
Las empresas multinacionales o empresas transnacionales son aquellas que no solo están establecidas en su país de origen, sino que también se constituyen en otros países para realizar sus actividades mercantiles tanto de venta y compra como de producción en los países donde se han establecido.
Las multinacionales están en capacidad de expandir la producción y otras operaciones alrededor del mundo, así como de movilizar plantas industriales de un país a otro.
Los procesos de fusión y las alianzas entre ellas, les permiten alcanzar un creciente poder e influencia en la economía mundial. Su filosofía tiene un concepto global, mantienen un punto de vista mundial en sus negocios sobre los mercados (clientes), servicios y productos, bajo el cual conciben al mundo entero como su mercado objetivo.
Estas empresas se caracterizan por el empleo de trabajadores tanto del país de origen como del país en el que se establecieron. El término "multinacional" debe entenderse en lo que a mercado se refiere no a la naturaleza de la compañía: de hecho, es habitual que se califique el término "multinacionales" de engañoso y se prefiera llamarlas "transnacionales", ya que aunque operen en varios países, su sede y principales directivos, así como el origen de su estrategia y la administración en general, se decide en su país de origen sin ninguna influencia de sus filiales de ultramar. Se argumenta así que por el hecho de que, por ejemplo, McDonald opera en múltiples países no deja de ser una empresa estadounidense y no "multinacional".

CARACTERÍSTICAS DE LAS EMPRESAS MULTINACIONALES
♠ Se extienden en todo el territorio. Abren sus puertas a las personas usuarios de todo el mundo
♦ Sus propietarios llevan sus productos o servicios a comunidades de todo el mundo abriendo nuevas sucursales en otros continentes fuera del de su origen
♣ Poseen plantas en todo el mundo y trabajan con importantes cantidades de productos.
♠ Utilizan nuevas tecnologías, organización industrial, mercadotecnia y publicidad.
♣ Son fuertes inversiones en investigación y desarrollo para las comunidades.
♦ Conocimiento profundo de las estructuras y funcionamiento de los mecanismos políticos de los países donde están implantadas.
♣ Una de sus formas habituales de crecimiento es mediante los procesos de fusiones y adquisiciones.
♠ Sus productos no son terminados en la misma planta en la cual es iniciado. Lo transportan a otra planta en otro continente para ser finalizado. Y a otra para ser comercializado

Ventajas y desventajas
El aumento de las normas
Las corporaciones multinacionales levantan competencia en los mercados extranjeros donde se aventuran. Son productoras de bienes y servicios que se adhieren a los mejores estándares posibles. Puesto que los consumidores están dispuestos a gastar su dinero en los mejores productos, las empresas locales se ven obligadas a mejorar la calidad de sus productos. Esta competencia para producir buena calidad termina beneficiando a los consumidores que reciben un buen valor por su dinero.

Creación de empleos / Explotación de trabajadores
Las empresas multinacionales juegan un papel importante en la creación de empleos en los países extranjeros donde se aventuran. Debido a sus operaciones masivas, emplean a mucha gente local en los países donde trabajan. También emplean algunos para trabajar en su sede principal, dando así a los extranjeros la oportunidad de ganar exposición en su carrera internacional. Esto es especialmente importante en los países en desarrollo, donde el desempleo es alto.
Pero no todo es color de rosa para aquellos ciudadanos locales que logran obtener un puesto laboral ya que en muchas multinacionales los empleados trabajan durante 14 horas al día y ganan menos de 2$. En esta explotación se ven afectadas muchas chicas jóvenes con menos de 25 años, si tienen hijos, deben llevarlo para trabajar gratis, o de lo contrario, no pueden trabajar.
Además, muchos niños son esclavos. En Latinoamérica trabajan 1 de cada 5 niños de entre 5 y 14 años, en África 1 de cada 3 y en Asia 1 de cada 2.
La técnica de 'flujo tirante' empeora aún las condiciones laborales: con jornadas de veinte horas diarias, sin aumento de sueldo; si alguien se queja, pierde el trabajo. Si hay problemas para la empresa como demandas laborales, ésta se traslada a otro sitio.

Destrucción de industrias locales
Las multinacionales suelen tener más dinero en términos de capitalización que las empresas locales. Esto significa que son capaces de financiar las operaciones durante un largo tiempo, incluso sin obtener una ganancia sabiendo que, una vez que hayan desarrollado la lealtad de marca, van a empezar a obtener beneficios sustentables a partir de ese momento. Esto significa que deliberadamente pueden establecer precios muy bajos a fin de tener la cuota de mercado de las empresas que han encontrado en ese mercado. Por lo tanto, esto puede llevar a las empresas locales al cierre ya que no pueden permitirse el lujo de cobrar los mismos precios bajos.

Los recursos naturales abren oportunidades de desarrollo económico. En principio, los ingresos fiscales derivados de su explotación pueden ayudar a aliviar las limitaciones a las que suelen enfrentarse los gobiernos en los países en desarrollo para transformar sus economías, fomentar el crecimiento y crear empleo. Sin embargo, la experiencia de los países con abundantes recursos naturales (especialmente en hidrocarburos y minerales) sugiere que esta abundancia no siempre es una bendición. De hecho, puede ser una maldición. En las últimas décadas, el crecimiento económico de los países con abundantes recursos naturales ha sido más bajo, en promedio, que el de los países con escasos recursos naturales
¿Bendición o maldición?
La explotación de recursos naturales puede tener consecuencias negativas para la economía por varias razones. Una de ellas es la corrupción de las élites políticas y la administración pública. Dado que en muchos casos los ingresos fiscales derivados de los recursos naturales se canalizan directamente a través de las arcas del Estado, estas élites pueden aprovecharse de los escasos controles existentes para apropiarse indebidamente de estos fondos y canalizarlos hacia el exterior

La fuga de capitales, definida en términos generales como los fondos o valores que salen
de un país, puede ser de diversos tipos. Uno de ellos ha suscitado gran interés en círculos académicos y de política: los flujos financieros ilícitos. Según las estimaciones de Integridad Financiera Mundial, una organización dedicada a estudiar y combatir este flagelo, los flujos financieros ilícitos provenientes de países en desarrollo ascendieron a US$5,9 billones entre 2001 y 2010. En comparación, los principales donantes desembolsaron US$677.000 millones en asistencia oficial neta para el desarrollo durante el mismo período. En los últimos diez años, el proceso de democratización en los países en desarrollo y el subsiguiente aumento de la transparencia y la rendición de cuentas parecen indicar que los flujos financieros ilícitos están disminuyendo.
Sin embargo, mientras los gobiernos se enfrentan a mayores limitaciones, la globalización del comercio y las finanzas ha contribuido a que las empresas multinacionales sean aún más poderosas, y algunos critican su acceso ilimitado al capital, la mano de obra y los recursos naturales a expensas de los ciudadanos. A diferencia de los flujos financieros ilícitos vinculados con las élites políticas, la fuga de capitales generada por las empresas multinacionales que manipulan los precios y se aprovechan de vacíos legislativos en los códigos tributarios ha recibido menos atención. Pero este tipo de fuga de capitales puede tener profundas consecuencias para los países en desarrollo, sobre todo aquellos con abundantes recursos naturales cuya riqueza se concentra en un solo sector.
En respuesta a las crecientes críticas, el Grupo de los Veinte países avanzados y emergentes (G-20) ha incluido la elusión fiscal y la transferencia de ganancias en general entre sus principales
prioridades. En julio de 2013, el G-20 adoptó un plan de acción para frenar la elusión fiscal de las empresas multinacionales, basado en las recomendaciones formuladas en un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2013). El FMI ha puesto en marcha una importante iniciativa para dar seguimiento a las implicaciones macroeconómicas que pueden tener el diseño del sistema tributario y las prácticas impositivas de un país en otros países (FMI, 2013).
Impulsores y generadores de cambios
Dado que operan en diferentes países y a veces en diferentes continentes, las empresas multinacionales pueden elegir las normativas y leyes tributarias que más les convengan para evitar pagar impuestos tanto en los países de los que extraen la riqueza como en aquellos en los que tienen su sede. Concretamente, algunas empresas multinacionales practican lo que se denomina “transferencia de precios” o “transferencia de ganancias”, que consiste en atribuir las ganancias o pérdidas netas de una empresa, antes de impuestos, a jurisdicciones opacas donde los impuestos son bajos —los denominados paraísos fiscales— en los que están domiciliadas más de 2 millones de empresas y miles de bancos. Algunos analistas estiman que la riqueza de estos paraísos fiscales representa alrededor de US$20 billones (The Economist, 2013), pero es difícil saberlo con certeza dado el secretismo imperante en los paraísos fiscales.
Las empresas multinacionales pueden utilizar varios métodos para transferir las ganancias. Uno de los más comunes es a través de la “subcapitalización”, es decir cuando una empresa decide endeudarse más que otras entidades independientes similares. De hecho, las empresas suelen financiarse (o capitalizarse) a través de una combinación de endeudamiento (deuda) y de emisión de acciones (capital). En muchos casos, la manera de estructurar el capital reducirá considerablemente la cantidad de ganancias que declare la empresa para fines fiscales, porque normalmente las normas fiscales permiten la deducción de los intereses pagados, pero no de la remuneración del capital (dividendos). Este sesgo a favor de la deuda se acentúa en el caso de las empresas multinacionales, que pueden estructurar sus mecanismos de financiación de manera que las filiales ubicadas en países con impuestos elevados paguen intereses deducibles a las filiales en países con impuestos bajos, o paraísos fiscales, reduciendo así su carga fiscal global
¿Qué está en juego?

La principal fuente de riqueza para muchos países en desarrollo es el sector de los recursos naturales. Por lo tanto, los gobiernos deberían recaudar la mayor cantidad posible de ingresos tributarios derivados de las cuantiosas ganancias generadas por este sector manteniendo su atractivo para los inversionistas. Sin embargo, muchas veces es difícil lograr un equilibrio adecuado que permita generar las mayores ganancias económicas porque la explotación de recursos naturales, en particular de minerales, petróleo y gas, requiere conocimientos técnicos especializados, que a muchas empresas multinacionales no les gusta demasiado compartir.
La elusión fiscal, incluida la transferencia de ganancias de empresas multinacionales, es un problema grave para muchos países en desarrollo, sobre todo los que tienen abundantes recursos naturales. Por ejemplo, el gobierno de Zambia estima que pierde US$2.000 millones al año —15% del PIB— debido a la elusión fiscal de las empresas que operan en las minas de cobre del país. La transferencia de ganancias socava la base impositiva de los países donde operan las empresas multinacionales pero también la de aquellos en los que estas empresas tienen su sede.
Un aspecto importante de la transferencia de ganancias es la pérdida de los efectos positivos que pueden generar los recursos naturales para un país, incluido el desarrollo del sistema financiero nacional. La lucha contra la fuga de capitales orquestada por empresas multinacionales que operan en el sector de los recursos naturales ayudaría al desarrollo de un sistema financiero nacional, en particular de un mercado de valores. También ayudaría al financiamiento y desarrollo de sectores no relacionados con los recursos naturales lo que permitiría diversificar la economía y evitaría un crecimiento económico respaldado solamente por los recursos naturales no renovables.
Defensores & Criticos

Los seguidores de este tipo de compañías argumentan que el establecimiento de estas en un país determinado contribuye con la ocupación de personas del país en el cual se establecen; es decir, generan empleo para muchos trabajadores de este lugar.
De la misma forma, estas empresas multinacionales también deben enfrentar la competencia de otras multinacionales o de empresas locales fuertes en los mercados en los cuales venden sus productos. Esta competencia requiere que estas compañías respondan a las necesidades y exigencias de los mercados locales sin perder eficiencia a nivel mundial, haciendo que inviertan recursos en investigación y busquen avances tecnológicos, administrativos y productivos con los cuales puedan obtener beneficios. Al aplicar estas tecnologías y conocimientos, se produce una transferencia de estos a los países en los cuales hacen presencia tales empresas.
Por su parte, los críticos, argumentan que estas compañías se convierten en explotadoras y agresivas en su política en los países en los que se encuentran, pues estas a menudo se ubican en países en los cuales los salarios de los trabajadores son bajos, lo que hace que los costos de los productos sean menores.
Mientras que los defensores argumentan que las transnacionales son la auténtica esencia de la economía global y que son cruciales para el progreso de las poblaciones de un mundo en desarrollo (ver Consenso de Washington), los críticos piensan que la realidad es muy diferente (globalización).
Las empresas transnacionales emplean solo un 3% de la fuerza de mundial (y menos de la mitad de estos empleados está en el Sur). En aquellos sitios en los que son, la contienda entre gobiernos para atraer las inversiones de las transnacionales ha provocado una caída espectacular de las condiciones laborales, dando paso a una precariedad que ha perjudicado los derechos de los trabajadores. Y mientras que las grandes corporaciones utilizan su inmenso poder de compra y de acción para tomar las riendas de los mercados locales, las compañías locales son literalmente barridas de la escena.
Algunos ejemplos de esta explotación es la destrucción de ecosistemas completos por parte de grandes corporaciones mineras y petroleras, las miles de personas muertas en desastres como el de Bhopal, en India.
Diversas organizaciones, sindicatos, partidos y ONG llevan a cabo diferentes campañas contra los abusos de esas corporaciones industriales. En Internet destaca como modo de acción el ciberactivismo.
Estos son algunos de los pros y los contras de las empresas multinacionales, las cuales, a pesar de las grandes críticas, son un fenómeno que se hace cada vez más fuerte a nivel mundial.