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Star Wars: Rogue Squadron, el juego

Si tenemos que hablar de videojuegos de películas, sin duda, la que más cantidad de juegos y de calidad ha recibido, es Star Wars. Hay un amplio abanico de juegos y de géneros diferentes, destacando unos por encima de otros, pero son los Rogue Squadron, unos de los más divertidos y los más recordados por los fans de la saga. Los juegos de Rogue Squadron se iniciaron en Nintendo 64, de la mano de Factor 5, aunque también llegó un port a PC, con el sobrenombre de 3D, unos meses después. Star Wars: Roque Squadron llegó en el año 1998 y sin duda pilló por sorpresa a muchos, ya que encontraron un gran juego de naves, con un buen control, con mucha variedad y encima, con una ambientación tanto sonora como gráficamente a la altura y ambientado en el mundo de Star Wars.

Factor 5 ha sido la encargada de esta saga desde sus inicios y hasta el final. Hubiera estado realmente bien un nuevo juego en esta generación, pero por desgracia, Lair (Factor 5, 2007) fue su último juego, ya que tuvieron que cerrar sus puertas – la empresa llevaba fundada desde 1987 – debido a problemas con su distribuidora, que les llevó a no poder financiar su próximo proyecto y con ello la desaparición del equipo de desarrollo, una pena. Ya, para más inri, corría el rumor en 2009, antes del cierre, que estaban trabajando en un nuevo Rogue Squadron para la consola Wii, del que nada se ha vuelto a saber. Pero hablemos de Star Wars: Rogue Squadron (Factor 5, 1998) y de todas sus virtudes, que son muchas. Todos los que hemos disfrutado de la saga antigua de Star Wars, hemos soñado alguna vez con pilotar una de las naves que aparecen en las películas, sobre todo el Ala-X (X-Wing) y el Halcón Milenario y en este juego vamos a poder hacerlo, junto a muchas otras.



La historia se sitúa entre el episodio IV y V, después de unos seis meses de la Batalla de Yavin. La Alianza Rebelde intenta acabar con las campañas del Imperio, por medio del Escuadrón Pícaro, que es el que controlaremos en este juego y en el que está Luke Skywalker. La historia se narrará por medio de las explicaciones que tendremos antes de comenzar el nivel, al elegir fase o directamente en el campo de batalla, donde habrá miles de conversaciones de los pilotos, muy al estilo de lo visto en las películas y que nos irán narrando tanto lo que tenemos que hacer, como lo que está sucediendo en ese momento.

El sistema de juego de Rogue Squadron es sencillo. Elegimos una misión, de las 16 que hay y no todas estarán disponibles en un principio, elegimos una nave, de las que tendremos disponibles según la misión y estas irán aumentando conforme vayamos jugando y nos lanzamos al combate. Tendremos un objetivo antes de comenzar la fase, pero puede variar en el transcurso de la misma, en varias ocasiones, por lo que el juego gana en variedad, ya que tendremos la impresión de que suceden cosas realmente que hacen cambiar el rumbo de la partida. Además, las conversaciones por radio que se encargan de ponernos en situación, ayudan mucho a esto y están continuamente informándonos de todo lo que acontece en pantalla, dando un juego muy vivo y estresante en algunos momentos. La dificultad del juego irá en aumento, conforme vayamos pasando las fases, siendo las ultimas una verdadera guerra de naves, con un caos total y una dificultad bastante alta.



Tendremos varios puntos de vista de la nave, para elegir el que más nos guste. Interior de la cabina, tres cámaras exteriores a diferente distancia y una fija, que se usará en ciertos momentos, como cuando tenemos que lanzar el cable para destruir los AT-AT – los bichos gigante de cuatro patas que salían en El Imperio Contraataca – y que tendrán su aparición en el juego para alegría de todos los fans. La cantidad de enemigos es bastante elevada y habrá tanto por aire como por tierra, aunque tendremos la ayuda del radar que nos indicará tanto la situación de los enemigos, como la de los objetivos.

Una vez superado los objetivos de cada fase, para las que contaremos con varios intentos o vidas, recibiremos una medalla, que van de bronce a platino, según nuestra pericia. Esto otorgará al juego algo de rejugabilidad, ya que las estadísticas que consigamos al finalizar cada nivel, serán las que nos darán una medalla u otra, según lo bien que lo hayamos hecho y siempre tendremos el ‘pique’ de intentar conseguir mejores medallas. Por si fuera poco, estas medallas tendrán aun más importancia, ya que con ellas podremos acceder a naves que están ocultas y tres fases que también hay que desbloquear. Deciros que podremos llegar a controlar el Halcón Milenario y jugar en la fase del ataque de la Estrella de la Muerte, por lo que el interés por conseguir mejores y más medallas, aumenta.



Cada nave tiene una forma de control diferente, teniendo que habituarnos a cada una de ellas, por lo que afectará a la jugabilidad. Por otro lado, la elección de la nave antes del comienzo de cada fase, también será crucial, ya que unas encajarán mejor que otras para ciertos momentos, por lo que nuestra elección tendrá consecuencias en la misión.

Todo el gran apartado jugable venía acompañado de otro gran apartado técnico, de los mejores que se han visto en Nintendo 64 y fue uno de los primeros juegos en hacer uso del Expansión Pack, la ampliación de memoria que tenía Nintendo 64 y gracias a ella, potenciaba el apartado gráfico de algunos juegos y otros requerían de esta expansión para poder funcionar. Si hacíamos uso de él, teníamos el juego a una mayor resolución, con la consecuente mejora del apartado gráfico y texturas de más calidad – por desgracia la niebla seguía ahí y con la misma cantidad – pero también podíamos jugar a una menor resolución, si no disponíamos de él, todo un acierto. Hay que destacar que el juego tenía bastante niebla - apartado que siempre acompañaba a la Nintendo 64 – y la distancia de dibujado no es que fuera muy extensa, aunque ésta aumentaba si estábamos más cerca del suelo y disminuía, demasiado, si ascendíamos con la nave. No por ello el juego desmerecía, ya que teníamos una cantidad considerable de efectos, como marcas de disparos en el suelo, polvo que se levantaba al acercarse la nave a tierra, unas texturas para los cielos, que tenían movimiento, bastante espectaculares y bastante cantidad de efectos de partículas, explosiones y muchas naves en pantalla. Eso sí, en ocasiones el juego se ralentizaba un poco, pero no afectaba a la jugabilidad en ningún momento.



El apartado sonoro acompañaba a la perfección. Teníamos la genial banda sonora de John Williams, que nos acompañaba durante nuestras incursiones en las misiones. Pero lo que si hay algo que destacar de este Rogue Squadron, eran las conversaciones de radio. Factor 5 inventó un sistema de compresión de sonido para Resident Evil 2 (Angel Studios, 1999) de Nintendo 64, ya que hicieron malabares para poder meter toda la información del juego en un solo cartucho y ese mismo sistema se usó en Rogue Squadron, para que el cartucho tuviera una cantidad considerable de voces diferentes, otorgando al juego de una atmósfera sin igual, dándonos la sensación de que éramos auténticos pilotos de la Alianza Rebelde. Además teníamos, de forma narrada también, completas biografías de las naves que aparecían en el juego y descripciones de lo que teníamos que hacer en cada fase. Solo con ver como unos TIE Fighter destruían el logo de N64, para dar paso al de Lucas Arts y más tarde al de Factor 5, todo con una animación generada en tiempo real y nada más poner el cartucho en la consola, ya se nos desencajaba la mandíbula totalmente y nos daba paso previo a lo que íbamos a disfrutar en el juego. Puede que sea uno de los cartuchos de Nintendo 64 con mejor sonido de todo su catálogo y sin duda Factor 5 hizo un gran trabajo en este apartado, a la altura de lo que necesita la saga Star Wars.

Star Wars: Rogue Squadron inicio una saga que tuvo su fin en sus dos posteriores entregas, que salieron para Game Cube: Star Wars Rogue Squadron II: Rogue Leader (Factor 5, 2001) y Star Wars Rogue Squadron III: Rebel Strike (Factor 5 , 2003), los cuales cogían lo mejor de la primera entrega, pero potenciando muchísimo el apartado gráfico, gracias a la potencia extra de Game Cube. Además también salió un segundo juego de la mano del estudio para Nintendo 64, ambientado en el Episodio I de la saga y aprovechando el tirón comercial, llamado Star Wars Episode I: Battle for Naboo (Factor 5, 2000) Aunque se trataba de un gran juego y muy similar a Rogue Squadron, el estar ambientado en el nuevo episodio de Star Wars, hacia perder el encanto de la anterior entrega.



Sin duda, esta es una saga que todo buen amante de Star Wars debería jugar una vez en la vida, ya que pocos juegos – quitando la anterior saga X-Wing y TIE Fighter de Lucas Arts, que salió en PC – nos transmitirán de mejor forma las batallas de naves de saga de los episodios IV, V y VI. Factor 5 hizo un gran trabajo con este cartucho de Nintendo 64 e introdujo toda la ambientación de las películas, en un shoot em up con una adicción sin igual.