Nacido el 7 de junio de 1962 en la ciudad de Davao, Filipinas. Él es el único artista surrealista filipino incluido en el Lexikon der phantastischen Künstler (Encyclopedia of Fantastic & Surrealistic & Symbolist & Visionary Artists).
Él entró en la escena internacional del arte cuando pasó dos meses en residencia del artista en el centro del estudio de Vermont basado en Vermont, los EEUU.
En 2004, Bañez fue a Nueva York donde ahora vive. En 2010, fue incluido en Lexikon der phantastischen Künstler, y en "Who's Who en Visual Art 2010-2011: 100 Artistas en Pintura, Artes Gráficas, Artes Digitales, Escultura como el único surrealista filipino.
La obra de Banez gira en torno al tema "666", el "reino del mal en el mundo", que expresa a través de representaciones psicodélicas de "figuras humanas y subhumanas". Para Bañez, "Satanás trae color al mundo, que es su interpretación del felix culpa theodicy. Esta proposición deriva de su fuerte creencia en el cristianismo y en la metanarrativa "judeo-cristiana", donde el "poder rebelde" del diablo prevalece en el mundo. Usando colores de tonos joya, Bañez representa el Mal como comenzando a hacerse cargo como ejemplificado por las guerras, la degradación ambiental, la injusticia y la proliferación de crímenes contra la humanidad.
















































Él entró en la escena internacional del arte cuando pasó dos meses en residencia del artista en el centro del estudio de Vermont basado en Vermont, los EEUU.
En 2004, Bañez fue a Nueva York donde ahora vive. En 2010, fue incluido en Lexikon der phantastischen Künstler, y en "Who's Who en Visual Art 2010-2011: 100 Artistas en Pintura, Artes Gráficas, Artes Digitales, Escultura como el único surrealista filipino.
La obra de Banez gira en torno al tema "666", el "reino del mal en el mundo", que expresa a través de representaciones psicodélicas de "figuras humanas y subhumanas". Para Bañez, "Satanás trae color al mundo, que es su interpretación del felix culpa theodicy. Esta proposición deriva de su fuerte creencia en el cristianismo y en la metanarrativa "judeo-cristiana", donde el "poder rebelde" del diablo prevalece en el mundo. Usando colores de tonos joya, Bañez representa el Mal como comenzando a hacerse cargo como ejemplificado por las guerras, la degradación ambiental, la injusticia y la proliferación de crímenes contra la humanidad.


















































