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Servicio Angaú: cómo zafar en Navidad con regalos pedorros y quedar como un duque.



El típico mocosito de mierda al que nada le gusta.



Los padres de hijos menores de 10 años saben de lo duro que es cada diciembre, cuando se acerca el momento de asumir el papel de Papá Noel y no queda otra que salir en búsqueda de regalos que cumplan dos condiciones difíciles de conciliar: impacto positivo en los niños y lo menos negativo posible en los bolsillos propios.



Angaú Noticias consultó a especialistas de la Asociación Civil Padres Repodridos de ser Padres, quienes elaboraron una serie de consejos útiles para quedar relativamente bien con los pendejos de mierda aun obsequiándoles regalos poronga adquiridos en locales "Todo por 2 pesos" o ferias similares.

Las recomendaciones a tener en cuenta son las siguientes:

Baje las expectativas de los chicos. Estrategia I: ir a lo más. El ideal, sin duda, sería no tener que asumir gasto alguno. Inténtelo llegando a su casa y comentando a su pareja -como si no supiera que está siendo escuchado por los chicos- "che, ¡no sabés, parece que Papá Noel se hizo mierda con el trineo contra un camión en la ruta 12!". Analice las reacciones. Si observa credulidad en los pibes, continúe con el plan.

Baje las expectativas. Estrategia II: desalentar los pedidos caros. Como en materia de seguridad urbana, aquí lo crucial es prevenir. El momento clave para actuar son los días en que los chicos se preparan a hacer la famosa "cartita" al Niño Dios. Aprovechando que todo niño es un analfabeto total o parcial, y por consiguiente muy manipulable, bombardéelos en esa etapa con frases interesadas, como por ejemplo: "Qué cagada, se dejó de fabricar la Play Station", "Al hijo de Héctor le tuvieron que cortar los brazos por usar celular" o "Había sido que para que un chico pueda tener computadora lo tienen que vacunar con una aguja más grande que una regla T".

Aliente los deseos de bajo costo. Aquí también es decisivo actuar en los días previos a la fatídica redacción de "la cartita". Diga con voz alta a su pareja expresiones del tipo "Es impresionante en Estados Unidos cómo los chicos quieren camiones volcadores de plástico que no son a control remoto ni llevan pilas", siempre con el agregado, tras unos segundos, de un remate tipo "...pero ya casi no se consiguen ¡sólo quedan unos pocos en el mundo!". Coordine con su esposa/o para que de inmediato exclame: "¡Noooo!¿Y qué puta hacemos si los chicos llegan a pedir un camioncito asíiii !¡Sería casi imposibleeeee que Papá Noel lo consiguiera!". Observe que de inmediato el niño irá a escribir la carta pidiendo un juguete de esas características, que se consigue a 3,50.

Plan Z. Como último recurso, cuando usted tiene menos de 10 pesos para el regalo y las estrategias anteriores no funcionaron, vaya a lo extremo. Es una opción cuestionada por algunos psicólogos infantiles, pero qué carajo saben de niños los piscólogos infantiles, ¿verdad? Consiste en seguir los siguientes pasos:

a) Verifique exactamente cuánto dinero tiene para comprar un juguete

b) Llame a un amigo de su hijo, de esos que ya saben que Papá Noel no existe.

c) Ofrézcale el dinero reunido a cambio de que le diga a su nene que el Niño Dios son los padres, obviamente sin contar que usted le encomendó el trabajo sucio.

d) Cuando su hijo, tras la tremenda revelación, se dirija a usted para preguntarle si lo que le dijo su amigo es verdad, usted no diga que sí, pero muestre un gran nerviosismo y tartamudee.

f) El niño, con frecuencia, intenta autoconvencerse de que lo que le dijeron es mentira. Por eso, si es necesario, extienda el tartamudeo y el nerviosismo las horas que sean necesarias para que el pobre infeliz se dé cuenta de que le dijeron la verdad.

g) De ser necesario, avive las deducciones de su hijo diciéndole a su esposo/a frases del tipo: "Parece que al nene le dijeron ESO", a lo que el/ella deben responder con un "Se lo tendríamos que haber dicho ni bien nació, así ahora no se sentiría tan recontra pelotudo".

h) El niño, rendido a las evidencias, empezará a llorar de manera inconsolable. Arréglelo con un helado.

i) Al llegar a la heladería, hágale creer que sólo hay helados del tipo palito de agua.

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