capitulo 5
Bueno, un nuevo día, hoy estaba decidida, tenía que hablar con Eva, sacarle todo lo que pudiera, investigar todos los casos del hospital, alguien aquí es un psicópata poderoso y yo lo descubriré, diablos ya sonaba como scooby doo, en fin, me salteé el desayuno y aproveche el momento que tenía para interrogar a Eva, tenía que conseguir más información.
-Eva- la llamé al entrar en la habitación 523, me extrañaba que después de lo sucedido estuviera en la misma habitación, pero supongo que el psicópata, lo llamare el señor x, diablos ahora sueno como los simpsons, el asesino desquiciado que pretende matar a todo el mundo, debe querer tenerla en el mismo lugar, ¿pero por qué?, tal vez así la tiene más cerca, o las enfermeras que siguen cuidándola están de su lado y le informan a él, como pudo haber querido decirme Ester, debía empezar por ahí.
-hola Guillermina.
-¿cómo sabe mi nombre?, no recuerdo habérselo dicho.
-él me lo dijo, no quiere que le diga de él, vino a verme anoche, sabe que quiere investigarlo, la descubrió, el va a intentar sacársela del medio, no se cómo, pero temo lo peor.
Ella sonaba triste, y distante, casi al borde de la monotonía, como cansada.
-él vino a verla, vino con las enfermeras por la noche, me inyectaron sedantes, pero intenté resistir sin dormirme, quería hablar contigo, sabía que vendrías, él dijo que lo harías, tal vez eres mi última oportunidad, no lo se, pero hay algo que debes tener en cuenta, las apariencias engañan.
Se estaba quedando dormida, empezaba a balbucear, le entendí lo último a medias, ¿a qué se refería?, tal vez el loco, parecería el más inofensivo, debía averiguar más, pero por ahora esto ayudaba un poco. Esto era una declaración de guerra, estaba asustada, pero le ganaría, no se salvaría, esta vez mamá, no dejaré que te lleven...
Me cole en los archivos del hospital, no fue muy difícil, los tienen poco vigilados, solo decir que quería el archivo de mi paciente y me dejaron entrar, allí saque el de mi paciente, y dentro oculte el de la señora Beewer, que era bastante gordo.
Llegue a mi habitación, ya de noche y me dispuse a leer el documento, la cena no estuvo rica, sobre todo por lo feo de mi bebida, ese jugo sabía horrible, dejando de lado mi cena, empece a leer el documento, era muy gordo, pronto descubrí que allí no solo estaba el caso de la señora Beewer, sino también información de sus parientes cercanos, eso me sorprendió, no tendría que estar, tal vez es que pasó algo relacionado con ellos, entonces lo encontré, su hermano, el señor william Welton, él estuvo internado un tiempo en un psiquiátrico, aparentemente sufría de trastornos en los sueños, también descubrí que su vecino, el señor Jonathan Halton trabaja como un especialista en enfermedades mentales para la institución Leewton (manicomio), en Salford, era de donde venía John...
Bueno, un nuevo día, hoy estaba decidida, tenía que hablar con Eva, sacarle todo lo que pudiera, investigar todos los casos del hospital, alguien aquí es un psicópata poderoso y yo lo descubriré, diablos ya sonaba como scooby doo, en fin, me salteé el desayuno y aproveche el momento que tenía para interrogar a Eva, tenía que conseguir más información.
-Eva- la llamé al entrar en la habitación 523, me extrañaba que después de lo sucedido estuviera en la misma habitación, pero supongo que el psicópata, lo llamare el señor x, diablos ahora sueno como los simpsons, el asesino desquiciado que pretende matar a todo el mundo, debe querer tenerla en el mismo lugar, ¿pero por qué?, tal vez así la tiene más cerca, o las enfermeras que siguen cuidándola están de su lado y le informan a él, como pudo haber querido decirme Ester, debía empezar por ahí.
-hola Guillermina.
-¿cómo sabe mi nombre?, no recuerdo habérselo dicho.
-él me lo dijo, no quiere que le diga de él, vino a verme anoche, sabe que quiere investigarlo, la descubrió, el va a intentar sacársela del medio, no se cómo, pero temo lo peor.
Ella sonaba triste, y distante, casi al borde de la monotonía, como cansada.
-él vino a verla, vino con las enfermeras por la noche, me inyectaron sedantes, pero intenté resistir sin dormirme, quería hablar contigo, sabía que vendrías, él dijo que lo harías, tal vez eres mi última oportunidad, no lo se, pero hay algo que debes tener en cuenta, las apariencias engañan.
Se estaba quedando dormida, empezaba a balbucear, le entendí lo último a medias, ¿a qué se refería?, tal vez el loco, parecería el más inofensivo, debía averiguar más, pero por ahora esto ayudaba un poco. Esto era una declaración de guerra, estaba asustada, pero le ganaría, no se salvaría, esta vez mamá, no dejaré que te lleven...
Me cole en los archivos del hospital, no fue muy difícil, los tienen poco vigilados, solo decir que quería el archivo de mi paciente y me dejaron entrar, allí saque el de mi paciente, y dentro oculte el de la señora Beewer, que era bastante gordo.
Llegue a mi habitación, ya de noche y me dispuse a leer el documento, la cena no estuvo rica, sobre todo por lo feo de mi bebida, ese jugo sabía horrible, dejando de lado mi cena, empece a leer el documento, era muy gordo, pronto descubrí que allí no solo estaba el caso de la señora Beewer, sino también información de sus parientes cercanos, eso me sorprendió, no tendría que estar, tal vez es que pasó algo relacionado con ellos, entonces lo encontré, su hermano, el señor william Welton, él estuvo internado un tiempo en un psiquiátrico, aparentemente sufría de trastornos en los sueños, también descubrí que su vecino, el señor Jonathan Halton trabaja como un especialista en enfermedades mentales para la institución Leewton (manicomio), en Salford, era de donde venía John...