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Aunque tú no lo sepas, has comido decenas de cosas que ni siquiera imaginarías porque suelen venir disfrazadas con nombres como “colorante XX”, “aditivo XX”, “sabores naturales”, etc. Mientras me como un bollo de supuesto chocolate que está hecho en realidad de grasientas visceras animales, os cuento parte de mi pequeña investigación:

Ingrediente básico de los ositos de gominola, moras de caramelo, lolipops y otras delicias de media tarde.

Aunque no suelen venir acompañados de la lista de ingredientes, uno de los productos que están practicamente en todas las golosinas y engullimos todos los días es el “shellac“. El shellac es una especie de resina beige que también se usa para dar brillo a los muebles y que se pensaba que procedía de las alas de un insecto. No es cierto, en realidad procede de la secreción de la hembra de ese mismo insecto cuando se acumula en las ramas de los árboles. Resumiendo: son cacas de éste bicho (alias Lacca Keria):


Azucar refinado
La caña de azucar produce azucar marrón pero el azucar de las golosinas, de los Chokospris y demás cereales azucarados, de la margarina (de aquí lo de los huesos del principio) y de otros productos edulcorados es blanco. Para que ésto sea posible es necesario refinarlo.
El refinado del azucar se hace generalmente (también puede usarse carbón activado pero es más caro) mediante un proceso patentado por un tal Louis Constant utilizando huesos de vacas muertas de causa natural: los huesos se calientan a unos 500ºC y por agotamiento del oxígeno absorven el “color” oscuro del azucar.

Yogures, batidos de fresa, bebidas rojas, piruletas, etc
Casi todo lo que tiene ese color rosa chicle tiene un tinte que probablemente conoceis ya: el carmín. El carmín ahora se denomina “colorante natural” porque mucha gente ha descubierto lo que es, pero el cambió de nombre no cambia su origen: este colorante natural se produce machacando unos insectos llamados cochinillas.
Cada vez que comes algo de color rojo o rosa, es más que probable que estes comiendote decenas de estos insectos. Se machacan junto con sus huevos y sale un polvo rojo que al mezclarse da como resultado este líquido con el que se tiñen los productos:
Voy a tener que empezar a comer con otros ojos ciertos bollitos de cierta pantera famosa.

Patatas fritas de los burguer
Las crujientes y deliciosas patatas prefritas de los burguers, las pastillas de caldo, platos precocinados en general, zumos y practicamente cualquier cosa tratada que compres tiene “sabor natural” o “potenciadores de sabor naturales”. El problema es que esa denominación es: “cualquier cosa no fabricada directamente por el hombre”: rata, pis de perro, uñas de aguila o lo que se te ocurra que proceda de un animal puede denominarse simplemente como “sabor natural”, y se usan esas cosas. ¿Alguna vez has visto unos camiones que recogen despojos de animales en los mercados? Eso es sólo una parte de lo que puede denominarse “ingredientes naturales”.
Las patatas de los burguer por ejemplo (que no son lo más asqueroso pero ayuda a comprender que no tenemos ni idea de lo que comemos) contienen despojos de ternera y en algunos países incluso caballo y grasas de ave.


Salchichas y carnes procesadas o picadas
Contienen, según el nivel de calidad, más o menos carne magra y almidones, grasas, ojos, piel, restos de hueso, visceras y despojos animales en general. Lo peor es que está permitido en su proceso de fabricación a modo de conservante el uso de “procesos bacterofágicos”, que en realidad es añadir una mezcla de 6 tipos de virus a las carnes que siguen “vivos” cuando las tragamos.


Quesos industriales y “guacamole”
En Europa aún no está muy extendido, pero en México y paises colindantes los escamoles se usan como condimentos en algunas salsas y quesos e incluso directamente como plato estilo “caviar” iraní. Son larvas de la hormigas Liometropum apiculatum, una especie muy agresiva que defiende a sus crías atacando al hombre a través de sus orificios nasales, orejas, etc. De ahí que aunque suene asqueroso sea un plato de lujo por su alto precio


Gelatina
Es un alimento muy saludable, 100% proteína, que se hace con huesos y cartílagos animales (en ocasiones también espinas de peces). Se vende como polvo en sobres o directamente ya preparada en forma de postres, golosinas o mezclada con yogur. Digamos que las patas de cabra no suelen terminar en el vertedero


Bollería industrial, croquetas, empanadillas, canelones precocinados, pizzas, etc
Donus, bollitos chocolateados, triangulos, palmeras… Todos ellos presentan, además de un buen número de calorías, grasas vegetales y grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Se usan mucho porque son muy baratas y se conservan bien, pero son una bomba a favor del colesterol y los triglicéridos.
Las grasas animales se extraen cociendo las visceras y grasas de los animales, las vegetales se extraen de semillas generalmente, pero son igual de dañinas para la salud del sistema circulatorio




Conclusión
Si un empleado escupiera en la enorme olla de cocción de determinados productos (estoy seguro de que alguno lo hace), eso sería el ingrediente más saludable en muchos de ellos porque casi todo lo que comemos tiene cosas raras e inocentes palabras “naturales” son en realidad insectos, tripas y cosas que harían vomitar al mismísimo Rambo (que ha comido cosas que harían vomitar a una cabra según contaba el coronel Thruman), así que yo prefiero no pensarlo y centrarme en disfrutar los sabores deliciosos de la gastronomía moderna sin pensar siquiera en plantearme pensar qué estoy comiendo. Y es que ni la cerveza se libra, así que aunque sí es recomendable comer cosas lo menos precocinadas y tratadas posibles, no se puede luchar contra lo inevitable: yo simplemente disfruto, trago y callo…

http://takian.gblog.cl/los-secretos-de-la-comida/