Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Quizás tu voz callada
sea el dolor en esta piedra de silencio,
declinado precipicio en cataratas lacrimales
fluyendo al abismo de húmedas pestañas.
En el grito mudo, perpetuas espinas se clavan
sobre el faro mustio de la razón que no comprende.
Quizás esta charca anegada de quejidos
enrede entre mis manos rajadas ochavas,
atraviese signos de pesadumbre en el alma
con filosas hileras de navajas inclementes.
Tal vez la indómita bestia desatada
ande galopando sobre mis entrañas
y salpique sangre de mis heridas que no cuajan.
En los tizones la carne es llaga inerte
penetrando hasta los huesos que arden en fogatas
crines de mis corceles briosos.
y en mitad de sombrías penumbras ciegas
trepanen sombras oscuras en mis femeras desgastadas