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Maduro chavez esta preocupado......


CARACAS.- Venezuela tuvo ayer su viernes negro económico. El gobierno, en ausencia de Hugo Chávez, convaleciente en Cuba, decretó la devaluación de 46,5% del bolívar, su moneda nacional.

Escudándose en el comienzo del Carnaval, que vacía las ciudades y llena las playas durante cuatro días, el chavismo hizo pública una medida que nadie quería reconocer pero que todo el mundo temía por su posible efecto inflacionario.

Desde ayer, el nuevo cambio se fija en 6,30 bolívares por dólar, frente a los 4,30 que rigieron la economía desde 2011. En sólo cuatro años, la devaluación del bolívar fue de 193%, algo inédito para una economía que se nutre de la mayor bonanza petrolera de la historia, con el barril de crudo a 106 dólares.

"Venezuela se encuentra en una fase especial de su crecimiento", afirmó Jorge Giordani, ministro de Planificación.

Para intentar explicar la medida, el gurú económico de Chávez encendió el ventilador de las excusas y evitó la palabra devaluación, transformada en "ajuste cambiario".

Las excusas fueron desde las "perturbaciones externas" (la crisis mundial) hasta la falta de producción interna. "El gobierno tiene que actuar con firmeza y eficiencia, como exige el presidente", dijo Giordani.

La medida repercutirá de inmediato en el bolsillo de los venezolanos, que ven cómo el salario mínimo baja de 476 dólares a 325. Los expertos temen una gran sacudida inflacionaria, que ya golpeó al país en enero con una tasa del 3,2%, lo que rompió en un solo mes la previsión anual de 14/ 16% establecida por el gobierno.

Desde la llegada al poder de Chávez en 1999 hasta la fecha, Venezuela sufrió una devaluación acumulada de 992%.

"A Nicolás Maduro le dan más tiempo al frente y acaba con el país. Se gastaron la plata en campaña, corrupción, regalos en el exterior. ¡Gobierno mentiroso!", reaccionó Henrique Capriles, líder de la oposición, que durante la campaña fue acusado de preparar un falso paquete de medidas neoliberales.

"Paquetazo cubano. Todos los venezolanos somos un 50% más pobres", añadió Julio Borges, coordinador de su partido, Primero Justicia.

El vicepresidente Maduro, por su parte, se alejó del foco de la devaluación, tal vez temeroso de que le recordaran que, en diciembre pasado, había enfatizado que "el control de cambio estaba bien" a pesar de que ya se rumoreaba la posibilidad de un ajuste.

El vicepresidente ni siquiera participó en la escenificación de Giordani y de Nelson Merentes, presidente del Banco Central Venezolano (BCV).

Minutos antes, Maduro había desvelado que "el comandante Chávez está al mando y su gran preocupación y su gran concentración de esfuerzo, lo que nos ha pedido, es en el tema económico".

"Nos ha dicho: «Hagan un gran equipo económico de gobierno, transmítanle al pueblo de Venezuela para mantener el ritmo de crecimiento económico», para torcerles el pescuezo a la inflación y a la especulación."

Chávez cumple hoy 62 días sin comparecer ante la opinión pública ni por radio ni por televisión. No se ha dado a conocer ni una sola imagen del paciente, que según el canciller Elías Jaua, que acaba de llevarle dos vírgenes a La Habana, está dando la batalla plena. Desde noviembre tampoco ha escrito ni una sola palabra en su cuenta de Twitter.

La preocupación de Chávez es compartida por el país. Y no es para menos. Caracas y regiones del interior sufren el mayor desabastecimiento de los últimos años. Pan, azúcar, aceite, pollo, carne, café o papel higiénico faltan en distintos establecimientos; sólo aparecen de forma intermitente y obligan a los consumidores a correr de un negocio a otro.

Por otra parte, los precios son tan disparatados en la capital que, en el informe publicado por la Unidad de Inteligencia de The Economist, Caracas se sitúa como la novena ciudad más cara del mundo.

Por su parte, Merentes anunció ayer otra medida económica fundamental: la eliminación del Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), que sólo en 2012 había suministrado al mercado casi 8000 millones de dólares a un tipo de cambio de 5,3 bolívares por dólar. "El sistema no estaba cumpliendo los objetivos en algunos de los aspectos. Era imperfecto", reconoció el presidente del BCV.

Este mecanismo se empleaba para nutrir de dólares a las importaciones de empresas y a personas naturales para viajar o para realizar remesas familiares, entre otras. La pregunta del millón, que quedó flotando tras el anuncio gubernamental de ayer, es saber qué mecanismo lo reemplazará.

Merentes adelantó que se piensa potenciar la creación de cuentas en dólares en territorio venezolano. "Desde junio de 2012 se autorizó la apertura de cuentas en moneda extranjera y vamos a crear mecanismos que faciliten estos flujos de divisas", señaló.

Hasta el momento, esta apertura no había calado en una sociedad incrédula en materia económica.

Todas estas medidas van dirigidas a bajar el precio desorbitado alcanzado por el dólar en el mercado paralelo.

Durante la semana había superado los 19 bolívares por un dólar. Analistas se aventuraban a apostar en las redes sociales que, transcurrido un tiempo, el dólar volvería a romper récords en el mercado negro.

Los mismos expertos han avisado también que el gobierno tiene problemas muy serios con sus cuentas públicas y la consiguiente restricción cambiaria. De hecho, Venezuela tocó de nuevo la puerta de China para resolver sus problemas de flujo de caja, en busca de financiamiento para cubrir su gasto público.

Al cierre de 2012, la deuda nacional registrada superó los 201.000 millones de dólares, de los cuales 100.000 corresponden al gobierno central, 78.000 a Pdvsa y 22.000 al llamado Fondo Chino. Todo eso sin contar el dinero que se debe por las expropiaciones de empresas.

Recapitulando: el endeudamiento equivale al 54% del PBI.

La tercera gran medida del nuevo viernes negro, uno más en la historia de Venezuela, es el anuncio de la creación de un órgano superior para la optimización del sistema cambiario.

Entre sus atribuciones, figura un mayor seguimiento en la asignación de divisas y la coordinación del flujo de dólares que proceden del sector de hidrocarburos. En Venezuela entraron alrededor de 150.000 millones de dólares en 2012 gracias al petróleo..


La devaluación no sólo es una admisión indirecta de la crisis; es también una forma del gobierno de engrosar sus arcas en caso de probables elecciones.