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Hoy en día los mandos de juego inalámbricos son mayoría, pero hubo un tiempo que eran muy excepcionales; ahora nada tiene menos de siete botones y tropecientas funciones especiales, pero en otra época pasar de dos a cuatro botones ya nos parecía una gran evolución

Miramos hacia atrás con una mezcla que incluye la nostalgia y admiración por el pasado, pero también con la perspectiva del avance tecnológico, sorprendiéndonos a nosotros mismos del jugo que le sacábamos a algo que hoy nos puede parecer tan rudimentario, tan antiguo… pero han pasado solamente un par de décadas. Para que el hombre pasara del cobre al bronce, o de éste al hierro, pasaron siglos, casi milenios, pero hoy los cambios pasan a nuestro lado como misiles, y casi nos hacen perder la perspectiva…

Este es un pequeño repaso a algunos de los accesorios de juego que una de las más míticas compañías, SEGA, tenía a la venta para sus consolas a principios de la pasada década. Podía ser otra compañía, u otros accesorios, pero hoy le ha tocado a éstos, y seguro que éstos le tocan la fibra sensible a más de uno.

Empecemos pues con este repaso, casi aleatorio, de algunos pedazos del pasado, de un pasado muy reciente y muy antiguo a la vez…


Arcade Power Stick




este enorme mando, especialmente pensado para la Mega Drive, debía acercar mucho la sensación a la de una recreativa, algo estupendo teniendo en cuenta que muchos de los juegos de la 16 bits, especialmente los de la propia SEGA, eran conversiones de las más exitosas máquinas de los salones. Contaba también con opciones de disparo automático, controlador de velocidad de fuego, y hasta luces que indicaban el botón que pulsábamos en cada momento.

Mando a distancia por infrarojos



Ahora parece es lo más normal, pero en su día era bastante raro ver un mando sin cables. Iba a pilas y costaba sobre 4.500 pesetas, frente a las 2.600 del mando convencional con cable.

Master System Converter



El Master System Converter era un accesorio que permitía cargar los juegos de la 8 bits de SEGA en su hermana mayor, la Mega Drive.

Action Chair



Una de las grandes frikadas de esos años fue esta silla, verdaderamente curiosa, que sustituía los movimientos del joystick o cruceta de turno por movimientos de nuestro cuerpo. Me gustaría haberla probado por curiosidad, pero no sé yo cómo podríamos quedar intentando hacer las técnicas del Street Fighter II con ese sistema. En todo caso para juegos de naves o velocidad debía estar interesante.

Control Stick



En esa época en las que los mandos que se vendían de serie con las consolas rara vez incorporaban joystick, proliferaban por doquier mandos de lo más diverso que trataban de acercar el control lo más posible a una recreativa. Este curioso Control Stick permitía jugar a la Master System sólo con una mano, pues en el enorme joystick iban integrados los botones.

Light Phaser



La respuesta de SEGA a la Zapper de Nintendo para su NES fue esta pistola, muy similar aunque con un color bastante más discreto y que combinaba bien con el color de Master System, consola para la que estaba concebida. era compatible con juegos como Laser Ghost, Rescue Mission, Rambo III o Safari Hunt.

Sintonizador TV



Ahora hay sintonizadores que permiten ver la televisión en una PSP o una Nintendo DS, pero 15 años antes otra portátil, la Game Gear de SEGA, ya contaba con un sintonizador de TV, nos permitía ver nuestro canal favorito en cualquier parte. El periférico en cuestión se publicitó a bombo y platillo en su día, aunque conozco muy poca gente que llegara a comprárselo.



Master Gear Converter



podías ampliar el catálogo de una Game Gear con todos los juegos de Master System, pues gracias a este accesorio los cartuchos de la 8 bits de SEGA podían ser utilizados en la portátil. Posiblemente sea el único caso de una consola portátil que permitía jugar de manera oficial los juegos de una máquina de sobremesa

Menacer



Esta aparatosa arma fue una respuesta de SEGA al Super Scope que Nintendo creo para su flamante consola de 16 bits. Es una especie de bazooka sin cables compuesto por tres piezas desmontables: una especie de pistola, la culata para apoyar en el hombro y un visor para, en teoría, mejorar la precisión.

Lo cierto es que este accesorio tuvo muy poco éxito, y apenas se lanzaron juegos para él. Pero sin duda se encuentra entre los gadgets más curiosos que pudimos ver en las máquinas de SEGA a principios de los 90.

Activator



El único accesorio capaz de desplazar a la Action Chair del premio al accesorio más raro lanzado por SEGA para sus viejas consolas de sobremesa es éste. Un octógono con paneles emisores de infrarojos capaz de detectar la posición del jugador, que se colocaba en su interior, e interpretarla como si estuviese pulsando botones.

El Activator, pese a lo interesante del concepto, fue otro fracaso estrepitoso, y es que al margen de que había pocos juegos especialmente preparados para él (Streets of Rage 3 o Eternal Champions, por ejemplo), resultaba poco preciso y la respuesta muy lenta para un control óptimo.