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Hola amigos y amigas de Taringa!, si tienen un amigo perruno y ya pueden o deben estar con el pues aquí les dejo info (CASOS EN MÉXICO).

Cómo cuidar a tu perro cuando ya no puedes vivir con él.



Los motivos para deshacerse de una mascota son diversos pero en esta situación el dueño debe ser responsable del futuro de su compañero.
Para evitar el abandono, es esencial tomar en cuenta el costo de mantener a un perro antes de adoptarlo .


Los motivos para excluir a un perro de su hogar son diversos: los problemas de salud de los dueños o de los animales, vecinos quejumbrosos por las mascotas, un cambio de domicilio, un divorcio o porque los animales fueron un regalo que no se quería, aunque en México la principal razón es la falta de recursos para mantenerlo.

"Quienes buscan deshacerse de sus perros es porque no corresponde a lo que tenían pensado que sería la vida con ellos. Llega un momento en que ya no pueden mantenerlos o no caben en la casa", según la directora de la asociación protectora de animales Salud y Derecho Ambiental, Claudia Llama Lindsey.

Algunas personas buscan alejar a sus canes porque no cuentan con paciencia para cuidarlos, limpiarlos, educarlos o sacarlos a pasear. "Al primer zapato mordido se están deshaciendo del perro", dice la psicóloga Claudia Llama.

Padecer una enfermedad terminal también es un factor importante para que los perros queden en la calle. "Hay mujeres que mueren de cáncer y la familia se deshace de la mascota que pertenecía al enfermo o los heredan a conocidos".

Pero el factor principal en México es la falta de recursos económicos para mantener al animal y darle los servicios médicos necesarios. "Las carnes y los cereales, es decir, la base de la elaboración de las croquetas son más costosas. El precio del kilo de croquetas va en aumento, pero no los sueldos de los dueños", explica Llama.

¿A dónde mando a mi perro?

El primer paso tras reconocer que ya no se quiere o puede tener a un perro es contactar con una organización protectora de animales sin fines de lucro para que le busquen un hogar, dice Martha Medina, directora de la Asociación Pro-Derechos del Animal y Protección del Medio Ambiente A.C. (APRODA).

En esos lugares lo primero que recomiendan a los dueños es la esterilización del perro, aplicarle una vacuna antirrábica, chequeo clínico general y dejarle croquetas en el lugar mientras se encuentra un nuevo hogar. "Si las personas no cuentan con recursos financieros para la atención médica, la casa protectora de animales cubre los gastos, como lo hacemos en APRODA.", afirma Medina.

Las casas protectoras, con apoyo de los medios de comunicación y las redes sociales, le buscan una familia acorde a la personalidad del animal. "Le buscamos una casa que le sea apropiada, porque si es un perro que ha convivido con niños, juega pelota y pasea no se adaptará tan fácil a una vida con adultos", narra Medina", cuenta.

Los animales de talla pequeña se acomodan más rápido en sus nuevos hogares, pero los grandes tardan más. En promedio van de los tres meses a un año en que el perro se adapte, comenta la directiva.

Hay que preguntar si el albergue tiene registro legal, para evitar caer en casas protectoras que solo lucran con los animales, indica Mario López Amezcua, quien dirige la clínica veterinaria de pequeñas especies del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).

"Deben estar registradas ante la ley municipal o estatal y la gran mayoría de esas casas protectoras serias trabajan en coordinación con centros antirrábicos, colegios de médicos veterinarios o con universidades", dice el maestro en ciencias.

Claudia Llama afirma que lamentablemente hay albergues que hacinan animales con el fin de generar lástima en la población y lograr donativos.

Los albergues serios trabajan con transparencia, es decir, llevan registro de los perros y de la nuevas familias que albergarán a los animales."Cuando el perro encuentra una familia, el anterior dueño puede conocer la dirección y volver a ver a su animal".

Dueños responsables

Los dueños deben hacerse preguntas básicas antes de abandonar a sus animales, dice Abigail Carrillo, médico veterinario que trabaja en California, en el Lake Elsinore Animal Hospital.

Entre ellas: ¿Por qué quiere deshacerse de su mascota? Si la respuesta es porque tiene mal temperamento, el dueño podría buscar ayuda con un especialista para mejorar la actitud de su animal. Si es porque ya no tiene dinero para mantenerlo, habría que preguntarse si existen servicios médicos gratuitos cerca de su vecindario, como los que hacen algunas universidades. Si no hay solución habría que buscar a una casa protectora de animales, dice la especialista.

Para dar un perro en adopción hay que ser honesto, explica la psicóloga Claudia Llama, directora de Salud y Derecho Ambiental Se recomienda hacer una lista de las actitudes del perro. "Si se orina dentro de la casa, si muerde los muebles o los zapatos, para que el nuevo dueño no se lleve sorpresas y luego lo deje en la calle".

Hay que buscar un hogar nuevo con al menos dos o tres meses de anticipación, dice Claudia Llama, aunque asegura que la adopción no es una panacea.

"Miles de animales se ponen en adopción por año, pero no quiere decir que vayan a tener una buena vida, porque hemos visto que los maltraten, lo dejan en la calle, paran en mercados, peleas de perros o criaderos".

En un caso extremo es mejor la eutanasia, especialmente si quedará desamparado y si tiene necesidades médicas, comenta Claudia Llama.

Antes de adoptar a una animal es primordial considerar la talla, el costo de la comida y los servicios médicos, la salud del perro y del dueño, el espacio de la casa, el tiempo que se dedicara a su mascota y hacer un consenso para que toda la familia esté de acuerdo con la llegada del animal, indica la psicóloga LLama Lindsey.

"Llevar a un perro a un hogar sin hacer estas consideraciones trae consigo un problema de salud pública", narra Mario López Amezcua, maestro en ciencias de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Los dueños, al no hacer una evaluación de lo que implica la tenencia de una mascota, los lanzan a la calle y propician que se incremente la población canina. "En la UdeG hacemos una campaña antirrábica, y en promedio sabemos que con dueño hay cuatro perros por cada 10 habitantes. Pero hay una población flotante que se está reproduciendo de forma indiscriminada, ya que dos veces por año los perros tienen de 6 a 8 cachorros", comenta López Amezcua.

Tener un perro implica responsabilidades, recuerda Claudia. "Es cultural que en las familias mexicanas se tenga a un perro de compañía, el problema comienza cuando las personas no analizan los costos de manutención o el espacio de la casa".