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El calendario maya, el I Ching, las antiguas tradiciones, la Biblia, los oráculos griegos, los profetas medievales y renacentistas... Todos parecen indicar que algo crucial sucederá en nuestra época. Según muchos expertos, es obvio que las fuerzas predominantes del mundo moderno no están en equilibrio. Lo último en unirse a esos vaticinios de que nos acercamos a un punto final es un programa de ordenador profético basado en Internet, que señala a 2012 como un año decisivo. El libro Las grandes profecías de la Historia [Plaza & Janes), del que hemos extractado este texto, intenta responder a la pregunta clave: ¿Sobrevivirá la especie humana a tan dramático proceso?




La tecnología se ha convertido en una herramienta capaz de aportar insospechadas predicciones futuras, al tiempo que muchos científicos han llegado a la conclusión de que, en la actualidad, la experiencia humana está llegando a algún tipo de climax final. Cada persona que estudia este fenómeno utiliza términos distintos para describirlo. Pero en esencia todos hablan de un período de gran agitación y cambio, el más importante en la historia del ser humano. El último oráculo que ha llegado hasta nosotros es el resultado del triunfo revolucionario de la era de la informática. Es la versión más moderna de las profecías que se refieren al año 2012 y procede de un oráculo que ni siquiera es humano. Sus inventores lo llaman el Proyecto Web Bot.



UN MOMENTO EN EL TIEMPO QUE RESULTA
TAN CRUCIAL COMO ASOMBROSO
En 1997, un misterioso asesor informático, llamado Cliff High, junto con sus socios y el asesor financiero George Ure, fundador de la empresa People-nomics, desarrollaron un programa informático llamado Web Bot para predecir futuras tendencias bursátiles. Este software utiliza miniprogramas independientes, denominados «sistemas de arañas» o «agentes», que recorren Internet en busca de indicios sobre futuras noticias financieras.
Los web bots se basan en el concepto de que un examen masivo del lenguaje pondrá de manifiesto una conexión directa con el inconsciente colectivo y aportará indicios sobre el futuro.
«Cada vez que alguien hace una inversión, está haciendo al mismo tiempo una predicción sobre el futuro», explica su creador George Ure.
Mientras buscaban estas predicciones financieras y mercantiles, los analistas se dieron cuenta de que con este programa podían determinar, por ejemplo, si estaba a punto de comenzar una guerra o si determinada economía estaba al borde del colapso. Así, mediante los web bots, Internet se había convertido en un método predictivo.
Web Bot crea una red de búsqueda en Internet para rastrear determinadas palabras clave en los millones de textos que se mueven en el ciberespacio. Cuando localiza la palabra, el programa toma una pequeña parte del texto de donde procede. Es decir, no sólo encuentra la palabra clave, sino también las que están cerca de ella; de este modo, analiza el contenido en un contexto emocional y los resultados, utilizando herramientas lingüísticas. Es la manera de obtener, dicen sus creadores, acceso al «inconsciente colectivo». Los datos llegan a un punto de recogida central donde se leen, se filtran y se reducen a números y a una serie de puntos que se distribuyen en un gráfico. Con el tiempo, los puntos en el gráfico se concentran en ciertas áreas y luego se interpretan para obtener de ellos algunas conclusiones o predicciones básicas. Los resultados aparecen como misteriosos fragmentos recortados, que recuerdan mucho a las cuartetas de Nostradamus. Tras completar innumerables búsquedas y compilar informes de tendencias, en 2001, uno de los analistas del Proyecto Web Bot descubrió que en los resultados había algo más que simples datos financieros. Leyó palabras como «Nueva York», «Wahabi» (la principal corriente islámica en Arabia Saudí, de donde procedían la mayoría de los terroristas del 11 -S), «ataque en el interior» o «fuego en el cielo»... «En junio de 2001 realizó una predicción bastante sorprendente: que en los próximos sesenta o noventa días, un acontecimiento cambiaría la vida en Estados Unidos», recuerda George U re. Los creadores del proyecto creen que predijo con precisión los ataques terroristas a las Torres Gemelas del World Trade Cen-ter del 11 de septiembre. Y desde entonces, empezaron a prestar más atención a esta capacidad del programa. Fue así cuando comenzaron a predecir diversos eventos mundiales y fenómenos climatológicos y sociales. «Oí hablar de ello por primera vez en junio de 2001, cuando uno de mis amigos me envió un e-ma//diciendo que algún chiflado estaba anunciando que ocurriría algo a finales de verano: edificios muy altos destruidos, aviones, terrorismo, muchos muertos. No hice caso. Unos años más tarde, recibí otro mensaje de mi amigo: 'Ciudad del sur, inundación, muchos muertos'». Mi respuesta fue: «Si ocurre algo, empezaré a hacer caso». Y tres semanas después llegó el Katrina a Nueva Orleans, cuenta el escritor y cineasta Jay Weidner, productor de las películas documentales 2012, La Odisea y su secuela La Ola del Tiempo 2013.





El huracán Katrina arrasó la costa sur de Estados Unidos en 2005, causando inundaciones catastróficas y casi dos mil fallecidos. «Pero ya en agosto de 2004, hicimos una predicción sobre terremotos, con unos trescientos mil muertos, que fueron provocados por un tsunami en diciembre de 2004», asegura Ure. Los que usaban el programa como un instrumento de predicción empezaron a anunciar más tendencias, muchas de las cuales apuntaban hacia un futuro oscuro y peligroso. Según algunos, Web Bot también predijo el gran apagón de 2003 en la costa Este, el desastre del Columbia, el crash de la Bolsa de 2008, las quiebras bancarias, el desempleo masivo, el colapso del mercado hipotecario... Todo ello basándose en la información del ciberespacio.





EL CALENDARIO DE LA FATALIDAD
Pero lo más inquietante son las profecías de los web bots para el año 2012. Los analistas se sorprendieron al descubrir que el programa parecía indicar que en un futuro próximo habría un evento de proporciones apocalípticas. La primera frase del informe para ese período dice: «Nosotros estamos condenados». Algunos creen que el programa prevé incontables víctimas a causa de una rara combinación de enfermedades, colapso económico y hasta una amenaza espacial no identificada.
Según los web bots, esta serie de catástrofes comenzarían en torno a 2009 y alcanzarían su punto más álgido en el año 2012. Anuncian preludios de catástrofes mundiales crecientes, sin especificar lugar o fecha exacta, que desencadenarán una serie de macroeventos supuestamente en 2012.






«Sinceramente, no sé qué va a suceder. Esta tecnología podría mezclarse con muchas otras teorías predictivas que hay en la red, como el calendario maya, ya que vivimos una época en la que se habla continuamente del Sol, la energía, los estallidos de rayos gamma...», afirma George Ure. Según parece, hay un silencio a comienzos de 2012 hasta mayo de 2013, que «podría deberse a que nuestra civilización regresará a un estado pre-electrónico como el que se daría después de una devastación por alguna actividad solar». Muchos consideran normal que la fecha coincida con las supuestas profecías mayas sobre 2012, ya que ese es uno de los temas más discutidos en Internet, por lo cual no es extraño que Web Bot registre esta lectura del pensamiento colectivo.








Sin embargo, también una profecía hopi asegura que cuando el fin se acerque, cruzará el mundo una «telaraña». ¿Podría ser una referencia a internet (World Wide Webo Red Mundial), que une a todo el planeta como nunca antes? «Web Bot es muy interesante porque se corresponde con la profecía de los indios hopi (sobre el fin de los días), según la cual el mundo estará cruzado por una especie de tela de araña y todos estarán interconectados por sus hilos. Ahora ya tenemos esa Telaraña Mundial' en Internet», sostiene Marie D. Jones, autora del libro 2013: The End of Days or a New Beginning, en donde intenta dar respuesta a si el mundo llegará a un final de fuego en esa supuesta fecha fatal, si vamos a ver una transformación positiva que marcará el comienzo de una nueva Edad de Oro o, como creen muchos, no ocurrirá nada fuera de lo común.




«O CAMBIAMOS O NOS EXTINGUIREMOS»
Web Bot no es más que un indicador que se une al torrente de conocimiento y predicciones que anuncian un gran cambio transformador cercano a 2012. Indica para estos años cambios positivos como la destrucción del sistema monetario que nos esclaviza, la caída de los poderes fácticos y el surgimiento de una nueva forma de entender el mundo. Sin embargo, sus predicciones sobre el clima para Estados Unidos, la Unión Europea y vastas zonas de Asia, que anunció en el informe de la primavera de 2009, son bastante dramáticas: terremotos masivos, inundaciones y desastres ambientales destructivos. «Desde los años noventa vemos como las cosas se van acelerando, todo va cada vez más deprisa. Los glaciares se están derritiendo a un ritmo increíble. Todos sabemos que el nivel del mar subirá en todo el mundo. Algunos lugares podrían desaparecer. Creo que ahora empezamos a ver que lo que decían los indígenas, y quizá incluso ya está sucediendo lo que anunciaba el Libro del Apocalipsis», asegura la directora de cine nativa americana Mag-gie Banner, directora del thriller Thunderheart, un alegato en defensa de los derechos y tradiciones de los aborígenes. «Uno de los problemas de esta tecnología -señala Ure- es que no proporciona buenas noticias. Nos reporta datos como la previsión de un ataque a Israel o un gran terremoto en la costa Oeste. Podríamos presenciar también una extraordinaria tormenta solar. ¿Se tratará de una gran descarga de plasma que golpee la Tierra y abrase gran parte de Norteamérica, salvo a los que se resguarden en cuevas? Es pronto para decirlo».






Pero los escépticos niegan que el ciberespa-cio tenga capacidad para predecir el futuro. Aseguran que no son más que coincidencias, un patrón sin sentido de sucesos aleatorios. «Desde hace milenios, siempre ha habido quien ha dicho que el fin estaba cerca, en un plazo de tres o cinco añds, lo suficiente para recoger algún dinero», mantiene Michael Sher-mer, editor de Skeptic Magazine, publicada por la Sociedad de Escépticos, que promueve el pensamiento crítico. Y es que el apocalipsis vende mucho, particularmente entre los creyentes más fundamentalistas.







Según muchos expertos, el proceso histórico está llegando a su fin. «Se siente como si el tiempo se estuviera acelerando y se dirigiera inexorablemente hacia un cambio de gran alcance en nuestra realidad cotidiana. Nuestro mundo, todo lo que nos rodea, se está modificando en este momento. Depende de nosotros que tomemos las decisiones adecuadas, porque todo lo que se decida afectará al futuro y a la vida de nuestros hijos y nietos», afirma la especialista en mitos Sharron Rose, directora del largometraje documental Timewave 2013. Para Eric Meyer, arqueólogo y profesor de Religión de la Universidad de Duke, «no podemos prever el futuro, pero sí podemos tener esperanzas de cara a lo que vendrá y afrontarlo con optimismo. Ése es el verdadero mensaje de cualquier profecía».
El mensaje de éstos y tantos otros expertos es que la especie humana está dirigiéndose hacia la extinción, a menos que cambiemos nuestras actitudes y acciones con la rapidez necesaria para evitar un desastre inminente.






LA CONCIENCIA PLANETARIA
Los web bots no son los únicos que utilizan Internet con la intención de sondear la conciencia global y encontrar las claves de nuestro futuro. El Proyecto Conciencia Global (GCP), de la Universidad de Princeton, ha demostrado que la conciencia colectiva puede medirse y afecta a la materia y, posiblemente, al resultado de acontecimientos futuros (AÑO/CERO, 178). «Podemos ser capaces de predecir que un gran evento mundial va a pasar-afirma Ro-ger Nelson, líder del proyecto-, pero no sabemos exactamente qué pasará o dónde». Hace tres décadas, el ex decano de Princeton Robert Jahn decidió investigar las extraordinarias facultades de la mente, valiéndose del método científico y los instrumentos más punteros. Utilizando un aparato que genera secuencias aleatorias en código binario (ceros y unos), confirmó que la psique podía influir voluntariamente en los resultados generados por esa máquina. Años después, Nelson quiso aprovechar las grandes posibilidades que ofrecía Internet para determinar si este «poder de la mente sobre la materia» podía tener más fuerza si se utilizaba a grupos de personas. Se conectaron un centenar de dispositivos electrónicos o electro-gaia-gramas (EGG), distribuidos en universidades y laboratorios científicos de cuarenta países, que generaban sin cesar una serie aleatoria de ceros y unos. Todos juntos creaban, cada hora, una secuencia de más de sesenta y cinco millones de números que se enviaban por fibra óptica a un servidor central ubicado en un laboratorio de la Universidad de Prin-ceton, donde intentaban interpretarlos expertos en muy distintas ramas. La máquina iba proyectando sobre un diagrama cartesiano una línea en la cual se marcaban los resultados obtenidos, superponiéndola a otra con los atribuibles al azar. En las mediciones realizadas por los EGG, la ley estadística del azar se cumplía, dando un 50 por ciento para cada opción de unos y de ceros: ambas líneas eran similares y se solapan la una con la otra. Pero el 6 de septiembre de 1997 la línea horizontal se alteró bruscamente. En aquellos momentos millones de personas seguían por televisión los funerales de Diana de Gales, que provocaron un profundo impacto colectivo.





En años sucesivos, los EGG han registrado dos centenares de sucesos importantes cuando, en determinadas fechas y horas, en el grá-
fico se advertían muchos más ceros que unos, o viceversa. Según los investigadores, cuando ocurre un suceso importante, como el 11-S o el gran tsunami, estas secuencias aleatorias comienzan a mostrar patrones que no obedecen al azar. Ante grandes sucesos, por alguna razón se modificaba la emisión aleatoria de números. El equipo propuso que la causa de tales alteraciones podía ser la existencia de una «conciencia global».
Pero el GCP no sólo detecta la conmoción de la poderosa carga emocional que generan ciertos acontecimientos en la población, sino que predice esos sucesos. El 11 -S se produjo un repunte de la actividad no aleatoria cuatro horas antes de los ataques terroristas. Los EGG detectaron el tsunami con veinticuatro horas de antelación. Y también comenzaron a «comportarse» de forma extraña durante otros muchos sucesos de gran impacto colectivo. Sin embargo, los escépticos alegan que su interpretación no se produjo hasta que los sucesos ya habían tenido lugar. Afirman que algunas desviaciones de los gráficos no se han identificado y, por tanto, hay numerosos sucesos que no están relacionados con ellas. Alegan que estas anomalías pueden explicarse mediante el azar, y que el proyecto no da ninguna explicación sólida de cómo afecta la conciencia humana a los EGG. Mientras, los miembros del proyecto aseguran estar utilizando las técnicas científicas y los cálculos matemáticos más rigurosos para evitar posibles conexiones aleatorias sin relación real. «Estamos deseando descubrir que hemos cometido errores -afirma Nelson-. Pero nadie ha sido capaz de encontrarlos. Nuestros datos muestran claramente que las posibilidades de obtener tales resultados por azar son de una entre un millón». De momento son cautos y, en cuanto a los EGG como ventana al futuro, reconocen su liimitación, ya que sólo pueden saber que algo importante va a pasar pero no determinar el momento ni el lugar.
Estos investigadores sólo plantean que la fuerza mental conjunta de muchos individuos podría provocar modificaciones en el plano físico, o incluso adelantarse en el tiempo a los acontecimientos que van a producirse. Pero no se atreven a predecir nada para 2012 como los seguidores de Web Bot y otros vaticinios.
Algunos piensan que las tormentas solares provocarán destrucción sobre nuestro planeta, la energía se apagará y puede que hasta comience una nueva glaciación. «Será muy difícil sobrevivir, porque los volcanes que entrarán en erupción originarán una nube de polvo que se mantendrá durante, al menos, cuarenta años. No tendremos alimentos, casi no se verá el Sol, no tendremos electricidad», dice Pa-trick Geryl, autor de varios libros sobre 2012. Geryl, que está firmemente convencido de la catástrofe inminente, dejó su trabajo en un laboratorio de París y comenzó a preparar a un grupo de «supervivientes», actualmente muy activo, para repoblar el planeta.


¿SUPERVIVENCIA MINORITARIA O
TRIUNFO DE UNA CONCIENCIA GLOBAL?
Según Geryl, la Tierra sufre cada seis mil años conmociones capaces de eliminar toda forma de vida, y ahora se avecinaría una inversión periódica del magnetismo terrestre, aunque sería de mayor magnitud que la que hizo desaparecer a la Atlántida. Geryl asegura que en un mismo día de 2012 se producirá el máximo solar, una inversión de los polos magnéticos del Sol y éste quedará alineado con el centro de la galaxia. Los más pesimistas creen que, ese día, la civilización podría perecer barrida por olas de hasta un kilómetro de altura y sólo sobreviviría una pequeña parte de la población, que tendría que recuperar los pocos recursos que queden. «Las únicas personas que sobrevivirán son las que tomen precauciones ahora», asegura Jay Weidner.
Para muchos, la única esperanza sería un bunker en un rincón de la Tierra, donde se hubieran almacenado alimentos, armas y suministros para la vida y posterior reconstrucción. Para Daniel Pinchbeck «el único lugar donde se encontrará seguridad será en comunidades y redes de confianza, que será el principal valor y sustituirá a la obsesión por el dinero». Los investigadores señalan que los lugares más seguros para instalarse después de una devastación estarán lejos de las ciudades, de la costa, de las centrales nucleares y, al menos, a mil ochocientos metros de altura. «Hemos encontrado varios sitios que nos parecen adecuados. Malawi, Marruecos, Etiopía si nos apartamos de los volcanes, y también Madagascar», afirma Geryl. Según Jim Durden, fundador del Grupo de Supervivencia ante Cataclismos, la contaminación que producirán los maremotos, por los residuos radiactivos vertidos al mar, hará desaparecer industrias y áreas densamente pobladas. Se inundarán pozos de petróleo, depósitos y plantas químicas. Las tierras de labranza quedarán anegadas de agua salada y tóxica. «Por eso será necesario zonas de mayor altitud para vivir y plantar cosechas lejos de las áreas inundadas».







Muchos piensan que señalar a 2012 como el año del Apocalipsis es el resultado de una mala interpretación y la histeria. Otros sostienen que las antiguas profecías se manifiestan en los acontecimientos actuales y que son claros los signos que anuncian calamidades inminentes. Para éstos, no es una coincidencia que culturas separadas por tantos años y kilómetros compartan advertencias de desastre. Pero, si son ciertos los resultados del Proyecto Conciencia Global, sería posible cambiar este período agitado a través de una nueva conciencia humana colectiva. Si la fuerza mental de muchos individuos puede provocar modificaciones en el plano físico, este poder podría utilizarse para que todo cambie para bien, en una dirección de menos violencia y con una mayor unión con la naturaleza y con los demás seres humanos. Quizá ésta sea la última oportunidad de alterar nuestro destino.


PREDICCIONES FALLIDAS



Claro que Web Bot tiene también en su haber una amplia lista de predicciones fallidas. Por ejemplo, advirtió de un terremoto masivo en Vancouver para el 12 de diciembre de 2008 y de un evento global en las costas que ocurriría a mediados de 2009; predijo el colapso completo del dólar para comienzos de 2009, que en ese año Israel bombardearía Irán y que el gobierno de Oba-ma caería en una profunda crisis debido a esto. También informó de un ataque terrorista de grandes proporciones que tendría lugar en julio de 2010. Se calcula que en tomo a la mitad de sus augurios no son acertados. Sin embargo, Cliff High y George Ure siempre se defienden alegando que es posible que Web Bot cometa fallos, pero no son del programa informático, sino humanos, debido a malas interpretaciones de los resultados obtenidos. Insisten en que sus informes no se centran en una fecha en concreto, sino en un lapso de tiempo más amplio con cierto margen de error, advirtiendo que -como ocurre con la mayoría de las profecías- nos invitan a estar alerta porque pasará algo dentro de ese período.




¿SE AVECINA UNA TORMENTA SOLAR CATASTRÓFICA?



La potente llamarada lanzada por el Sol el pasado día de San Valentín, la más intensa en 5 años, mantuvo en vilo a científicos de todo el mundo hasta media hora antes del impacto, temerosos de los efectos devastadores que podría tener sobre nuestra civilización tecnológica. Por suerte, la alineación circunstancial de los campos geomagnéticos la desvió hacia los polos terrestres, provocando vistosas auroras boreales. Sin embargo, los expertos declaran ser conscientes de que la amenaza sigue en pie, puesto que en los próximos años asistiremos al período de más intensa actividad solar que se recuerda, con miles de tormentas como ésta. Durante la última reunión de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS) llegaron a una conclusión idéntica: la sociedad actual depende tan estrechamente de la red de satélites, telecomunicaciones y tecnología electrónica -muy vulnerables frente la radiación solar- que podría quedar colapsado ante semejante eventualidad. Éstos han advertido que el impacto podría afectar gravemente a la navegación aérea y a los ordenadores, bloqueando la actividad económica y provocando apagones masivos que tardarían mucho en repararse.«No es cuestión de si sucederá, sino de cuándo y de cómo será de intensa -comentó Jane Lubchenco, directora de la Administración Oceánica y Atmosférica norteamericana (NOAA)-. La última vez que asistimos a un máximo en el ciclo solar, hace una década, el mundo era un lugar muy diferente. Hoy dependemos de los teléfonos móviles para muchas cosas diferentes». Con ella coinciden otras altas autoridades, como el consejero científico jefe del gobierno británico Sir John Beddington, advirtiendo que «la vulnerabilidad de nuestros sistemas se ha incrementado espectacularmente». Aunque se reconocen incapaces de predecir su llegada, todos la temen para 2012 ó 2013.







bueno eso fue todo