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EL PRECIO DEL PAPEL Y LA LIBERTAD DE EXPRESION

El accionar de Papel Prensa para ahogar a los medios independientes



Esta empresa es controlada por el Grupo Clarín y el diario La Nación a partir de una concesión que le dio la dictadura
militar. Afirman que el diseño de esta compañía, que es monopólica, está vinculado con el secuestro de Timerman


En momentos en que a nivel nacional se está discutiendo un nuevo marco jurídico sobre el funcionamientode los medios de comunicación para limitar a los monopolios que manipulan la información desde hace décadas, salta a la luz uno de los principales escollos que tiene el periodismo independiente para desarrollarse en nuestro país: la empresa Papel Prensa SA.
Esta compañía monopólica, que es controlada por el Grupo Clarín y el diario La Nación (en sociedad con el Estado), busca ahogar a aquellos diarios que no forman parte de la corporación mediante continuos aumentos en el precio del papel: en diciembre de 2006 salía $ 1.567 la tonelada; en enero de 2007, $ 1.571; febrero, $ 1.728; noviembre, $ 1.734; enero de 2008, $ 1.903; y mayo de este año, $ 2.151. Es decir, en poco más de un año el precio se incrementó un 37,2%, cuatro veces más que el índice de inflación anual reconocido por el INDEC. A esto se le suma el aumento de transporte que cobra Papel Prensa: de los $ 210,91 por tonelada que se pagaba en diciembre de 2006, se pasó a $ 280,95 en enero de este año. La compra del papel también incluye una fuerte carga impositiva que eleva los costos: al precio hay que agregarle 21% de IVA, 3% de Ingresos Brutos y 3% de Retenciones (27% en total).
Como no existe otra empresa que produzca este insumo en el país, la única alternativa que tienen los medios independientes es comprar papel en Chile, pero el precio allí está dolarizado y es un 40% mayor de lo que cotiza en el mercado argentino. Este esquema que habilita a dos empresas a controlar la producción de papel, que ellas mismas consumen (eso les posibilita acceder a créditos para pagar el insumo con dos o tres años de plazo, beneficio que no tienen otras empresas periodísticas), Fue diseñada a sangre y fuego por la última dictadura militar, que buscaba apoyo periodístico para tapar los crímenes de lesa humanidad que se estaban cometiendo.
En 1977, el gobierno militar incluyó como socios del Estado en el manejo de esta compañía (le fue expropiada al Grupo Graiver) a los diarios Clarín, La Nación y La Razón. Luego, el Grupo Clarín se quedó con las acciones de La Razón.
“En la vida del periodismo argentino hay un antes y un después del 19 de mayo de 1977, cuando apareció la solicitada en la que se anunció que los tres diarios y el Estado pasaban a constituir Papel Prensa. Fueron los diarios socios de la dictadura”, le dijo a Hoy el profesor de la cátedra Historia del Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) César Díaz.
Además, el historiador aseguró que existe un estrecho vínculo entre la constitución de Papel Prensa y el secuestro de Jacobo Timerman, que en aquel entonces era director de La Opinión. Timerman fue torturado por las fuerzas que respondían al represor Ramón Camps, pasó por distintos centros clandestinos de detención y luego tuvo que partir al exilio. “Luego del 7 de agosto de 1976, cuando se estrella el avión que trasladaba a Graiver, comenzó una ofensiva de la dictadura para quedarse con las acciones de Papel Prensa”, afirmó Díaz. Los jerarcas del proceso creían que Timerman y Graiver eran socios. “Por eso en abril de 1977 intervinieron La Opinión y en mayo lo secuestran a Timerman”, sostuvo. “El diseño de Papel Prensa fue una política pergeñada por el Proceso de Reorganización Nacional, que planeaba reorganizar el país matando a quien se le opusiera. Incluso, el diario Clarín hablaba desembozadamente de que el proceso llevado adelante por la dictadura era una revolución”.
La connivencia de la dictadura con los diarios Clarín y La Nación se puso de manifiesto con claridad el 26 de septiembre de 1978, cuando se inauguró la planta de esta compañía en la localidad de San Pedro. Allí se hizo presente el dictador Jorge Rafael Videla que, según las crónicas periodísticas de la época, luego de bajarse del helicóptero, fue recibido por el propietario de La Nación, Bartolomé Luis Mitre; como así también por Héctor Magnetto (sigue siendo el CEO del Grupo Clarín).
En su discurso, Videla dejó en claro por dónde pasaba la asociación de la dictadura con estos medios periodísticos. “A veces es
indispensable el callar y la prudencia de un silencio cuando está en juego el bienestar común”, afirmó el dictador. El resto de la historia es conocida: la dictadura dejó 30 mil desaparecidos. Hubo muchos cambios en el país desde entonces, pero el esquema monopólico de Papel Prensa sigue vigente.

Historia de una realidad


Propaganda de 1978 en la que se anuncia la inauguración de la planta


La historia del monopolio de la venta de papel de diario en la Argentina está estrechamente vinculada a la historia del diario Clarín. Este periódico, que fue fundado el 28 de agosto de 1945 por Roberto Noble, en sus comienzos pregonó los beneficios de la industrialización del país, de la necesidad de darle valor agregado a la estructura económica argentina. Era la contracara del diario La Nación, que por aquellos años representaba los intereses de la oligarquía terrateniente. Noble también abogó por los principios del desarrollismo, por lo que mantuvo estrechos vínculos con Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio. Todo comenzó a cambiar a partir de la muerte del fundador de Clarín, en 1969. La nueva conducción de la empresa empezó a alejarse del desarrollismo y estrechó vínculos, luego del golpe de Estado de 1976, con la dictadura militar. Incluso se asoció con La Nación, que en teoría estaba en las antípodas ideológicas del “gran diario de los argentinos”.
Los vaivenes de los grandes medios con el poder de turno, ya sean civiles como militares, muestran que la única forma de evitar la manipulación de la información es garantizando igualdad de condiciones para que puedan florecer la mayor cantidad de medios posibles.
Por ende, el precio del papel es una importante variable que se debe tener en cuenta para conformar un escenario de pluralidad, uno de los pilares del sistema democrático.
Una de las posibles soluciones es generar las condiciones para terminar con el monopolio de la venta de papel en la Argentina, incentivando la competencia en el mercado interno. También se podría otorgar beneficios impositivos para la importación de este insumo, como existen en otros países del mundo, lo que posibilitaría que puedan surgir una mayor cantidad de medios.
Debido a que cumplen un rol social esencial en el sistema democrático, los diarios no pueden levantar sus precios de tapas para equiparar sus costos de publicación. Si se optara por ese mecanismo, se dejaría a miles de lectores sin la posibilidad de ejercer el derecho a informar y ser informado, que consagra nuestra Constitución. Por eso se requiere la intervención del Estado y la adopción de medidas oficiales que modifiquen un sistema perverso.

La situación en otros países



En Chile hay dos empresas que constituyen los mayores complejos manufactureros de celulosa y papel: Bío Bío y el Complejo Arauco.
Para las importaciones, cualquiera sea el material importado, rige una tasa general del 6%, pero en los medios de comunicación se contemplan rebajas y exenciones según el lugar de origen de la importación: importaciones de origen y provenientes de la Unión Europea 100% de exención, importaciones de origen canadiense 100% de exención, papel couche de origen e importado desde Brasil 100% de exención, papel de origen e importado desde Estados Unidos 100% de exención. Las tintas procedentes de Estados Unidos tienen una tasa que disminuye progresivamente y se elimina del todo a partir del 1º de enero de 2007.
En México, los impuestos correspondientes a la importación de papel a Estados Unidos son del 15% de IVA y cuotas compensatorias que dependen del gramaje del papel. Para 48,8 gramos se le aplica el 18%, mientras que el papel de 45 gramos está exento.

TRABAJO DE INVESTIGACION
Una curiosa justificación


Foto de Mitre y Videla, en La Prensa


El equipo de investigación de la cátedra Historia del Periodismo de la UNLP, conformado por César Díaz, Mario Giménez y Marta Passaro, elaboraron un artículo titulado “19 de mayo de 1977. De eso no se habla”, que hace referencia a la sociedad de Clarín, La Nación y La Razón con la dictadura.
El trabajo afirma: “Conviene anotar además que el órgano de los Mitre estructuraba su argumentación en tres ejes claves. Buscaba justificar los juicios críticos vertidos por el propio matutino cuando surgió la papelera: En 1969 observamos que una empresa de esta índole era susceptible de favorecer inescrutables aventuras. Las aventuras han sido corridas y vividas hasta en su dimensión trágica. La intervención de tres diarios en una empresa fabricante de papel para diarios es el fin de la aventura y el encauzamiento de la obra en una suerte de carril natural” (editorial de La Nación del 13 de diciembre de 1978). Es una curiosa forma de calificar el ingreso de los defensores de la libre empresa al controvertido emprendimiento industrial periodístico”.

Un llamativo “interés nacional”

El acto de inauguración de la planta de Papel Prensa contó con la presencia del dictador Videla y de varios de los máximos responsables del terrorismo de Estado en el país


Bartolomé Mitre, Ernestina Herrera de Noble y Jorge Videla, durante la inauguración de Papel Prensa


El próximo 26 de septiembre se cumplirán 30 años de la inauguración de la planta que tiene Papel Prensa en la localidad de San Pedro, donde estudios realizados por especialistas de la Facultad de Bioquímica de la UBA arrojaron índices de contaminación alarmantes en las cercanías de la planta.
El acto de 1978 contó con la presencia de los máximos jerarcas de la dictadura, como el entonces presidente de facto Jorge
Rafael Videla; el ministro del Interior Alvano Harguindeguy; el secretario general de la Presidencia, José Villarreal; y el gobernador bonaerense Ibérico Saint Jean, entre otros. Todos ellos, según las crónicas periodísticas de la época, compartieron un brindis con Bartolomé Luis Mitre (dueño de La Nación), la conducción de Clarín (representada por Héctor Magnetto y Ernestina
Herrero de Noble) y Patricio Peralta Ramos (propietario de La Razón).
“(La inauguración de la planta) es la culminación de un proceso que es el fruto de un anhelo en cuyo interior circulan diferentes
valores, comenzando por la conveniencia nacional, que a todos nos concierne”, dijo Mitre durante el acto inaugural.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2008/05/05/pdf/cuerpo.pdf