Cómo estudiar para un examen un día antes
¿Es la noche anterior al examen final y no has estudiado nada en todo el semestre?
Sabés que debiste haber estudiado, pero te la pasaste viendo la televisión todo el tiempo. Pero no hay nada que puedas hacer por el pasado. No tires la toalla.
Esta guía te ayudará a estudiar rápidamente para tu examen recuperatorio, parcial ó final.
Pasos a seguir
1 - Decidí qué es lo que realmente necesitas estudiar. Si tu maestro ó profesor dió un repaso antes del examen, estudia eso, ya que es muy probable que haya repasado lo más importante. Algunos dan guías para el examen. Si tu maestro ó profesor dio una guía, estúdiala. Si bien las guías no cubren todo lo que puede venir en un examen, sí cubren los puntos más importantes.
2 - Estudiá tus anotaciones. Asumiendo que asististe a clase con regularidad, debés tener notas que tomaste durante las clases. Si no tenés notas, pedíselas a un compañero y sácales una copia. Tus notas son un tesoro de conocimiento, ya cubre lo que se considera más importante.
3 - Poné especial atención a lo más importante de las anotaciones. Al estudiar tus apuntes, poné atención a definiciones, conceptos y ecuaciones importantes. Si no los sabés de memoria esas partes importantes, escríbilas en una hoja aparte. Escribirlas te ayudará a memorizarlas.
4 - Revisá tu libro de texto y tus apuntes tratando de encontrar temas clave que pudieran venir en el examen. La idea no es estudiar todo, sino estudiar lo más importante y que pudiera venir en el examen. Lo que no hiciste en todo el semestre (estudiar a conciencia) no lo podrás hacer unas horas antes del examen.
5 - Revisá el principio y el final de los capítulos que tenés que estudiar. La primera página de un capítulo normalmente identifica los puntos clave a tratar en dicho capítulo y las últimas páginas presentan un resumen del mismo.
6 - Hace simulacros de pruebas. Ponete a vos mismo los exámenes parciales o exámenes rápidos que hayas tenido con tu profesor. Normalmente algunas de las preguntas en los exámenes parciales se repiten en el examen final.
7 - Repasá todo de nuevo. Estudiá todo de nuevo haciendo énfasis en los puntos más importantes.
8 - Dormí. Es probable que no te quede mucho tiempo para dormir, sin embargo, es importante que duermas aunque sea un poco para que tu mente pueda funcionar bien en el examen.
9 - Repasá nuevamente tus apuntes y anotaciones importantes justo antes del examen.
Consejos
Si estás teniendo problemas para concentrarte mientras estudiás, tomá un poco de café.
Si te sentís cansado antes del examen, tomá un poco más. La cafeína te ayuda a estar en estado de alerta, pero no abuses de ella, ya que te podrías quedar dormido en cualquier momento si se te pasa el efecto.
La próxima vez planea bien tu tiempo y no dejes las cosas para hacerlas en el último momento, especialmente cuando se trata de estudiar.
Los buenos estudiantes no necesitan estudiar tanto un día antes.
Advertencias
Dormir poco nunca es bueno. No abuses de tu cuerpo. Procurá que no se repita esta situación haciendo una buena planeación de tu tiempo desde el principio del semestre.
El exceso de cafeína puede ser dañino para la salud.
Tené en cuenta que aunque pases el examen, podrías olvidarte todo rápidamente debido a un estudio apresurado.
No caigas en la tentación de copiar en un examen. Es preferible que no lo apruebes a ser sorprendido copiando.
No arriesgues tu reputación poniendo en juego tu integridad como estudiante.
Modelo de examen
¿Y que pasa si tengo "Fobia a los exámenes"?
Fóbicos a los exámenes: El pánico a rendir, un mal que crece y es más serio de lo que se cree
Por tercera vez, Leo dará el examen final de Análisis de Información de Sistemas. Sabe que si no saca arriba de ocho puntos, deberá recursar esa materia y que si no supera esa calificación, el título de Licenciado en Sistemas quedará más lejos, un cuatrimestre exacto.
Hace una semana que Leo no duerme y está tenso.
Hace diez minutos que este alumno de la Universidad de Buenos Aires mira la hoja y transpira.
Tiene cólicos y un nudo en la garganta.
Le falta el aire. Leo es uno de los tantos estudiantes fóbicos a los exámenes, jóvenes de entre 16 y 32 años que padecen el trastorno de ansiedad social de desempeño .
Se da igual en hombres y en mujeres. En general, el pánico aparece cuando el examen es oral, pero no se descarta si es escrito. Lo sufren universitarios y también alumnos secundarios, y los síntomas físicos y emocionales son iguales en ambos grupos etarios. Pero existe un estilo de personalidad que tiene cierta predisposición a este tipo de fobia.
Según estadísticas oficiales, el 14% de los argentinos sufre algún tipo de fobia social. “La prevalencia del miedo a los exámenes entre los universitarios es del 8%.
Entre los alumnos secundarios y terciarios, del 15% ”.
“Es que uno de cada 10 alumnos tiene niveles de ansiedad potencialmente problemáticos con respecto a los exámenes”.
Para los estudiantes la situación es angustiante: el miedo se presenta antes, durante y después de la prueba. “Primero aparecen las palpitaciones, la diarrea y el insomnio, por ejemplo”.
“Y mientras da el examen, son frecuentes las ‘lagunas mentales’, el sudor y el tartamudeo.
Sobre todo si está cara a cara con el docente porque está pendiente de los gestos del profesor y preocupado por que no se de cuenta de que está nervioso”, agrega el psicólogo Guillermo Del Valle, coordinador de la Red de Ansiedad. Y no termina ahí. “El post examen consiste en una revaluación del episodio angustiante.
El alumno se pregunta si lo hizo mal o se lamenta porque podría haberlo hecho mejor”.
El miedo al examen no es una novedad, pero hoy hay más información y el diagnóstico es más fino. Y también es considerable la realidad de los estudiantes: estresante y con altos niveles de competitividad .
“La presión es cada vez más fuerte. Tiene que ver con que agregan más contenidos, con el logro que uno mismo se impone, con la competitividad: saber algo más para superar al que tengo al lado”, explica Ana Rozenbaum, psicóloga especialista en niños y adolescentes, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
La buena noticia es que esta fobia es tratable. “Con terapia y en algunos casos con medicación, es posible superarla. Pero es importante hacer un buen diagnóstico. Ocurre que sufrir miedo a la hora de ponerse a prueba puede ‘disfrazar’ otro tipo de trastorno”
Consejos
Llegar descansado. Dormir como mínimo ocho horas y ocupar la noche anterior en actividades para dispersarse.
Buscar la manera de relajarse. Los especialistas sugieren que se practique todo el año. Puede ser yoga o técnicas de respiración.
Evitar una actitud negativa. “Me va a ir mal” o “Estudié pero no me quedó nada” son premisas que sobreestiman la posibilidad de que salga mal.
No dejar todo para último momento. Encarar el examen como un proceso: todos los días, leer los apuntes para tener frescos los contenidos.
Darse tiempo para pensar. Si es un oral, detenerse en la pregunta antes de arrancar para organizar el discurso. Si es escrito, leer con detenimiento las preguntas y empezar por las que creemos más fáciles.
Se puede hacer un repaso a último momento. Después, hay que evitar el “pasilleo” con otros estudiantes: confunde y hace perder la confianza.
link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=lg5jPrF8Fh0