Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
En un partido de fútbol, es muy habitual que cuando se patea un tiro libre, un jugador corra hacia donde esta la pelota y pase de largo para que otro jugador patee después y trate de convertir un gol o pasársela a alguien para que cabecee. Digamos que es una especie de "señuelo" por así decirlo, para distraer al contrincante. Este señuelo ayudaba antes, pero ahora es muy habitual y poco influye en la jugada.
Recuerdo que hace mucho tiempo, un sábado a la mañana, en pleno desarrollo de mi infancia pude patear un tiro libre que no sabia que me iba a ayudar a entender ciertas cosas. Tenia unos 7 años mas o menos, y esos años, se trataban de épocas de experimentación en cuanto a prácticas de deportes o actividades extracurriculares, hobbies, y etc. Fue entonces que bajo influencia de mi familia, la primer actividad "social" que hice fue jugar al fútbol. Obvio que ni siquiera yo sabia si me gustaba o no, pero era divertido porque de todos mis compañeros, mas de la mitad también estaban en la misma situación que yo. Probé de jugar en todas las posiciones, pero había algo que no resultaba, no era bueno.
En fin, como dije anteriormente, un sábado a la mañana, ocurrió algo muy particular que me ayudó a reflexionar bastante. Quien tenia que patear el tiro libre, era un compañero, es decir que yo era el señuelo, pero el director técnico hizo una seña, y entendí que tenia que patear yo.Era mi oportunidad. Estaba muy feliz, porque nunca antes lo había hecho ya que no era bueno.
Terminé pateando el tiro libre,y la pelota terminó manchando la ropa de una mujer con ketchup(porque estaba comiendo algo) y hacer caer a un nene que estaba aprendiendo a caminar y al parecer eran sus primeros pasos.No sólo los jugadores del otro equipo se agarraron la cabeza, sino también mis compañeros y el director técnico.
Visto desde ahora, es gracioso, pero recuerdo la sensación que tenia a esa edad, a los 7 años. Estaba feliz porque iba a patear un tiro libre, y nunca había pateado uno, y además creí que podía patearlo. A los 7 años quería divertirme y no ganar. A los 7 años todavía no había aceptado que no todos tienen las mismas posibilidades y oportunidades, y que tenes que ser el mejor desde que naces. A los 7 años no sabía que era tan importante competir.
Tal vez nunca hubiera pateado un tiro libre, pero ese día lo hice, y con 7 años entendí y comprendí lo mismo que vas a pensar vos después de leer esto.