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El cacerolazo que tuvo lugar el 13 de septiembre pasado en la Ciudad de Buenos Aires y otras localidades del país fue cubierto por los medios conservadores y anti-kirchneristas como una protesta espontánea, de personas auto-convocadas y pacíficas.

Cómo se organizó

La protesta fue organizada a través de las redes sociales, utilizando más de 50 páginas de Facebook y Twitter, algunas de las cuales figuran en la imagen de abajo.



Qué hacen estas páginas

Las páginas mencionadas reúnen a personas que están en contra del gobierno y comparten imágenes burdas y frases con insultos. Sólo son anti-kirchneristas, no defienden a ningún político ni partido en particular, aunque… con frecuencia defienden a Mauricio Macri. Comparten artículos de diversos medios, aunque… el 99% de las veces son del diario Clarín. Además, cuando una persona osa hacer un comentario a favor del Gobierno en sus páginas, lo “escrachan” y llaman a los miembros a denunciar compulsivamente su perfil para darlo de baja.Desde allí llamaron a marchar contra la “diktadura” y a favor de “una verdadera república”.





Quiénes administran estas páginas

Si bien las páginas son muchas, los administradores no. Las mismas pocas personas administran decenas de páginas.

Algunos de los nombres que más se repiten son Sergio Koltan, Marcelo Moran, Nestor Gamella, Gustavo Bruzone, Maximiliano Baldassarri, Carlos Bustos, Martín Urdaniz y Luciano Bugallo.

Quiénes financian estas páginas

Luciano Bugallo y Martín Urdaniz están ligados a la Sociedad Rural Argentina y son amigos de Max Gulmanelli y Sergio Bergman, funcionarios del PRO. Ellos comandan las fundaciones “Fragua”, “Argentina Ciudadana” y “Despertar”, que realizan actividades junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por las que reciben dinero.




Maximiliano Baldassarri es asesor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y del Director General del CGP de la Comuna 2 (Recoleta).





Marcelo Moran es dueño de “Moran Propiedades” en La Pampa, una empresa que posee varias hectáreas de tierra, de cercana relación con la Sociedad Rural Argentina, y negocios con el Grupo Clarín. A su vez, es amigo de Néstor Gamella, quien preside el Movimiento Sanmartiniano Republicano Federal. En su blog se descarga contra el Gobierno nacional y reivindica al terrorismo de Estado de la dictadura militar.







Gustavo Bruzone es anticuario, cercano a Biolcati, y frecuenta las reuniones de la Sociedad Rural Argentina. Es amigo de Carlos Bustos, martillero, que fundó un partido político propio que luego disolvió y se unió al PRO. Administran páginas en conjunto con Mariana Torres.







Sergio Koltan es amigo de Carlos Bustos, es organizador de eventos y fotógrafo, trabaja para varios políticos como Patricia Bullrich y Eduardo Amadeo, quien contrató un micro para el cacerolazo.





Además, existe una estrecha relación entre los mencionados y “Libertad y Progreso”, fundación amiga de la Sociedad Rural Argentina, la ya mencionada Fundación Despertar, y otras, que difunde informes y videos sobre “los abusos del gobierno”. Hacen las veces de “guionistas” de las páginas anti-kirchneristas en Facebook. Algunos de sus miembros son Manuel Solanet, asesor de Martínez de Hoz durante la dictadura militar, y Marcos Aguinis, el escritor que dijo que la juventud nazi “al menos tenía un objetivo”, en contraposición de la juventud kirchnerista. Otro de sus miembros más destacados es Mauricio Macri.





Otro grupo partícipe de la difusión de los movimientos anti-kirchneristas es la Fundación Pensar, autodefinida como “usina de ideas de PRO”, a través de las redes sociales de su equipo técnico y utilizando otras cuentas falsas para publicar contenidos más agresivos.






También utilizan a la agrupación militante del PRO “La Solano Lima” que difunde las consignas anti-kirchneristas a través de sus cuentas y cuentas falsas que retwittean sus contenidos.




La relación del PRO, políticos opositores de fuerzas cercanas al PRO, la Sociedad Rural Argentina, la fundación Libertad y Progreso, la fundación Pensar, y Clarín con la organización del cacerolazo no es tan anónima como parece. Muchos de sus miembros se hicieron presentes en la movilización. Otros, además, convocaron a través de sus cuentas en Twitter y Facebook. Legisladores del PRO hasta compraron relojes.




Y los relojes que los legisladores del PRO llevaron al cacerolazo se condicen con los relojes dibujados en carteles que fueron pegados en distintos puntos de la Ciudad convocando a la marcha.




El rol de los periodistas

Los medios, y en particular Clarín y TN, no actuaron sino a través de sus periodistas, quienes convocaron a la marcha directamente o haciendo retweets. Algunos hasta se hicieron presentes y relataron en vivo. Además, cuentan con un equipo incalculable, pero estimado en no menos de 400 cuentas falsas, que son utilizadas para difundir sus contenidos, o en determinados momentos accionan para forzar los Trending Topics (los temas más hablados del momento), por ejemplo, en este cacerolazo, o los domingos a la noche durante el programa Periodismo Para Todos de canal 13.




Violencia

El cacerolazo tampoco fue pacífico como lo quieren pintar, sólo basta ver algunos de los carteles que llevaron los presentes, además de los cánticos como “Andá con Néstor, la puta que te parió.” Ni reclamos, ni propuestas: insultos y burlas.



Conclusiones

La organización del cacerolazo contradice la idea que se intentó alimentar. Fue gestionado y financiado por particulares ligados a organismos opositores al Gobierno nacional, como el grupo Clarín, la Sociedad Rural, el PRO, políticos opositores, e instituciones que trabajan junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La participación es voluntaria, sí. Pero la organización no lo es. Los objetivos de los organizadores lejos están de los intereses de los asistentes.

Los mensajes de las fuerzas opositoras no son convocantes, por lo que deben anclarse en reclamos sociales justos, como la seguridad o los precios de los alimentos, para que las personas “caigan” y se sumen a la marcha.

A río revuelto, ganancia de pescadores.

Utilizan esos reclamos que poco les interesan, sumado al interés golpista propio y de algunos sectores sociales, sólo para su beneficio: instalar la idea de que la gente “se auto-convoca” en contra del gobierno, de forma “voluntaria” y “pacífica”, cuando son ellos los que gestionan y financian por detrás la “inteligencia” de las movilizaciones.