
Ford GT Heritage
Para conmemorar el 40 aniversario de la aparición del primer Ford GT40 y el centenario de la propia Ford, la empresa reeditó en 2003 este legendario mito. Sin duda el GT40 es un automóvil que ocupa incuestionablemente las primeras posiciones del ranking de los más deseados de la historia. Enzo Ferrari dio portazo a las aspiraciones de la todopoderosa Ford para hacerse con la empresa Italiana y así entrar por la puerta grande en el mercado europeo allá por el 63. Esto enfureció a Henry Ford II que decidió construir su propio coche para vencer a Ferrari en las 24 horas de Le Mans.
Creación del Ford GT40
El primer GT construido con este propósito, partió de la base del Lola GT, que desbancó a otras opciones iniciales como Lotus, porque principalmente ya había utilizado un motor Ford en Le Mans. El 16 de Marzo de 1963 se completaba la primera unidad con chasis GT-101. Después de las primeras pruebas fallidas, el 1964 aparecería el primer auténtico GT40. El proyecto se denominaría 40, porque el modelo resultante tenía la altura de 40 pulgadas (1016mm). Finalmente el nombre del proyecto quedaría ligado al del vehículo también.
Las dimensiones eran tan reducidas que algunos modelos iniciales cuentan con una “joroba” en el techo sobre la posición del conductor para permitir que este cupiera con casco.

A finales del 64 Shelby pasó a dirigir el desarrollo del coche de competición y John Wyer la construcción de 50 unidades de calle necesarias para su homologación.

Ford vería recompensado el esfuerzo al conseguir 4 victorias en Le Mans del 66 al 69. Ese año fue el último en el que participaron coincidiendo con el fin de la producción del modelo. En total se produjeron 107 unidades, de las cuales 31 fueron para particulares.
Ford GT40 P/1074, el coche más caro de RM Auctions
El concurso de elegancia Peeble Beach de California, ha visto en verano de 2012 cómo la casa de subastas RM Auctions alcanzaba un record en la subasta de un automóvil más que histórico. Este GT40 fue el primer vencedor con los colores legendarios de Gulf a las manos del belga Jacky Ickx y el Dick Thompson en Spa en mayo del 67 y aún con chasis mirage. Al año siguiente se cambiaría el chasis al P/1074 tras las modificaciones necesarias para ajustarse al cambio de reglamento para la competición ese año. En el 69 Ford retiraría al GT40 de la competición tras su cuarto triunfo consecutivo en Le Mans. Pero sólo un año después, ese el P/1074, volvería al mítico circuito de Sarthe para rodar la película “Las 24 horas de Le Mans” de Steve Mcqueen.


Para el rodaje se prescindió del techo del coche, que tras el mismo volvió a su sitio original. Este modelo además cuenta con el famoso motor Shelby V8 4.7 y una caja de cambios manual de 5 velocidades Después de ser restaurado y haber pasado por diferentes manos, alcanzó en Peeble Beach la cifra de 11 millones de dólares, superando el anterior record del Duesenberg Model J Long.Wheelbase Coupé de 1931 que salió por 10,34 millones en 2011.
Ford GT, heredero reconocido.
Nunca mejor dicho que las similitudes saltan a la vista. Hay que reconocer que Ford ha sido fiel a su primigenia obra de arte ¿o no? En realidad el Ford GT ha perdido el apellido 40, porque el hermano pequeño es más grande que su predecesor y llega a las 43 pulgadas de alto. En realidad excepto por su aspecto y distribución, estamos hablando de dos autos totalmente diferentes, aunque su relación fraternal con el mito del GT40 es obvia. En cualquier caso el resultado es igualmente espectacular, tanto en belleza como en mecánica.


El motor permanece en su sitio aunque obviamente la tecnología aplicada es radicalmente diferente. Así por ejemplo la mitad del motor de 5.4 Litros de estructura modular V8 es completamente de aluminio y el bastidor del chasis se basa en el uso eficiente de 35 extrusiones, siete piezas de fundición complejas, dos semisólidos de fundición y varios paneles de aluminio estampados.
Aunque la orientación de ambos ha sido desde el comienzo muy diferente dado que uno nació para la competición y el otro para ser disfrutado, ambos son dos grandes obras de ingeniería. Y puesto que el nuevo modelo viene a costar unas 100 veces menos que el GT40 P/1074, resulta una inmejorable opción para disfrutar de un supercoche con pedigrí de histórico en el que se puede cometer la osadía de pisar a fondo.
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