel (cerca del 23 por ciento) pero con peores expectativas", alertó.
Señaló que "se insinúa así la posibilidad de una estanflación, término acuñado hace 50 años por los economistas para caracterizar a la Argentina en 1962, lo que revela que a nuestro país le cuesta mucho aprender de su pasado y tropieza, en cambio, varias veces
con la misma piedra".
"El aumento de las expectativas de inflación las ha llevado a valores récord del 30 por ciento para la mediana y 37,1 en promedio (UTDT), mientras la base monetaria tiende a convalidarlas con un aumento interanual del 33,2% en abril, en buena medida por el incesante aumento del financiamiento al gobierno", indicó.
Dijo que "los convenios colectivos de trabajo demoran en firmarse y aquellos que lo han hecho muestran aumentos irreales del 22 al 24 por ciento ya que incluyen sumas fijas no agregadas a los porcentajes".

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Y acá un economista explica qué se puede hacer para evitar la crisis del pequeño ahorrista:


DóNDE INVERTIR EN UNA ECONOMíA DE "SINTONíA FINA"
"Nunca se pagó tantos impuestos como ahora"


Plazos fijos y ladrillos aparecen hoy como las alternativas más rentables en el actual contexto económico, según el experto Tomás Bulat. También están aquellos que se refugian naturalmente en el dólar, pero a los que les resulta difícil atesorarlos por los controles oficiales. La inflación, según el especialista, es el gran problema a resolver. Claves para entender lo que pasa.




En el juego del poder financiero, conservar el valor del dinero es la meta, tanto para el gran inversor como para aquel que tiene algo de dinero y pretende ganarle a ese enemigo llamado inflación. Y Tomás Bulat, el economista de la televisión, resume que la estrategia que cualquier jugador puede aplicar en la Argentina es defensiva. Bulat disertó esta semana en Tucumán sobre "La Economía en Sintonía Fina", una conferencia organizada por el Banco Columbia. En la oportunidad habló con LA GACETA y brindó una serie de reflexiones acerca de cómo actuar en un escenario de inestabilidad macroeconómica, como el que actualmente se observa en el país, según afirmó.

-Tengo $ 10.000, $ 20.000 o hasta $ 50.000...¿en qué puedo invertir?

-En la Argentina debes asumir posiciones defensivas y no agresivas. Ojalá pudiera dar consejos sobre cómo ganas más plata hoy. No hay un gran abanico de alternativas disponibles. Unos tratarán de refugiarse en el dólar (conducta tradicional), pero la AFIP no te deja comprar y el mercado paralelo es muy caro. Si te sentís cómodo, podés hacerlo, pero no es una alternativa interesante. Otro camino pueden ser los plazos fijos. Hay que mirar bien la tasa, si es del 12% o del 15% y los plazos de 30 a 60 días. Eso está caminando por arriba de la devaluación del dólar oficial, lo cual lo convierte en una alternativa interesante. Los bonos en dólares están caros. No me metería en acciones si estoy a la defensiva. Y te quedan los ladrillos. Con fondos de desarrollo desde el pozo, siempre y cuando uno mire bien el proyecto. Muchas más alternativas no hay. Y en esto hay que diversificarlas en las que uno se sienta más cómodo. Los bancos están sólidos.


-¿Y si tenés más dinero y querés invertir?

- La alternativa, en estos casos, puede ser algún desarrollo inmobiliario, en un fideicomiso y conocer muy bien al desarrollador. En otro momento, tal vez en septiembre o en octubre, una alternativa puede ser el fideicomiso de soja.


-Muchos sostienen que ahorrar dinero es algo complicado y que ganar un poco más resulta oneroso, porque el Estado se lleva más dinero a través de la carga fiscal...

-La presión fiscal actual es la más alta de la historia argentina. Para darnos una idea, el promedio histórico fue del 33% del PBI; hoy está casi en el 50%. Nunca se pagó tantos impuestos como ahora. Y esto no es una sensación que percibe la gente; es claro que se paga mucho. Buena parte de tu esfuerzo se queda en los impuestos, en el Estado, y es lo que la Argentina debe empezar a discutir: la cuestión impositiva. El segundo punto es la inflación y la víctima son los ahorros, porque mantener el poder adquisitivo de ese capital es todo un desafío. Es muy preocupante que un país tenga un 25% de inflación y eso, indudablemente, afecta tu capacidad de ahorro. La inflación promueve el consumo. Y el razonamiento es que el precio de hoy es más barato que el de mañana y, si tengo la posibilidad de financiarlo en cuotas fijas, es ideal. Pero cuando tenés que fomentar el ahorro y la inversión, aquella inflación es espantosa, porque afecta las proyecciones hacia adelante. Es lo que le pasa a la macroeconomía argentina: fomentó mucho el consumo y la inflación fue funcional. Una vez que se llegó al límite de stock, debe fomentarse esa inversión. Por eso la inflación es contraproducente. Es el quiebre que tiene que producirse.

-En esa política oficial de combatir el capital especulativo, ¿caen todos los actores económicos?

-En la Argentina hacemos mal uso de las palabras. Si hay un país que tiene el 25% de inflación, hay especulación, porque el problema es aquel dato. Si tuvieran tan sólo una tasa del 4%, desaparece la especulación. Entonces, ¿es especulación el tratar de preservar mis ahorros? ¿Por qué tengo que tener un billete de $ 100 hoy y dentro de un año valga $ 75 y al año siguiente $ 50? Si tuviéramos la macroeconomía ordenada, no tendría que andar corriendo. Tengo mis $ 100 y veo qué hago y lo organizo. El principal especulador es el Gobierno cuando crea escenarios de inestabilidad macroeconómica.

-¿Cómo cuido el patrimonio?

- Ese es el problema; tenés sólo estrategias defensivas. Como quedarte en pesos es perder plata, debes buscar trasladarte hacia el peso indexado (una alternativa es el plazo fijo). Indudablemente hay que bancarizarse porque lo peor que te puede pasar es quedarte con los pesos en la casa. Y eso es estar a la defensiva. Si la inflación es creciente, indudablemente el patrimonio se resentirá.

-¿Cómo se sobrevive en una economía de sintonía fina?

-Ya no hay sintonía fina. Es gruesa. O se hacen las cosas necesarias para corregir o la economía se encargará de hacerlo. Ojo, no hay que armar escenarios apocalípticos, porque la Argentina no lo tiene. Su situación es complicada, pero se puede solucionar. El Estado debe ordenar sus cuentas, dejar de gastar tanto y bajar la inflación. Eso en el corto plazo puede sonar a recesivo, pero en el mediano plazo será redituable. -El ciclo económico cambio... -Efectivamente, pero el tema es que se den cuenta de que cambió. Ordenar la economía debe ser el desafío.

-La población suele preguntarse, ¿hacia dónde vamos?

-Y generalmente todos miran el sueldo que, por la inflación, vale menos. Hoy cobrás y tenés que ir a hacer las compras al súper durante la primera semana, porque si esperas hasta fines de mes será difícil hacerlas. Tomás un taxi los primeros 15 días del mes y en la última quincena el taxista no pude levantar ni al loro. Eso ya pasó en la Argentina. ¿Cómo se soluciona? No es fácil porque en el medio está la recesión. El problema es cuando esa recesión se mantiene con inflación elevada. Es el problema de los 80. Hay que aprender lo que no debe hacerse. Tal vez con el escenario internacional favorable que tiene el país, en tres o cuatro meses se puede ordenar la cosa. Lo peor es no hacer nada, ocultar esos problemas debajo de la alfombra. En definitiva, doña Rosa y don José podrán llegar al 23, luego al 20 de cada mes, si la inflación se sostiene. Tal vez aproveche los descuentos que surgen, pero aquí -insisto- es malo que la inflación persista en economías desequilibradas. Las correcciones para esa situación pueden ser dolorosas para el corto plazo, pero si lo haces bien y rápido, vendrá el repunte, más aún cuando el contexto internacional es muy bueno.







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El dólar blue no tiene techo, ya se acerca a los $6 superando la cotización del euro
22/05/2012 La brecha con respecto al precio oficial ya superó holgadamente el 30%. Conozca la opinión de los expertos consultados por iProfesional.com






El dólar oficial de referencia cotizó este martes a $4,44 para la compra y $4,48 para la venta, según surgía de las pizarras de la city porteña.

Pero nuevamente, el dato del día fue que en el mercado informal, el blue se diparó 19 centavos, pues se negoció a $5,88 para la compra y $5,91 para la venta.

Según las propias estadísticas que aporta el Banco Central, más de la mitad de las compras en bancos y casas de cambio las realizan personas y empresas en un rango que no supera los 5.000 dólares. A partir de este dato, se puede afirmar que la brecha que existe entre uno y otro mercado, que ya supera el 30%, es la expectativa que tienen los compradores sobre la evolución futura de la divisa.




Por la búsqueda de dólares que observamos en el mercado, más los costos de transacciones que generan los controles y la debilidad del real brasileño, no sorprende que el contado con liquidación siga subiendo y toque los $6 como sucedió este martes", sostuvo un experimentado cambista.

"Esto hace que el dólar paralelo muy probablemente también llegue a los $6 y el mayorista o peso oficial apunte a $4,50 por dólar en muy pocos días", agregó.

"Todo confluye para que el dólar suba, aquí y en todas partes. La razón es muy sencilla: el mundo se encamina a una nueva crisis internacional. Nadie puede asegurar si el euro continúa o no, pero si sabemos quien será el ganador: el dólar", sostuvo Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica.

"En este contexto, el sector privado se dolariza y en el plano local también opera la misma regla. Más advirtiendo lo expuesta que está la economía argentina: sin superavit fiscal, ni externo, creciente déficit energético, sin acceso a los mercados y con algunos pasos en el camino del atraso cambiario", concluyó Castiñeira.

El problema es que todo indica que, mientras más presión haya sobre el dólar, la brecha entre oficial y paralelo podría hacerse más amplia.

De confirmarse esta posibilidad, se hará más difícil volver a la normalidad con la política monetaria y se agregará mayor presión inflacionaria, porque los agentes económicos toman como referencia el valor del dólar paralelo.

"La AFIP mete más miedo y el mercado se pone nervioso. Está claro que acá hay un overshooting: se dispara porque con poco volumen la presión lleva al dólar fácilmente hacia arriba, pero al menos en el corto plazo la cotización debería aflojar un poco, sobre todo porque viene fin de mes", analizó un cambista.

Milagros Gismondi, economista de Orlando Ferreres y Asociados (OF&A), consideró que "lo que estamos viendo es una mayor volatilidad y movimientos más bruscos, porque se trata de un mercado muy reducido, en el que también hay algo de sobre reacción por parte de los ahorristas".

El contado con liquidación llega a $6
El peso argentino con el que se giran divisas al exterior marcaba el martes un máximo histórico de $6 promedio por dólar, en medio de persistentes coberturas en moneda extranjera ante los férreos controles estatales que buscan impedir los negocios con divisas.

En las transacciones denominadas "contado con liquidación", en las que se compran bonos o acciones en pesos en el mercado local para negociarlos en el exterior a cambio de dólares, la brecha continuó expándiendose con respecto a los precios convalidados por el Banco Central.

La diferencia porcentual con respecto al peso oficial, regulado diariamente por la autoridad monetaria, se amplió a un 34,5 por ciento, una apertura considerada peligrosa por los analistas, que alertan sobre un impacto en los precios.

"La tendencia aperturista más clara la vemos en el contado con liquidación, porque los montos operados con más importantes y también nos están indicando las expectativas de devaluación y la debilidad del peso", sostuvo Gismondi.

"El que quiere dólares va a pagar lo que sea, más allá de los controles", dijo Aldo Pignanelli ex presidente del Banco Central.

"El apetito por dólares es notorio, el típico resguardo de los argentinos en momentos de incertidumbre", sostuvo un operador de un banco privado controlado por capitales españoles.

Agregó que "el contado con liquidación es para ahorristas con grandes capitales, pero los controles oficiales hicieron que algunos bancos extranjeros hayan dejado de hacer esas triangulaciones por los temores a posteriores investigaciones o sanciones".

El aumento de las diferentes brechas disparaba versiones de distinta índole, dijeron operadores, aunque el Banco Central mantuvo silencio.

"La debilidad del peso es avalada por la autoridad monetaria, que se ha convertido en el único actor de peso en el mercado formal ante las trabas para la compra de dólares por particulares e importadores", explicó un avezado operador del mercado.

Sólo en mayo el banco oficial acumula unos u$s1.100 millones mediante sus negocios en el circuito mayorista, aunque esas compras tuvieron escaso efecto en el volumen de reservas que atesora.

"Para cubrir los vencimientos de deuda sin afectar al stock de reservas, debe existir un excedente de divisas en el mercado cambiario, para lo cual es necesario que tanto importaciones como fuga de capitales se mantengan acotadas", remarcó la consultora Ecolatina.

Sobre el momento que atraviesa el mercado, el economista Miguel Kiguel relativizó los efectos que pueda tener la discusión por el valor del dólar en el mercado paralelo. Sobre el particular, afirmó que el problema relacionado al valor de la divisa estadounidense "es una cuestión más vinculada a las expectativas que por el lado real" de la economía.

Al momento de hacer una propuesta, el ex funcionario del Ministerio de Economía, recomendó dar más "oxigeno" a la plaza local y un cambio de la política monetaria del Central.

Además, el economista aseguró en declaraciones a Radio El Mundo, que "el mercado paralelo es pequeño".

Kiguel señaló que la mayor presión del Gobierno sobre el mercado cambiario impidió que "muchas personas puedan comprar lo mismo que podían comprar antes", y estimó que "eso generó algo de susto en la población".

"El tipo de cambio, esté a lo que esté en el mercado paralelo, no afecta a los importadores que siguen comprando al valor oficial", enfatizó el ex subsecretario de Financiamiento.

Finalmente, agregó que "en Argentina, más que en otros lados, el dólar es un instrumento financiero. Este doble rol de la moneda de usarse para comercio y para motivos financiero es lo que complica tanto el manejo cambiario en economías como la nuestra".

Para Gabriel Holand, CEO de HRGlobal, "el dolar blue refleja el temor colectivo de que, según la tradición argentina, algo malo va a pasar. Es decir, se cree que en algún momento, más temprano o tarde, va a existir una devaluacion. Algo que en mi opinión, está lejos de se cierto", enfatizó Holand.

"La realidad, es que el precio del blue se mantendrá elevado y el valor del dolar oficial seguirá con la actual tendencia, según lo paute el Banco Central", agregó el directivo de HRGlobal.

Carlos Risso, director de ZonaBancos.com, coincidió con este último punto, al afrimar que "todo parece indicar que la estrategia que trae la calle Reconquista seguirá enmarcada en sostener y avanzar sin demasiados saltos hacia nuevos máximos del dólar".

"Esta estrategia le permitirá ir engrosando sus reservas en la medida que la oferta de la exportación continúe siendo desnivelante respecto a la opaca demanda por las restricciones impuestas desde distintos organismos oficiales tanto para la importación como para el público en general", concluyó Risso.

"El traslado a precios de su cotización, en caso de que se produzca, no tiene por qué ser inmediato", sostuvo, para agregar que "eso de que el blue levanta los costos de la economia es relativo".

"A favor del no traslado juega que la economía está en proceso de contraese más que de expandirse y además, el mercado de divisas está muy controlado", concluyó Holand.

Jorge Todesca, Director de Finsoport, sostuvo en su último informe que "sólo una gran torpeza alimentada por el pánico puede explicar la repentina clausura del mercado cambiario para los particulares dispuesta por el Banco Central".

"Si bien la salida de capitales seguía siendo abundante, no ponía en peligro el stock de reservas y, eventualmente, otorgaba todo el tiempo necesario para alguna reestructuración ordenada del sistema de controles", agregó Todesca.

"La torpeza y el pánico, cuando se juntan, conducen a reacciones peligrosas. Lejos de la sintonía fina reiteradamente anunciada por el Gobierno Nacional, el cerrojo cambiario luce como un hachazo de leñador enardecido", grafica el exviceministro de Economía.

Todesca agregó que "ha habido controles de cambio durante 80 años y en muchos casos desdoblamiento del mercado cambiario. Pero los ciudadanos tenían acceso a la compra de dólares en el mercado oficial al menos para cuestiones tan elementales como realizar un viaje (había cupos presentando pasaporte y pasajes) o atender su salud en algún centro asistencial del exterior".

"La misión de administrar las reservas se ha convertido en un acto arbitrario y francamente poco racional, que sólo sirve para complicar el funcionamiento de la economía y la vida de los ciudadanos y que sólo servirá para crear más incertidumbre y demanda de dólares", concluyó Todesca.

Para el economista Luis Palma Cané, "el control de cambios es el error de política económica más grande que ha cometido este gobierno y que, según indican los libros, tiene como salida un período de inflación y recesivos".

"Básicamente, no se puede violar la ley de la oferta y la demanda, que indica que si la primera baja y la segunda sube, el precio del bien –en este caso los dólares-, aumenta", agregó el economista.

"Una brecha tan amplia cono la que estamos viendo genera un problema adicional: los importadores aceleran sus compras y los exportadores demoran sus operaciones porque la cuestión de fondo es la inflación", advirtió Palma Cané.

"En lo que va del año, ya se liquidó el 45% de la exportación, lo que nos anticipa que el segundo semestre de 2012 habrá una mayor presión sobre el mercado cambiario", concluyó Gismondi.





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