Juzguen sin recato... estoy en el paredon y tienen los fusiles.
La ultima vez que la vi a Julia estaba mas linda que nunca. Se encontraba sentada en la estación, fumando mientras esperaba que ese tren que la llevaría a su casa pasara por él anden. No le dije nada, No me atreví a decirle nada. Solo me quede ahí, mirándola desde lejos, admirando la belleza que jamas pude tener, viendo el sueño que jamas pude cumplir.
Sé que es obsesivo y enfermizo, pero no puedo dejar de pensar en ella desde que la conocí, en aquel domingo de invierno en la casa de Marcos, donde estaba tocando la guitarra y cantando esa canción que jamás voy a olvidar. "Nothing compares/nothing compares to you" gemían tus labios. Y no pude estar mas que encantado con el embriagador sonido de tu delicada voz mezclado con el hipnótico y suave rasgueo de la guitarra que mi amigo te había prestado.
No quise interrumpir la canción, por eso no te saludé. Me senté en la mesa y cebe interminables mates hasta que la segunda canción terminó. Era una de Janis Joplin, de esas canciones que no se olvidan. Recién ahí advertiste la presencia de este fantasma, que estaba fumando, mirándote fijamente como si jamás hubiera visto a otra persona.
"Hola", me dijiste, "soy Julia, una amiga de Marcos. ¿Nunca te hablo de mí?" . "No", le respondí, odiándolo a Marcos por no haberme presentado este ángel en la tierra. Durante toda la tarde nos quedamos hablando de todo. De vos, de mí, de los viejos blues que tanto nos gustan y de esa persona que nunca te había podido amar. Pobre imbécil, seguro no era humano.
Después de ese día nos vimos muchas otras veces, ya sin la mediación de Marcos. ¿Té acordás de esa tarde en Plaza Francia, cuando los dos "nos confundimos" con un beso?, ¿Y de esa noche en el pub, donde nos reímos mas que nunca, porque me ganaste al pool sin nunca haber tocado un taco?
Eran muy lindos esos tiempos, hasta que lo arruine todo diciéndote "te amo". Que estúpido que fui.
Y ahora estoy acá, fumando, muy lejos, mirando ese sueño que se me escapó de las manos por decir lo que siento. A veces me gustaría nunca haberte conocido, para no sufrir como estoy sufriendo. Pero después me doy cuenta que sos lo único por lo que vivo. Me alcanza verte, hermosa como siempre, feliz, con tu cigarrillo en la mano, tus rulos negros cayendo sobre tus hombros y tus piernas cruzadas en el piso del anden. Tal vez nunca te pueda olvidar, tal vez nunca quiera hacerlo, pero solo deseo que seas feliz, por mas que el precio sea no mirarte a los ojos nunca más.
La ultima vez que la vi a Julia estaba mas linda que nunca. Se encontraba sentada en la estación, fumando mientras esperaba que ese tren que la llevaría a su casa pasara por él anden. No le dije nada, No me atreví a decirle nada. Solo me quede ahí, mirándola desde lejos, admirando la belleza que jamas pude tener, viendo el sueño que jamas pude cumplir.
Sé que es obsesivo y enfermizo, pero no puedo dejar de pensar en ella desde que la conocí, en aquel domingo de invierno en la casa de Marcos, donde estaba tocando la guitarra y cantando esa canción que jamás voy a olvidar. "Nothing compares/nothing compares to you" gemían tus labios. Y no pude estar mas que encantado con el embriagador sonido de tu delicada voz mezclado con el hipnótico y suave rasgueo de la guitarra que mi amigo te había prestado.
No quise interrumpir la canción, por eso no te saludé. Me senté en la mesa y cebe interminables mates hasta que la segunda canción terminó. Era una de Janis Joplin, de esas canciones que no se olvidan. Recién ahí advertiste la presencia de este fantasma, que estaba fumando, mirándote fijamente como si jamás hubiera visto a otra persona.
"Hola", me dijiste, "soy Julia, una amiga de Marcos. ¿Nunca te hablo de mí?" . "No", le respondí, odiándolo a Marcos por no haberme presentado este ángel en la tierra. Durante toda la tarde nos quedamos hablando de todo. De vos, de mí, de los viejos blues que tanto nos gustan y de esa persona que nunca te había podido amar. Pobre imbécil, seguro no era humano.
Después de ese día nos vimos muchas otras veces, ya sin la mediación de Marcos. ¿Té acordás de esa tarde en Plaza Francia, cuando los dos "nos confundimos" con un beso?, ¿Y de esa noche en el pub, donde nos reímos mas que nunca, porque me ganaste al pool sin nunca haber tocado un taco?
Eran muy lindos esos tiempos, hasta que lo arruine todo diciéndote "te amo". Que estúpido que fui.
Y ahora estoy acá, fumando, muy lejos, mirando ese sueño que se me escapó de las manos por decir lo que siento. A veces me gustaría nunca haberte conocido, para no sufrir como estoy sufriendo. Pero después me doy cuenta que sos lo único por lo que vivo. Me alcanza verte, hermosa como siempre, feliz, con tu cigarrillo en la mano, tus rulos negros cayendo sobre tus hombros y tus piernas cruzadas en el piso del anden. Tal vez nunca te pueda olvidar, tal vez nunca quiera hacerlo, pero solo deseo que seas feliz, por mas que el precio sea no mirarte a los ojos nunca más.