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dragones

El dragón es uno de los seres fantásticos que más pasiones despierta. Caracterizado como una criatura de enorme poder, grande y fiera, es representante de la fuerza y de lo poderoso.
Los dragones son reptiles homotérmicos, es decir, son de sangre caliente y su temperatura corporal es controlada internamente. Esto los ayuda a adaptarse a diferentes climas y a mantenerse activos tanto de día como de noche todo el año. Por lo general estas criaturas tienen alas, y su esqueleto es el más grande entre las criaturas voladoras.












































































































las escamas del dragon


El cuerpo del Dragón está totalment recubierto de escamas fuertes y brillantes. La úncia excepció a esta particularidad la encontrmos en el Dragón de tierra o Dragón común, que carece de esa protección escamosa en el cuello y en el vientre, posiblemente debido a su costumbre de excavar en la tierra. Para proteger su blando abdomen, esta raza suele fabricarse una coraza a base de gemas. Gracias a una saliva de fuertes propiedades adhesivas que segrega estando en ayunas, el Dragón común se coloca las piedras preciosas en el cuello y en el vientre, con lo que además de protegerse se embellece.

Las escamas son pentágonos de forma parecida a una lágrima, con dos lados largos, dos más cortos y un quinto lado mucho más corto que se une a la piel. El Dragón puede erizarlas a voluntad para asearlas. hay que tener presente que es una criatura muy pulcra y que tiene cuidado de mantener siempre la piel y las escamas limpias y pulidas. En posición normal, las escamas se superponen con total preisión y, merced a una pequeña depresión en la superficie, cabalgan unas sobre otras, otorgando al cuerpo una total libertad de movimientos.

Si miramos cuidadosamente una escama, observaremos las siguientes características: la parte más interna está formada por una compacta formación vellosa que se implanta en la epidermis. Sobre el folículo piloso se encuentran unas pequeñas glándulas que desprenden una sustancia que se adhiere con firmeza a los pelos. Esta sustancia es rica en minerales que proporcionan la dureza y el color propios de las escamas del Dragón. Por último, la parte externa de las mismas es una superficie córnea y translúcida que les confiere su brillo habitual.

El Dragón no necesita cambiar de piel como los demás reptiles, ya que las escamas crecen y se desgastan naturalmente, al igual que las uñas y los cabellos humanos, pero sin llegar a desprenderse del cuerpo, salvo en caso de enfermedad.

LOS COLORES:


Resulta poco menos imposible enumerar la gran variedad de colores que lucen los Dragones, pero podemos establecer tres grandes grupos cromáticos:

- Los tonos azulados, que comprenden desde el azul tinta al casi plata o madreperla.

- Los rojos, que van desde el cobre rojizo al rojo profundo y negro hematites.

- Los verdes, que engloban todas las tonalidades del verde y el amarillo, y llegan hasta el marrón oscuro, el verde esmeralda o el dorado cobrizo.

Aunque estas tres grandes gamas no suelen mezclarse, lo ierto es que raramente un Dragón presenta un solo color uniforme. Por lo general, sus escamas tienen gradaciones diferenciadas dentro de una misma gama, con la peculiaridad de un brillo metálico que resulta difícil definir. Se puede afirmar que cuando las escamas presentan un color mortecino y opaco es señal inequívoca de mala salud. Muchos Dragones son conocidos por el color dominante en sus cuerpos. Así se conoce a Ancalagon el Negro, Smaug el Dorado o Spars el Verde.