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Los billetes que utilizamos todos los días están hechos de materiales especiales como ser algodón, lino o inclusive plástico. El billete más común en nuestro medio es el dólar americano, el cual está fabricado con materiales que permiten la impresión de dibujos o figuras con diferentes tipos de tinta. Si un billete es impregnado con algún tipo de tinta, es claramente distinguible del resto de las impresiones originales. Pero en algunos casos podemos encontrar manchas o figuras en los billetes que impiden su normal circulación, por tanto necesitamos contar con algún método para quitar estos rastros de tinta.

Instrucciones
1
Vierte el alcohol al 70% en un recipiente mediano hasta alcanzar una altura de más o menos 2 centímetros. Coloca al billete dentro del recipiente, de manera que quede completamente cubierto con el alcohol. Deja reposar aproximadamente media hora. Después, retira el billete y comprueba que el alcohol se haya teñido con la tinta. Esto te dará una idea de cuánta tinta se ha removido. Deja secar el billete evitando que toque alguna superficie (por ejemplo: colgándolo de una cuerda para secar ropa).

2
En la mayoría de los casos solo necesitarás realizar el paso anterior para quitar la tinta del billete. Sin embargo, en los casos más rebeldes puedes probar realizando el mismo procedimiento, pero esta vez con detergente para lavar ropa. Utiliza unos 20 gramos de detergente (2 cucharadas soperas) y asegúrate de batir el agua lo suficiente como para conseguir una distribución homogénea del detergente. Deja reposar por media hora y luego deja el billete secando.

3
También puedes usar hipoclorito de sodio líquido, de preferencia aplicándolo directamente en la tinta sobre el billete. Utiliza un algodón empapado con hipoclorito de sodio y sostenlo con una pinza. Pasa el algodón sobre la tinta que quieres remover hasta que comience a desaparecer. También puedes utilizar el hipoclorito de sodio líquido de la misma forma que en el paso 1 o 2, pero ten cuidado porque este químico es demasiado fuerte y puede dañar demasiado el papel.