Seis de febrero.
"Our father who art in heaven, halloweed by the name"
Era tiempo de hablar con ella. Hace tanto tiempo que no hablábamos... ¿Me reconocería? Debería. Debería porque antes nos gustaban las mismas cosas, escuchábamos la misma música y jugábamos con los mismos juguetes. Ella debería hacerlo, hasta llevamos el mismo nombre.
Nos distanciamos demasiado por el tiempo... Yo seguí y ella se quedo atrás. Recuerdo con nostalgia que nos gustaba una barbie en especial y que no la prestábamos. También que odiábamos ir los domingos a la iglesia pero creíamos en la religión. Oh, incluso que detestábamos a un compañero de nuestra escuela... Vivíamos discutiendo y peleando con él, pobre, no?
Es gracioso pero recuerdo tantas cosas de ella, de nosotras... Tantos recuerdos felices. Las reiteradas veces que le decíamos a nuestra madre que no tendríamos novio jamás y ella respondía que nos haría firmar un papel... Era muy divertido.
Pero todo cambia, las personas cambian, los gustos cambian y el tiempo... El tiempo no se detiene para nadie. Y eso es exactamente lo que nos sucedió. Cambié sólo algunos aspectos de mí. Dejamos de ir los domingos a la iglesia y ella siguió creyendo en la religión firmemente... Por mi parte, luego de tomar la comunión con ella, dejé de creer. Ella comenzó a jugar con la famosa computadora pero no dejo de lado nuestras amadas Barbies... Por mi parte, entre en el mundo de la tecnología y me olvidé de esas muñecas. Ella siguió teniendo sus amigas, siguió juntándose con ellas porque a pesar de las peleas siempre encontraba una solución.... Por mi parte, me alejé porque encontré que esa era la solución. Ella siguió con sus rencores, siguió sufriendo por ciertas cosas que aún no pudo superar pero siempre hizo hincapié en el amor que le daba su familia... Por mi parte, seguí con mis rencores que cada vez se agrandaron con una gran amiga llamada venganza. Ella siguió jurando que jamás tendría novio y yo... Yo me enamoré.
Dicho esta que cambiamos en algunos aspectos pero aún podíamos seguir llevándonos bien, de la misma manera de antes pero no... yo y el tiempo nos encargamos de eso. Es que, ya no pensábamos igual, teníamos distintas ideologías.
A veces pienso que quizás se enojó conmigo porque no hablamos nunca más, quizás porque cambie algunos aspectos tontos de mi vida, quizás porque no cumplí algunas promesas que nos hicimos, quizás porque dejé de pensar como ella o sólo quizás está enojada con el tiempo. También existe la posibilidad de que no este enojada obviamente pero no lo sé. ¿Estará enojada conmigo?
Si así es, le hablaré de nosotras, que no la he olvidado, que la recuerdo, que recuerdo su rostro tan inocente, sus caídas y sus victorias, sus amigas y sus enemigas, sus gustos y sus disgustos, que aún recuerdo todo sobre ella y también nuestras aventuras juntas.
Siete de febrero.
Ayer quise hablar con mi yo de hace diez años... Pero se negó diciendo que no hablaba con extraños.

"Our father who art in heaven, halloweed by the name"
Era tiempo de hablar con ella. Hace tanto tiempo que no hablábamos... ¿Me reconocería? Debería. Debería porque antes nos gustaban las mismas cosas, escuchábamos la misma música y jugábamos con los mismos juguetes. Ella debería hacerlo, hasta llevamos el mismo nombre.
Nos distanciamos demasiado por el tiempo... Yo seguí y ella se quedo atrás. Recuerdo con nostalgia que nos gustaba una barbie en especial y que no la prestábamos. También que odiábamos ir los domingos a la iglesia pero creíamos en la religión. Oh, incluso que detestábamos a un compañero de nuestra escuela... Vivíamos discutiendo y peleando con él, pobre, no?
Es gracioso pero recuerdo tantas cosas de ella, de nosotras... Tantos recuerdos felices. Las reiteradas veces que le decíamos a nuestra madre que no tendríamos novio jamás y ella respondía que nos haría firmar un papel... Era muy divertido.
Pero todo cambia, las personas cambian, los gustos cambian y el tiempo... El tiempo no se detiene para nadie. Y eso es exactamente lo que nos sucedió. Cambié sólo algunos aspectos de mí. Dejamos de ir los domingos a la iglesia y ella siguió creyendo en la religión firmemente... Por mi parte, luego de tomar la comunión con ella, dejé de creer. Ella comenzó a jugar con la famosa computadora pero no dejo de lado nuestras amadas Barbies... Por mi parte, entre en el mundo de la tecnología y me olvidé de esas muñecas. Ella siguió teniendo sus amigas, siguió juntándose con ellas porque a pesar de las peleas siempre encontraba una solución.... Por mi parte, me alejé porque encontré que esa era la solución. Ella siguió con sus rencores, siguió sufriendo por ciertas cosas que aún no pudo superar pero siempre hizo hincapié en el amor que le daba su familia... Por mi parte, seguí con mis rencores que cada vez se agrandaron con una gran amiga llamada venganza. Ella siguió jurando que jamás tendría novio y yo... Yo me enamoré.
Dicho esta que cambiamos en algunos aspectos pero aún podíamos seguir llevándonos bien, de la misma manera de antes pero no... yo y el tiempo nos encargamos de eso. Es que, ya no pensábamos igual, teníamos distintas ideologías.
A veces pienso que quizás se enojó conmigo porque no hablamos nunca más, quizás porque cambie algunos aspectos tontos de mi vida, quizás porque no cumplí algunas promesas que nos hicimos, quizás porque dejé de pensar como ella o sólo quizás está enojada con el tiempo. También existe la posibilidad de que no este enojada obviamente pero no lo sé. ¿Estará enojada conmigo?
Si así es, le hablaré de nosotras, que no la he olvidado, que la recuerdo, que recuerdo su rostro tan inocente, sus caídas y sus victorias, sus amigas y sus enemigas, sus gustos y sus disgustos, que aún recuerdo todo sobre ella y también nuestras aventuras juntas.
Siete de febrero.
Ayer quise hablar con mi yo de hace diez años... Pero se negó diciendo que no hablaba con extraños.
