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Resulta al menos curioso, ver como el resto de latinoamérica manifiesta su rivalidad deportiva con la Argentina, rivalidad que mezcla con odio, resentimiento, y menosprecio, y que solo sirve para desnudar los verdaderos sentimientos de pueblos vecinos y no tanto. En casi todos los casos los comentarios que leí, son infundados de ambos lados, del de los detractores y del de los defensores, y siempre exacerbados por cuestiones irrelevantes, mínimas, inconexas con las realidades culturales de los pueblos. Parece bastante claro, que el ATROZ ENCANTO DE SER ARGENTINO, sigue vigente en latinoamérica, he descubierto con mucho asombro, como algunos usuarios de T!, que ondean en sus avatares banderas NO ARGENTINAS (léase uruguaya, chilena, hondureña, colombiana, mexicana, inglesa, norte americana y hasta rusa o japonesa), expresan desde ese anonimato, sus acérrimas críticas hacia la Argentina y hacia los argentinos.

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Copio algunos artículos editoriales a continuación:

Analizaba Jorge Elías para La Nación en 1998, referido a los argentinos:


"Se dice de mí… Que soy arrogante. Que soy frívolo. Que soy inseguro. Que soy un italiano que habla español y se cree británico. Que desprecio a mis vecinos de América latina por su sangre indígena y su aspecto mestizo. Que tengo una pelota de fútbol en la cabeza o la cabeza en una pelota de fútbol. Que gasto fortunas en cirugías estéticas, ropa y psicoanálisis. Que vengo del país de las mujeres más bellas, bulímicas y anoréxicas casi todas ellas. Que sonrío al cielo cuando hay relámpagos, porque pienso que Dios está fotografiándome. Que duermo poco, fumo mucho y ceno demasiado tarde. Que podría suicidarme si me arrojara desde lo más alto de mi ego, el pequeño argentino que todos llevamos dentro."


En un artículo de actualidad, a propósito de la designación del sucesor de Pedro, el mismo diario titulaba:

"El Papa y el ego por las nubes de los argentinos, en razón del impacto que podría tener en una sociedad que uno de los suyos se convierta en la máxima jerarquía de la Iglesia católica. Un país que ondea cual bandera al mejor futbolista del mundo, Lionel Messi, como ya lo hizo con quien es considerado el mejor futbolista de la historia, Diego Armando Maradona"

Observó Jean-Michel Niklaus, médico psiquiatra suizo:

"La identidad del argentino parece estar definida por el fútbol más que por su país; y si no por la música y después por el asado. Pero no como identidad nacional de un grupo de personas que están trabajando por un bien común...Me llama la atención la profunda disociación del argentino cuando se trata de procesos complejos de construcción social, pero la profunda unión cuando se trata de la identificación deportiva"

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Esta última observación, quizás explique un poco, siempre desde el punto de vista de una persona con algunos pergaminos académicos, que el argentino reacciona (y de diferentes maneras) en cuanta gesta deportiva se involucre...Quizás porque somos obstinadamente ganadores, o porque los deportes sencillamente nos unen. Lo cierto, es que por estas tierras hemos tenidos muchos éxitos deportivos, y muchos deportistas exitosos, lo cual contagia éxito y grandeza, y vemos en los
verdaderos protagonistas (los que entran a la cancha) una suerte de continuidad de nuestros propios aciertos y frustaciones.

Creo que algo similar ha pasado en TARINGA con tanta manifestación en contra de los argentinos. Estos detractores son aquellos, que ya no pueden tomar partido con sus propios protagonistas para experimentar sus propias sensaciones, y entonces se ven tristemente obligados a usar chivos expiatorios ajenos a sus intereses individuales o colectivos. Quien puede poner tanto énfasis en creer que el fracaso ajeno es un triunfo propio ??? Evidentemente, estamos ante una excusa o distorción de la realidad.

Nadie ha consensuado con sus creencias personales, con sus símbolos patrios, Brasil cambió su gloriosa bandera, por una brasilemania siglo XXI, olvidando incluso, sus propios logros deportivos, que lo erigen como el máximo exponentes de este deporte, los demás países del continente, ante la falta de representantes propios en la copa, han accionado sobre Argentina, como si fueramos sus verdugos históricos. Aprovechando la ocasión para expresar infinidad de sentimientos, xenofóbicos, que solo disparaban respuestas de igual calibre.

¿ Que tienen los argentinos, que les preocupa tanto ? ¿Porque nos prestan tanta atención ? ¿Porque les provocamos las peores reacciones, que los ahogan en sus propias palabras ?


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¿Cómo puede ser atroz el encanto? se pregunta el escritor Marcos Aguinis, al mismo tiempo que se consuela:


"Pues en algo así -contradictoria, masoquista, atormentada- se ha convertido la condición argentina. Nos emociona ser argentinos y también sufrimos por ello. Nos gusta ¡pero qué difícil que es serlo. Suspiramos, maldecimos, protestamos, analizamos… y no obstante, seguimos queriendo a este país terrible..."

Tan indescriptibles parece que somos, que el nobel economista Paul Samuelson no pudo encajar al Estado más austral del mundo en sus categorías.

"Están los países capitalistas, los de la órbita socialista y los del muy heterogéneo Tercer Mundo; pero eso no es suficiente, porque en realidad son cinco los sistemas: hay dos países más a tener en cuenta de forma separada: Japón y Argentina. ¿Por qué? Y, porque no calzan en ninguna sistematización. Son tan peculiares y tan impredecibles que deben ser ubicados aparte"

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"Argentina que sabe de éxitos pero también de fracasos, como el Ave Fénix, muere una y otra vez para resurgir de sus cenizas, con toda su gloria."

Queridos compatriotas, deberemos concluir que "EL ATROZ ENCANTO DE SER ARGENTINO" preocupa a latinoamérica y al mundo, aunque en realidad TODOS NOS AMAN, porque de una u otra forma, ya sea para adularnos o criticarnos, siempre nos tienen presentes.

TODO LO COMILLADO, ES RECOPILACION DE VARIAS FUENTES, Y LO INCLUI PORQUE CONTEXTUALIZA CON EL CONTENIDO.