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La economía lineal que imperó en el auge de la sociedad de consumo no tiene futuro. El extraer, producir, usar y tirar alcanza su fin. Ahora es el momento de reducir, reutilizar y reciclar; la llamada economía circular.

o dicen los estudios científicos y lo afirma nuestra Tierra. Los recursos naturales: petróleo, agua…son limitados y cada vez más difíciles de conseguir. La mayoría de las industrias creen que son ajenas al medio ambiente, pero en realidad dependen de él. El viejo sistema “lineal” está cayendo por su propio peso. Debemos dar paso a un nuevo modelo.




Recientemente Naciones Unidas ha presentado las conclusiones de un informe que sintetiza la opinión de más de 800 científicos en el que se pide a los países del mundo que reduzcan a cero las emisiones de gases contaminantes para el año 2100. El Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC) ha constatado que la influencia de los seres humanos sobre el clima es rotunda, y que es necesario actuar sin dudas, dado que tenemos los medios para hacerlo.



Desde la asociación ecologista Amigos de la Tierra nos afirman que aún estamos a tiempo de salvar la Tierra. “Estamos al borde de un punto crítico que no podremos sobrepasar para no desestabilizar los sistemas de la tierra, entre ellos el clima” señala Alejandro González, el responsable de clima y energía dentro de la asociación. “La urgencia –destaca González- es tal, que por ejemplo las emisiones de gases de efecto invernadero tienen que empezar a disminuir en menos de cinco años. De lo contrario, tendremos que dejar la mayor parte del petróleo y otros combustibles fósiles que conocemos sin extraer, y debemos parar la destrucción de la biodiversidad para el año 2020”.



Entre las medidas que propone Amigos de la Tierra, además de dejar de usar inmediatamente los combustibles fósiles (reto gigantesco porque ahora somos dependientes del petróleo), señalan el cambio en la manera de producción de alimentos. “Debemos caminar hacia una agricultura sostenible, que no requiera destruir los bosques, que no produzca alimentos que acaban siendo consumidos a miles de kilómetros de distancia, y que controle las emisiones del suelo, del ganado, de los fertilizantes…Igualmente, tenemos que disminuir nuestras necesidades de transporte a niveles sostenibles” apunta Alejandro González.



La economía circular es una alternativa a tener en cuenta, “la única opción sostenible” según Amigos de la Tierra. Se plantea la recirculación de todos los materiales, sin eliminar ninguno en el proceso mediante incineración o vertedero. Estas prácticas, además de ahorrar recursos naturales, también ahorran emisiones en la atmósfera. La idea que alimenta la economía circular es al fin y al cabo reproducir la dinámica de la naturaleza, donde no existe el concepto de residuo.


link: https://www.youtube.com/watch?v=7caAxy3Gkd4


A esta línea se están sumando empresas como por ejemplo Esporas, una compañía que produce setas de forma ecológica y cooperativa. Transforma los posos de café, un residuo que antes contaminaba en dos productos: setas y abono para las plantas. La idea, según comentan sus creadores, Paula Machín, Javier Peña y Luna Rodríguez surgió del foro de economía azul (donde se publican proyectos viables que emiten cero emisiones de gas de efecto invernadero).



eña señala que han desarrollado los programas “Campus” y “Hospital Recicla” en colaboración con la Universidad Complutense y con varios hospitales madrileños, mediante los cuales han conseguido reciclar 34.800 tazas de café al mes. Los posos se mezclan con el micelio (semilla de la seta) y los dejan tres semanas en oscuridad para que el hongo se expanda y se prepara para su fructificación (la salida de las setas). En el momento en el que lo exponen a la luz, le añaden el agua y en 10 días ya se produce, tal y como afirma Peña, “un buen manojo de setas”.



Contrariamente a lo que la gente puede pensar, las setas no contienen absolutamente nada de cafeína, ya que ésta ha sido transformada por el hongo en proteína. Por lo tanto, son aptas para todos los públicos. En definitiva, un negocio que no sólo ayuda al medio ambiente, sino que genera puestos de trabajo locales y cooperativos.

Las personas tienen un papel importante a la hora de elegir un estilo de vida lo más sostenible a través de sus hábitos cotidianos, pero con ello no basta. Amigos de la Tierra hablan, además, de que la ciudadanía tiene que exigir a los responsables políticos ayudas públicas a las energías renovables; la planificación del transporte; la educación ambiental; la fiscalidad ambiental; la gestión de los residuos; la planificación de la agricultura; o la preservación de la biodiversidad. Todo ello es responsabilidad de las administraciones, por lo que es necesario que las personas exijan directamente medidas a los gobiernos.

¿Rediseñamos nuestra sociedad? La Tierra aún nos brinda una oportunidad y nosotros tenemos los medios necesarios para hacerlo. Cierra los ojos y piensa por un instante en el futuro. ¿Verdad que te gustaría estar en él?

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