Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Por más de una hora, un joven enamorado esperó a su pareja en los exteriores de la estación Angamos del Metro, pero la historia tuvo un triste desenlace.




Al joven enamorado no se le ocurrió mejor idea que espera a la mujer que ama con un ramo de flores. Pero eso no sería la única sorpresa que tenía para la afortunada mujer, un enorme peluche indicaba que estaba dispuesto a todo y que sus sentimientos también serían grandes.

La enternecedora sorpresa de amor fue registrada en la estación Angamos del Metro. En este lugar, decenas de personas se acercaron para presenciar una romántica escena, algo inusual en las calles.


El tamaño del peluche llamó mucho la atención de los transeúntes. Todos querían ser partícipes del esperado encuentro. Con celulares en mano contaban los minutos para que aparezca la novia.

El joven también esperaba muy atento a la mujer que ama. Sin embargo, algo impidió que el ‘final feliz’ se haga realidad.

Pasaban los minutos y la paciencia era una de las virtudes más rescatadas del hombre enamorado. Pero al parecer los testigos no ayudaban mucho pues algunos murmuraban por la impuntualidad de la chica. Fue así como pasó media hora y la dueña del ramo de flores y el peluche no llegaba.

Se evidenciaba los nervios del joven. Pese a que algunos usuarios indicaban que era preferible llamarla, nunca se dio.

Ya habían transcurrido casi 90 minutos y era evidente que la mujer nunca llegaría. Varias personas admiraban al hombre que no hacía otra cosa que mirar al frente.

Pasó el tiempo y nunca apareció. El joven decidió retirarse del lugar con una trizteza en el alma Al parecer poco le importaba si el peluche se ensuciaba o no.

El video de Facebook fue compartido por el usuario Oscar Yataco y ya superó miles de visitas. Algunos usuarios reclaman a la mujer por no aparecerse en el lugar.

Sin duda, una anécdota que muchos recordarán pero pocos desearán que les suceda.