
PROLOGO: http://www.taringa.net/posts/arte/18228817/RAW-Prologo.html
-CLYDE:
Nadie escoge donde estar ni cuando estarlo, todo es una cadena de consecuencias, y cada una te moldea como arcilla hasta el ultimo de tus días, pero todo es siempre producto del azar. Mi vida había sido muy diferente a la de todos los de mas. A la edad de los cuatro años me compraron mi primer auto, aunque ni siquiera sabia conducir. Mi padre siempre proveía, al ser el dueño del banco Lockeye nunca carecimos de lo mas mínimo, pero siempre exageraba con los lujos y las comodidades, pero eso nunca pensé que me hubiera afectado. A la edad de los cinco me comprometieron con Karen Tool, hija de Herb Tool (dueño de la empresa de telecomunicaciones mas grande del mundo) En ese entonces era solo una mente inconsciente de lo que involucraba esto.
A partir de ese día nunca pude ver a otras niñas de la misma manera. Siempre fui reprendido por mis hermanos mayores (-Como odie a Bennet y Alice en esos días) y mis padres. Hasta ese momento todo lo que veía en la televisión o escuchaba en la radio era anormal para mi, eso me causo muchos problemas. Yo nunca pensé en el hecho de poder enamorarme de alguien o dejar a un lado este compromiso. Siempre escuche que el amor era solo una jugarreta del cerebro para disfrutar los riesgos, si tenia que enamorarme de alguien siempre quise que fuera un riesgo el cual valiera la pena afrontar. Pero todos estos años Karen había sido frustrante. Sin duda era hermosa, me encantaba su largo cabello color dorado y su rostro delgado y fino, pero su temperamento opacaba todas sus virtudes. Aunque no podía hacer nada, era la persona con la que pasaría el resto de mis días.
Aun recuerdo cuando tenia diez años, era tan ignorante. Pero mi madre y mi hermana se esforzaron para hacer que no fuera tan dura la situación. Organizaron una gran fiesta, el jardín fue decorado con hermosas luces doradas como estrellas creando un techo translucido de bajo del cielo nocturno, debajo estaban las mesas circulares de cristal sobre el verde césped, contrastaban hermosas con una tenue luz blanca que se convertía en amarilla desde el centro a las esquinas de las mismas. Desde mi balcón podía ver todo, en ese momento sabia que tenia el mejor patio trasero del mundo, y al fondo, una piscina gigantesca con puentes en todos los extremos, y en ella había Ángeles lumínicos de Asthes bailando y saltando por toda la superficie, pasando por debajo de los pequeños puentes y alrededor del kiosco del centro, decorándolo con resplandores de color rojo, verde, azul y amarillo. Los Ángeles lumínicos eran mis animales favoritos, eran pequeños peces regordetes con pequeñas alas en el extremo de la cola, que si bien no les servía para volar, lo hacia levantarse sobre la superficie del agua por varios segundos. Mi mama siempre me decía que traían buena suerte y que, por ser de Asthes eran una bendición de nuestro dios.
La gente comenzaba a llegar, cada uno era guiado hasta su mesa. Eran rostros que nunca había visto en mi vida, sentí un ligero temor e incluso vergüenza pero mi madre insistió en que saliera. Ese día vestía un pequeño traje color marrón, era sumamente incomodo, incluso rígido al caminar. Pasaba entre las mesas recibiendo sonrisas y halagos, ruborizándome y solo respondiéndolos con una inocente seña de la cabeza e intentando forzar una sonrisa con pena.
Mi mama me llevo hasta una larga mesa al lado de la alberca, donde estaba mi padre conversando con un hombre alto de cabello rubio, su cara ya mostraba los estragos de la edad.
-Siéntate aquí –Dijo mi madre al verme indeciso. Camino de tras de la silla casi al centro de la mesa y la aparto de ella.
Me note sorprendido al ver a una niña de mi edad a mi lado. Nunca entendí porque no la note desde un principio. Era tan bonita que me puse nervioso y las manos me comenzaron a sudar. Una larga melena de cabello ondulado recorría su espalda, ojos grandes y redondos hacia que resaltara mas el color miel de ellos, nariz redonda pero extrañamente respingona hacían que fuera tanto bella como enigmática. En ocasiones notaba que me veía pero solo me limitaba a verla con el rabillo del ojo de vez en cuando.
Mi padre hizo un gesto con la mano y mi madre asentó. Camino con rapidez hacia la casa y volvió enseguida con mis hermanos. Alice traía de la mano a Bennet mientras mi madre cargaba en brazos a Derek. Se sentaron al lado de mi padre, opuesto al mío. Dejándonos a esa niña y a mi en el centro de la mesa.
-Buenas noches! –Dijo mi padre en voz alta haciendo un silencio total entre cada palabra. –Y gracias por venir a ser testigos y participes de la unión de estas dos familias. –Vi como mi padre me hizo un gesto con la mano insinuando ponerme de pie. –Hoy sellaremos el compromiso de Clyde Lockeye con Karen Tool ante los ojos de los Klaus y ustedes. –Los aplausos se dejaron oír.
Todas las miradas empezaban a centrarse en mi, sentía ansiedad y ganas de salir corriendo. Escuche un sollozo a mi lado y no pude evitar voltear con indiscreción. La niña estaba llorando, pero se esforzaba en evitarlo, haciendo que extrañamente se notara mas. Su padre se acerco a ella y la tomo de su pequeña mano. Estaba tan distraído que apenas note que mi padre hizo lo mismo. Caminamos hacia una mesa pequeña ubicada en medio del jardín. Un hombre con anteojos, cabeza rapada y traje formal nos estaba esperando con un maletín de cuero negro, que abrió y giro en torno a el en cuanto nos acercamos.
-August Lockeye? –Dijo el hombre sin saber a ciencia cierta a quien dirigirse. Pero en seguida mi padre se acerco, haciéndolo mas fácil para el hombre que ya parecía estar un poco nervioso. –Firme aquí por favor. –Saco una gran hoja y una pluma de colmillo de ballena Lybea. Era transparente y hermosa.
Mi padre se inclino y firmo.
-Herb Tool –El hombre se veía mas confiado. –Firme aquí.
Una vez terminaron de firmar hizo la hoja a un lado y del maletín saco unas pequeñas laminas de cristal dejándolas sobre la mesa. Del mismo saco un par de guantes blancos de látex y pidió que nos acercáramos. Me puse nervioso y no pude avanzar, solo sentí un suave empujón de mi padre para acercarme a la mesa. El sujeto me tomo la mano derecha y sostuvo sutilmente mi dedo índice. Tomo un pequeño algodón con lo que creo era alcohol y lo froto sobre el. En ese momento sentí un pinchazo muy fuerte y doloroso, no pude evitar sacar una lagrima. Tan rápido como lo hizo tomo la lamina de cristal y la separo. Dejo caer una gota y la volvió a cerrar tan rápido como la abrió. Después tomo el papel y lo deslizo sobre la mesa. Vi mi nombre escrito en el bajo la firma de mi padre. El hombre apoyo mi dedo sobre el papel y se quedo plasmada mi huella en sangre justo sobre mi nombre. Cuando fue el turno de Karen pareció mucho mas rápido. No dejo salir una sola lagrima, pero se notaba en su cara inconformidad. Mi padre me alboroto el cabello con ternura y comenzó a aplaudir, después de el lo siguió la multitud.
-Esta hecho. –Dijo el sujeto –Exactamente en quince años, a partir de este día. El joven Clyde Lockeye y la señorita Karen Tool contraerán matrimonio. De no ser así se pagara una multa del 10% de los vienes totales de la familia causante del desacuerdo mas 20 años de prisión para el responsable de cualquiera de las dos partes. Esta acta esta certificada para un total de cuatro hijos. Cualquier hijo que se llegase a tener adicional al acuerdo se deberá de pagar catorce billones de illios si se desea conservar. –El hombre cambiaba la mirada de uno a otro en cada oración. –Que disfruten su noche. –Agrego.
No muchos tenían una oportunidad como la mía (para ser exactos el 80% de la población), aunque nunca la quise. Pero era mejor que morir solo. Siempre había cuestionado estos protocolos, pero eran necesarios. El mundo pasaba hambre y hace mas de trescientos años había mas hambre que comida para saciarla, hasta que los Klaus impusieron esta nueva ley. Tal vez sus métodos no eran los mejores pero lograron una gran estabilidad en el mundo. Siendo amigos íntimos de mi padre era una obligación seguir sus normas.