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El amor está en el aire y nadie puede negarlo. Se palpa a cada instante, se intensifica en ciertas fechas, pero siempre está presente aquí y allá. Incluso, hay mucho amor en las series animadas, aunque algunas expresiones pequen de “particularidad”.

Es que se nos enseña a escribir, leer, tener buenos modales y “ser alguien en la vida”, pero no hay escuelas que nos enseñen a sentir. No, esta no es una lección de autoayuda, pero sí una buena forma de describir a estos personajes animados que tienen un concepto del amor bastante diferente a lo que estamos acostumbrados. Algunos rayan en el masoquismo, otros son partidarios del “amor apache” y otros muestran un arrebato de amor tan exagerado, que hacen que los objetos de su amor los eviten.

A estos personajes no les va nada bien en su amor y probablemente necesiten un poco de atención psicológica para comprender cómo ser amorosos, sin caer en el abuso. Juzga tú mismo.

Elmyra


link: https://www.youtube.com/watch?v=mV52-3GIRvU&feature=youtu.be

Diseñada con Elmer Gruñón en mente, Elmyra es un personaje amoroso. Demasiado. Exageradamente. Peligrosamente. Compulsivamente.


Amante de las cosas lindas y de los animales, Elmyra tiene una extraña obsesión de “salvar” animales para besarlos, abrazarlos, apapacharlos y dejarlos sin aire. Y escribo “salvar”, porque lo que Elmyra realmente hace es cazar.



Su cariño desmedido es descuidado y a menudo causa heridas a sus animalitos de turno, quienes intentan huir de la pesadilla de tenerla como “madre”. Por suerte, Pinky y Cerebro la pusieron en su lugar un par de veces en el spin off que duró poco (eso también por suerte).

Pucca


link: https://www.youtube.com/watch?v=AEv1s9H7Y30&feature=youtu.be

Pucca ama a Garu. De eso no hay duda. Pero Garu no parece sentir lo mismo por Pucca. Por algo siempre huye de ella.

Claro, Pucca parece no captar la indirecta o es de esas que cree que su amor será suficiente para dos porque en cada episodio persigue al pobre ninja, a quien pone trampas y sobre quien usa su notable fuerza para comérselo a besos.

Disculpa Pucca, pero lo tuyo es obsesión…

Pepe Le Pew


link: https://www.youtube.com/watch?v=OP7k4LXM1rE&feature=youtu.be

Cuando el creador de Pepe Le Pew pensó en el personaje, se inspiró en un mujeriego; de esos que creen que todos sus galanteos son bien recibidos por las mujeres, aunque la mayoría de ellas deteste estas actitudes. Claramente, por eso fue caracterizado como un zorrillo: un animal apestoso que nadie quiere cerca.

Pepe tiene una obsesión por Penélope, una gatita negra que, de alguna manera, siempre termina pintada con una raya blanca en el lomo, lo que le hace pensar a Pepe que se trata de una zorrilla.



Cada vez que la ve, la persigue, se le avienta encima, la cubre de besos y de amor y la asfixia. Ella intenta huir, pero parece imposible. Pepe es insistente y muy molesto. Como ese chico que quiere contigo y no deja de escribirte…

Harley Quinn y el Guasón


link: https://www.youtube.com/watch?v=-xswOoUKcg8&feature=youtu.be

A estos dos hay que ponerlos juntos. Veamos, el Guasón jugó con la mente de Harley y la convirtió en su “súbdita”. Ella le sigue a todos lados, dice amarlo irracionalmente y siempre busca complacerlo y llevar una vida de pareja.

Al Guasón la cosa no le interesa mucho. Generalmente golpea a Harley, la tira por la ventana y pasa de ella, aunque en algún punto confesó su “amor”.



Sea lo que sea que tienen estos dos, no son un modelo de pareja a seguir. Nunca. ¡Jamás!

Helga


link: https://www.youtube.com/watch?v=pbmHgLH4xyM&feature=youtu.be

Helga ama a Arnold, pero solo ella lo sabe. Lo dice cuando está a solas, cuando arma en su mente escenas dramáticas dignas de premios sobre lo que siente por él. Pero cuando Arnold está frente a ella, Helga actúa como está acostumbrada: lo llama cabeza de balón y se transforma en esta chica poco femenina y fuerte que no necesita a nadie al lado. Cuando Arnold se va, su predicamento vuelve a surgir. ¡Pobre Helga!