¡Hola usuarios de taringa! Acabo de crear un perfil en la pagina para subir mi primer post y creepypasta creado por mi en la red. Obviamente no espero nada de fama por esto, pero me gusta pasar el tiempo escribiendo historias. Ojala les guste comenten su opinion.. ¡Me sirve mucho!
Edicion 29/29/14
Proximamente: Durmiendo con Dios: El comienzo. (Fecha esperada 13/10/14)

Mi nombre es Mariano Heredia, tengo 17 años y vivo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Quiero contarles mi historia, una que aun hasta el día de hoy me perturba por las noches. Todo comenzó el 23 de abril a las 11:30 PM, cuando con mi mejor amigo Alejandro empezamos a conocer nuevos creepypastas. Una tarde encontramos uno por internet sobre la soledad y como se siente en realidad. A mi no me interesó en lo absoluto, ya que parecia un texto informativo, aunque se debía hacer un tipo ritual o prueba y no narraba ninguna especie de cuento sobrenatural. El siguió leyendo entusiasmado y se hizo la hora de dormir, así que decidí llamar a mi madre e ir hasta mi casa a acostarme. Mientras le mandaba un mensaje de texto a mi novia Leslie, en mi habitación comienza a sonar el teléfono de linea y atiendo normalmente. Mi amigo con una voz muy perturbante me dijo que realmente la prueba fue un éxito, yo obviamente creyendo que me engañaba preferí colgar y me fui a la cama. Nuevamente sonó el teléfono, con mi cara de fastidio pregunte quien llamaba a esa hora. Y una voz muy gruesa me respondió erizándome la piel, apenas pudiendo oírla me pregunto porque Alejandro no salía del baño. Sin saber que decir me quede congelado entre las sabanas, alguien empezaba a llamarme al mismo tiempo sin dudarlo active inmediatamente la llamada en espera. Alejandro con voz desesperada me pidió que no colgara y lo escuchara atentamente, me explico que lo único que podía salvarlo era con mi ayuda. Al oír sus lagrimas desesperadas detrás del teléfono decidí creerle, Sin colgar me dirigí hacia el baño como me lo pidió. Velozmente dijo que apagara las luces y encendiera tres velas o las que sean necesarias para conseguir una luz tenue, escribiera una carta para un tal "Sammael" pidiendo su presencia y compañía porque me sentía solo en la vida. Sin saber de quien era ese nombre la metí dentro de un sobre y me pidió que mirara fijamente al espejo por dos minutos enteros. Los primeros segundos fueron los mas atemorizantes, trataba de tan solo imaginar que todo era una simple broma que me habia jugado. Hasta que el comienzó a llorar, fuertemente se escuchaba el picaporte tras la llamada intentando abrirse violentamente, Alejandro gritó que abandone la llamada y me concentre en mi reflejo una vez mas. Mientras pasaban los segundos el teléfono alertó poca batería y el fuego de las velas empezaban a extinguirse poco a poco dejando solo una, entre el silencio una llamada de mi amigo hace que me asuste. Al atender se escuchaban sus gritos aterradores rogándome que quemara la carta. Inmediatamente apoye el sobre por encima del fuego dejando que se incendiara por completo dejando solo cenizas, luego todo quedo en completo silencio por unos cuantos segundos. Pregunte si me escuchaba, pero nadie me contestaba. Luego un extraño sonido de la estática comienza a oírse desde el otro altavoz con la misma voz gruesa de antes, muy asustado, no podía distinguir lo que quería decirme. Seguí intentando descifrar lo que oía entre tantas frases que parecían en un idioma desconocido, hasta que pude percibir mi nombre muy difícilmente. Quede temblando entre la oscuridad, después un incomodo silencio provocaba sentir mi corazón apresurado como nunca antes. Alejandro empezó a gritar de una manera desesperante, como si algo lo lastimara de una manera fatal. Yo muy preocupado pedía explicaciones de lo que ocurría, el continuaba gritando intensamente hasta que mi teléfono se quedo sin batería y se apago automáticamente. Sin pensarlo ni un segundo prendí las luces del baño sin atreverme a mirar al espejo y me dirigí hacia mi habitación, conecte el teléfono para que se cargara y espere a poder prenderlo. Mientras deje pasar el tiempo, la iluminación de mi cuarto comenzó a chispear, me cubrí todo el cuerpo con las sabanas de mi cama intentando despertar creyendo que era un mal sueño. De pronto el sonido de la alarma y mi madre trayéndome el desayuno me permitieron abrir los ojos, al ver la ventana podía ver que había amanecido. Mi madre terminaba de desayunar en la mesa como todos los dias, mientras yo leía una revista junto con ella. Rápidamente se retira para su trabajo deseándome un buen día, me quede solo agradeciendo que nada había sucecedido, sonreia leyendo los chistes de la pagina 34 hasta que oi el ruido de la estatica, Con la piel erizada levante mi mirada hacia el living y observe un extraño ser sentado de piernas cruzadas arriba en mi sillón. Tenía unas garras bastante afiladas, sus alas podían cubrir todo su cuerpo y sus cuernos llegaban hasta el techo. Su cráneo parecía muy similar al de una cabra, aunque no tenia ojos por alguna razón sentía que me observaba fijamente. Temblaba y sin poder hablar mi visión se puso borrosa y caí al suelo. Desperté con dolor de cabezaen una camilla dentro de lo que se suponía ser hospital, me encontraba en una habitacion solitaria con las cortinas rasgadas y papel tapiz muy descuidada, sin ventanas y muy pequeña. Mi teléfono empezó a sonar sobre un mueble cerca de mi camilla, me esforce para alcanzarlo pero era muy difícil e intente usar las sabanas que me cubrían. Al poder recogerlo atendí y se escuchó la voz de Alejandro diciendo que lo lamentaba demasiado pero me quedare ahí para siempre. Confundido pedí explicaciones, pero eso solo logró que se lamentara aun mas, me dijo que anoche tenía mucho miedo y que yo fui el unico que tuvo en mente para transmitir la maldición. Dé repente se corta la llamada, al voltear veo al mismo ser sentado en una silla cercana de la misma forma que me miraba antes y corri hacia la puerta. Pero no se abría y la cerradura se rompio en mil pedazos, al parecer no podía abandonar la habitacion y mucho menos a el, la estatica empezaba a ser cada segundo mas intensa y una voz dentro de mi cerebro me perforaba en el mismo idioma extraño, decidí agarrar un bisturí y me corte las muñecas rapidamente. Comencé a desangrarme sin poder evitar pensar que era mi fin, en el piso mientras el ser me decía que solo quería ser mi amigo, cerré los ojos una vez más y desperté dentro de mi habitación. Observe el horario y note que había vuelto a la noche en que volvía de la casa de mi mejor amigo, a las 1:32 AM el teléfono comenzó a sonar pero yo no respondí tan solo lo apague dejando que la maldición se encargue de el. A la mañana siguiente una noticia contaba la extraña muerte de un joven llamado "Alejandro Lettieri" con el estomago destrozado dentro del baño de su casa, al ver la ropa que llevaba pude distinguir que efectivamente fue Alejandro. Sonriendo apague el televisor y me lave la cara sin preocupaciones, desde entonces mi mente no ha sido la misma, todas las noches tengo horribles pesadillas con esa criatura llamada Sammael. Tengo mucho sueño pero no quiero dormir, todavía escucho los sonidos de la estática por los pasillos de mi casa, solo yo puedo percibirla. Sammael, mi mejor amigo, mi angel, Atormentándome por toda la eternidad..
Edicion 29/29/14
Proximamente: Durmiendo con Dios: El comienzo. (Fecha esperada 13/10/14)