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Paseando por internet me encontre algo que me causo curiosidad y me puse a leer y me parecio muy interesante y por eso decidi compartirlo con ustedes, espero que sea de ayuda para muchos de ustedes y se den cuenta de algunas cosas.

Los invito a leer y que lo lean todo, no es muy largo y tomarse 10 minutos para leer quizas pueda cambiar la opinion sobre la vida de muchas personas, gracias, comenzemos.








• Nadie Nos Enseñó a Vivir •




"Muchos justifican los momentos difíciles de sus vidas diciendo que “la vida es así”. La vida no es así, la vida simplemente es. La vida no es ni mala ni buena, simplemente es. La existencia no viene con un manual que nos indique cómo vivir, llegamos a ella en cero, nada de ella sabemos, pero desde el mismo momento en que a esta llegamos comenzamos a aprender.





Nadie nos enseñó a vivir. Las enseñanzas que recibimos a través de distintos medios, son sólo informaciones que adquirirán valor el día que las confirmemos en nuestra misma vida; sólo entonces éstas enseñanzas se transformarán en sabiduría. El que vive se va se va volviendo sabio... si quiere.





Nadie nos enseñó que somos seres emocionales. Que gracias a las emociones podemos vivir momentos maravillosos y que igual, podemos hacer sentir a otros momentos fascinantes. Nadie nos enseñó que también es a través de las emociones que tenemos profundas heridas dolorosas que quedaron grabadas en nuestro corazón. Por esto hay gente que en el peor de los casos terminan odiando la vida, y en el mejor castran sus emociones y se vuelven fríos, como si la vida tuviera la culpa.





Nadie nos enseñó que somos seres racionales. Que gracias a la razón podemos vivir una vida de acuerdo a nuestro propio estilo, determinando el rumbo de nuestra existencia, que podemos escoger a donde vamos a llegar y las formas de hacerlo. Sin embargo nadie nos enseñó que “el que mucho piensa poco hace” y que por pensar demasiado siempre terminamos encontrando “razones” para no hacer las cosas, cerrando así las puertas que nos podrían dar la vida que queremos.





Nadie nos enseñó a vivir. Nadie nos enseñó que ni la emoción y tampoco la razón son nuestras enemigas, que sí existe una combinación “perfecta”, una medida que cada quien debe lograr de acuerdo a su realidad para realizarse plenamente.
Muchos nos hablan sobre el futuro, ese espacio donde vamos a pasar el resto de la vida y vemos a una gran mayoría viviendo en torno a eso. Nadie nos enseñó que el futuro siempre será consecuencia del presente, y que si queremos un mañana pleno debemos ser plenos hoy, independientemente si ya estamos donde queremos estar porque la felicidad no es el resultado sólo de lo que se consiga, sino de lo que somos, de cómo nos sentimos con nosotros mismos y de que vayamos aceptando a la persona en que nos vamos transformando por alcanzar la meta que nos hemos propuesto.





Nadie nos enseñó que nos terminamos convirtiendo en lo que a diario pensamos y que nos terminamos creyendo todas las voces que habitan en nuestra mente. Que hay muchos que se auto proclaman libres – y tal vez lo sean de muchas cosas – pero son víctimas de sí mismos, de lo que creen, de lo que piensan. Hay muchos que llevan vidas complicadas, pesadas, duras; si supieran que muchas cosas cambiarían si cambiaran ellos mismos.





Nos enseñaron a creer que la felicidad está en cosas, momentos y personas, y es por eso que encontramos a muchos que si no tienen esto o aquello no son felices, se niegan el bienestar. Si bien es cierto que esto ayuda, no es del todo verdad. Nunca alcanzaremos la felicidad así obtengamos lo que queremos, porque cuando lo logremos vamos a querer más. Nadie nos enseñó que podemos escoger nuestro estado de vida independientemente de lo que suceda alrededor, que nada ni nadie nos puede quitar nuestra plenitud salvo que nosotros mismos lo permitamos ... ese es el dilema.





La gran mayoría vive como cree que debe vivir y una pequeña minoría lo hace de la mejor manera posible. Sin embargo nos enseñaron a creer cuanta cosa nos enseñan y terminamos viviendo una vida prestada porque así nos formaron. Y a los que nos educaron ¿quiénes los educaron a ellos?. Mucho cuidado con nuestro sistema de creencias esas ideas a las que les apostamos la vida, molesto es darnos cuenta mucho después que colocamos la vida del lado equivocado. Nadie nos enseñó que podemos cuestionar nuestras creencias, que podemos reevaluarlas y darles sentido. ¿Por qué vivir lo que nos queda con cosas que nosotros mismos consideramos ilógicas?





Nos enseñaron que la paciencia es buena, que al que sabe esperar las cosas se le darán, pero no nos enseñaron que hay dos formas de esperar; la espera activa y la pasiva. El que aguarda pasivamente espera prácticamente “sentado”, esperando que las cosas se le den; tal vez nadie le ha dicho que del cielo lo único que le va a caer es lluvias. Y está el que aguarda activamente. Este lucha por lo que quiere, se mueve, gestiona, hace que las cosas pasen, no espera a que sucedan, sabe que normalmente no se dan de una vez pero que terminan dándose, resultado de su esfuerzo; pero nadie nos enseñó eso.





Con el tiempo terminaremos valorando muchas cosas que nos han sido dadas, pero nadie nos enseñó que no hay necesidad de esperar tanto para hacerlo. Valora pues desde ahora a tu familia, tus amigos, lo que eres y la vida que escogiste vivir.





Nadie nos enseñó que en el camino encontraremos situaciones que nos harán más fuertes, más vigorosos, más maduros. La gente llama a éstas obstáculos o “pruebas de la vida”, como si la vida estuviera a la vera del camino lista a mandarnos al suelo. Esta es una manera de justificar la minusvalía, la pereza mental, la pobreza de compromiso. Nadie nos enseñó que va a haber días oscuros, cansancios pesados y momentos sombríos que nos invitan a abandonar, a dejar de lado nuestros esfuerzos porque “creemos” que no vamos a alcanzar. Nadie nos enseñó que en esos momentos por lo general lo que queremos está al otro lado del velo, después de la siguiente curva a unos cuantos pasos más. ¡Cuántos han abandonado estando tan solo a unos metros!





Tal vez algún día al final, en el ocaso de nuestra existencia, o quizás al haber avanzado buena parte de una larga vida en una tarde apacible miremos atrás, al pasado y comprendamos entonces que el único culpable de nuestros fracasos fuimos nosotros mismos, que nada ni nadie nos llevó a esa situación, solamente nuestra libre decisión. Igual también entenderemos que los éxitos, triunfos y logros fueron única y exclusiva responsabilidad nuestra y que no llegamos más lejos porque así lo decidimos, que en ese momento de nuestra vida estaríamos quizás más lejos, más alto, mucho mejor si hubiésemos aprovechado nuestros presentes con valentía, con más riesgos, más sueños, si hubiésemos entendido que somos nosotros mismos los que edificamos un maravilloso futuro, o un oscuro mañana con nuestras manos. Si alguien nos hubiese enseñado que eso es “ser responsables”.





Hay quienes dicen; “si tuviera 30 o 40 años menos pero con lo que sé ahora”... allí está una muestra de por qué esos están como están. Nadie les enseñó que a pesar de lo que saben que no es la edad, ni el dinero, ni el lugar lo que nos hace plenos, sino nuestra decisión y lo que hagamos con nuestros momentos presentes.





Nadie nos enseñó a vivir. Aprovechemos nuestro presente, nuestro ahora y hagamos de nuestra vida lo que queremos que sea..


¡AHORA!
















Espero que haya sido de utilidad para alguien.

Me parecio algo muy interesante para compartir con todos los taringueros y taringueras.

Espero sus comentarios y opiniones, siempre con respeto.. Quien se desubique o insulte su comentario sera borrado y el usuario bolqueado.

Gracias por pasar.



SALUDOS.