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Ayer Y Hoy En El Trabajo Infantil



Cinco semanas después de que empezase el curso, a finales de 1910, solo una niña fue a clase en la pequeña escuela de Ft. Morgan, Colorado.

Había sitio para diecinueve más.

Lo mismo ocurrió en otras muchas escuelas de EEUU.





Uno de esos niños que no pudieron ir a la escuela era Harold Walter, de cinco años, que estaba trabajando en los campos de algodón de Comanche, Oklahoma (1916)







Otro fue Slavin Nocito, también de cinco años, que en 1910 recogía arándanos con otros niños en New Jersey.







O Edith, que recogía algodón cerca de Denison, Texas (1916)






Con la llegada de la revolución industrial a Norteamérica, en el siglo XIX, el trabajo infantil se generalizó y fue comúnmente aceptado.


Una Ley de 1813, aprobada en Connecticut, alentó a los empleadores a proporcionar a los jóvenes trabajadores clases de lectura, escritura y aritmética. No tuvo mucho éxito…


En 1836, Massachusetts aprobó la primera ley de trabajo infantil:

Exigía que los niños menores de 15 años pasaran por lo menos tres meses al año por la escuela.

Otros estados les siguieron, pero la mayoría de ellos sin leyes eficaces.



Los niños norteamericanos seguían trabajando, y no sólo en los campos.


También lo hicieron en fábricas de conservas; enlatando, cortando o limpiando pescado como en esta fábrica de Maine en 1911:






Y también en las minas (1908)





También lo hicieron en otras fábricas, como en esta de cristales de Indianápolis (1908)








Y en fábricas textiles, como hizo Nannie Coleson, de catorce años en 1914, que trabajó en la Crescent Hosiery Company en Scotland Neck, Carolina del Norte






Los niños también fueron recaderos de la Western Union. Dos chicos posan con sus bicicletas en Indianápolis.






En el año 1900, los datos del censo federal norteamericano revelaron un hecho inquietante: por lo menos 2 millones de niños seguían trabajando en los campos, minas, fábricas y en las calles de las ciudades.



Estos datos despertaron la conciencia de ciudadanos y asociaciones, que desarrollaron importantes campañas para la protección de los niños.


Por fin, en el año 1938, el Congreso de EEUU aprobó la Fair Labor Standards Act, que prohibió el trabajo infantil en todo el país.


Afortunadamente, un siglo después, episodios como este han pasado a ser Historia para EEUU y los países desarrollados.


Pero no así para los países en vías desarrollo: según UNICEF, se calcula que hoy en día el trabajo infantil afecta a 250 millones de niños de entre 2 y 17 años en todo el mundo subdesarrollado, donde siguen igual, e incluso peor, que en las fotografías de hace 100 años que os acabo de mostrar.


Al final, NO HEMOS AVANZADO TANTO. El tiempo parece haberse detenido para estos países.


La causa de esta situación está clara y es la misma que hace más de un siglo: la pobreza obliga a los menores a trabajar para comer e incluso mantener a sus familias. Una de sus principales consecuencias también está clara: no tienen acceso a la educación.