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Todos sabemos que el pescado no solo es sabroso sino también saludable. Pero algunos tipos de pescado pueden traernos más daño que beneficio.
Te cuento acerca de los 9 tipos de pescado que deberías incluir en tu dieta lo menos posible o de preferencia evitar. Léelo y cuida tu salud.


© depositphotos   © flickr  

Los siluros pueden llegar a crecer de tamaños impresionantes, y para acelerar este proceso en muchos criaderos los alimentan con hormonas. Especialmente el siluro importado de los países asiáticos. No son peligrosos y son más nutritivos los siluros que crecen libres.


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La macarela contiene mercurio que no se elimina sino se acumula en el organismo humano provocando diferentes enfermedades. El pescado menos peligroso en este aspecto es la macarela atlántica, la puedes comer sin limitaciones.



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El atún, sobre todo de aleta negra y azul, contiene mucho mercurio. Además, es casi imposible encontrar atún que creció en su hábitat natural porque está en peligro de extinción. Todo el pescado que vemos en venta viene de criaderos especiales donde alimentan a los peces con antibióticos y hormonas.


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La tilapia tiene pocos ácidos grasos pero en la concentración de la grasa nociva hasta le podría hacer competencia al tocino. El consumo excesivo de este pescado sube el nivel de colesterol malo y hace el organismo más sensible a los alergenos.



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Debido al alto nivel de grasa, las anguilas absorben fácilmente todos los residuos de producción que se encuentran en el agua. El nivel de intoxicación de las especies americanas es especialmente alto. Las anguilas europeas, a su vez, contienen dosis de mercurio alta.


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La mayor parte de pangasius se cría en Vietnam en el río Mekong, el cual se considera una de las fuentes de agua más contaminadas del mundo. Además del mercurio, el filete de este pescado contiene un alto nivel de nitrofurazona y polifosfatos (cancerígenos).



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Este pescado tiene el nivel más alto de contaminación de mercurio. Además, en su pesca muchas veces nos se respetan las reglas básicas, por lo tanto, el riesgo de intoxicarte es muy alto.


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El sebastes (cabrilla) contiene bastante mercurio también. Además, muchas veces en vez de cabrilla (sobre todo, cuando se trata de filete) te venden pangasius u otros tipos de pescado más baratos.



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Este pescado contiene gempilotoxina (una sustancia parecida a la cera que le da un sabor aceitoso a la carne), la cual no se digiere en el organismo. Esta toxina no es muy nociva pero puede provocarte mala digestión. Para reducir la cantidad de gempilotoxina, se recomienda freír el pescado o asarlo en grill.





El pescado fresco tiene escamas húmedas que brillan y ojos transparentes. Toma el pescado en tus manos, el que no esté tan fresco dejará caer la cola. Las aletas secas y las branquias grises en lugar de rojas indican que el pescado no está fresco.




Si te dejan elegir pescado de una pecera, asegúrate de que tiene el agua limpia y elige los peces que nadan más cerca al fondo.



Si te gusta pescar y cocinar tu cosecha, primero revisa el nivel de mercurio en el agua. Puedes hacerlo usando un aparato especial llamado "analizador de mercurio".



Al comprar salmón, elige el filete que tiene fibras blancas, ya que el color homogéneo del filete indica que ha sido pintado. No compres pescado que tiene manchas en la piel, su carne no tiene sabor porque fue pescado durante el desove.