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Imagina un futuro en el que si padeces de una cardiopatía grave, no tengas que aguardar por años en una lista de espera hasta que llegue el donante indicado para ti. Algo así podría suceder gracias a un nuevo material con el que se puede fabricar un corazón artificial, que quizá sea un buen reemplazo para uno enfermo.

Elastomer foamer
Así lleva por nombre el nuevo material creado por ingenieros científicos de la Universidad de Cornell, que dicen que esta réplica espumosa cardiovascular bien podría llegar a reemplazar a un corazón humano en el futuro.

La publicación del descubrimiento fue hecha en la revista Advanced Material. El material aparece descrito como silicona poroelástica, muy similar a la del colchón de tu cama, y fibra de carbono que le brinda una especie de protección.


link: https://www.youtube.com/watch?v=3NB92oclSvw

El material es ideal para este tipo de tarea, pues sus propiedades elásticas y porosas permiten el bombeo de fluidos, volviendo la imitación perfecta de un corazón. Además, puede estrecharse hasta un 300 % más que su longitud inicial y es en extremo flexible.

Por otra parte, durante la creación de un modelo de corazón, los científicos pueden estructurar los poros dentro del material para permitir el paso de los fluidos en menor o mayor cuantía.

El primer corazón artificial con elastomer foamer


Con una impresora 3D los investigadores fueron capaces de crear un modelo reusable de un corazón. La técnica puede emplearse repetidas veces en modelos futuros, ahorrando dinero en el proceso. El material es vertido en el molde y pasa por varias etapas de iteración, en donde se le asignan diferentes formas y estilos, hasta lograr la geometría óptima para la “bomba de sangre”.

Solo entonces es que se le añaden los tubos neumáticos a esa masa espumosa, lo que permite que los fluidos y el aire sean bombeados hacia adentro y afuera del corazón artificial. Se comporta perfectamente como un corazón orgánico, pues imita la misma frecuencia y eficiencia de nuestro sistema cardiovascular gracias en parte a su exterior flexible.

Actualmente, los investigadores se encuentran trabajando en conjunto con personal médico para hacer sus corazones biocompatibles y de esta forma implantarlos en un cuerpo humano en el futuro. De funcionar, se evitaría la pérdida promedio de 22 personas que cada día muere esperando por un trasplante de órgano, y esto es solamente en los EEUU.