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Millonario, exitoso y uno de los mejores actores de todos los tiempos. Así conocíamos a Tom Hanks hasta ahora. Un intérprete que nos deslumbró con películas como "Rescatando al soldado Ryan", que nos emocionó con "Forrest Gump" y nos estremeció en "Philadelphia". Pero hay una característica que desconocíamos: su humildad.

Su última película, "Larry Crowne" (estrenada la semana pasada en nuestro país), fue un fracaso en la taquilla estadounidense. Costó unos 30 millones de dólares y recaudó poco más de 35 millones.

Estamos hablando de una película con Tom Hanks y Julia Roberts como protagonistas, una comedia romántica con dos grandes de Hollywood, dirigida y producida por el propio Hanks. Y no solo eso, sino que el guión lo firman el "oscarizado" actor y la divertidísima Nia Vardalos, responsable de la historia de "Mi gran casamiento griego". Pero hasta Rottentomatoes, el sitio que recopila críticas de diferentes medios de todo el mundo, le da una valoración de 35 sobre 100. En resumen, un panorama bastante desalentador...


¿Pero qué hacés cuando sos un actor tan aclamado como Hanks, no has tenido un éxito de crítica en siete años (“La terminal”, 2004), y tu último trabajo resulta un desastre? Convencés a la gente de a pie en la propia calle.

 
Debemos tener en cuenta que en una entrevista Tom Hanks afirmó que el proyecto había sido un trabajo muy personal para él, ya que gira en torno a un cincuentón viviendo una crisis personal y sentimental. Por ello, seguramente, el comentario le tocó el corazón e hizo algo que no suelen hacer las estrellas de cine cuando se les acorrala con un comentario tan honesto. Les contestó:"Lamento que hayan quedado decepcionados. ¿Qué les parece si les devuelvo el dinero de las entradas?" Mientras les daba 25 dólares terminó prometiéndoles: "Haremos un trabajo mejor la próxima vez".

Todo un gesto de humildad y generosidad, con una táctica inteligente para mantener la confianza de sus fieles seguidores. Si Tom Hanks me escuchara, le diría que si la pareja tiene razón y "Larry Crowne" es tan decepcionante, no importa. Nos ha hecho disfrutar tanto en el cine en los últimos 15 años que no tenemos derecho a reprocharle nada.