Durante la mañana del día de ayer, fuimos cordialmente invitados a conocer y probar el nuevo Renault Clio RS 200 EDC, el primer modelo que arriba a nuestro país del Clio IV, el que llega solamente en carrocería de 4 puertas, motor de 1.6 litros y turbo y una inédita caja de cambios automática de doble embrague y 6 velocidades.
Estéticamente podemos ver que se trata de un cambio muy grande frente a su generación anterior, donde destacan sus formas musculosas desde todos los ángulos, sus líneas que se reconocen rápidamente como un Renault, su rombo delantero de nueva factura, y sus 4 puertas, donde se esconden las manillas traseras buscando acercar el diseño al de un modelo de dos puertas.
Esto lógicamente beneficia a los pasajeros de los asientos traseros, ya que mejora el acceso en todo momento, además de entregarle mejor visibilidad y espacio interior. Sus dimensiones también crecen para hacerlo más cómodo en casi todas las dimensiones, y acomodando de mejor manera a 4 adultos. Su maletero es de buen tamaño y permite acoger la carga en desplazamientos urbanos y fuera de la ciudad.
Mecánicamente incorpora un nuevo motor turbo (recordemos que las anteriores generaciones siempre incluyeron un motor aspirado) de cuatro cilindros, 1.6 litros que entrega 200 hp y 240 nm de torque, el que se acopla por primera vez a una transmisión automática de doble embrague y 6 velocidades, con paddle shift detrás del volante, los que se mantienen fijos sin girar con el volante.
Permite disponer de una potencia interesante, que le permite acelerar desde 0 hasta 100 km/h en solo 6.7 segundos, mientras que alcanza los 230 km/h de velocidad máxima. Una de las cualidades de este motor son sus bajos consumos, con 11.6 km/l en ciudad y de hasta 18.5 km/l en carretera, siempre bajo las mediciones del 3CV. Esto representa una mejora de un 25% frente a su generación anterior.
Incluye muchas novedades en su equipamiento estándar, como llantas de 18 pulgadas, luces de conducción diurna LED, asientos firmados por Renault Sport, sistema de info entretenimiento R-Link, panel central con pantalla touch, sistema R-Sound que permite simular el sonido de otros modelos a través de sus parlantes al acelerar, entre otras interesantes características.
Otra de las novedades de este modelo es que permite seleccionar 3 modos de conducción, confort, sport y race. El primero como se intuye es el indicado para la circulación normal, con la agilidad y respuesta contundente que entrega su motor. Luego en el modo sport, se acortan los tiempos de paso de cambios, se acorta la respuesta del acelerador, se endurece la suspensión y el control de estabilidad de coloca en un modo más permisivo. En el modo race, la caja y el motor entregan su mayor potencia y velocidad, mientras que el control de estabilidad de desconecta por completo.
Pero lo más interesante sería llevarlo a la pista, donde pudimos probar en un par de vueltas, que efectivamente se trata de un modelo que no solo ha mejorado su equipamiento, tecnología y capacidades, sino que ha mantenido su gran efectividad en la pista, lugar de donde obtiene su laboratorio de pruebas, gracias a toda la experiencia de Renault Sport en la competición.
El modelo se comporta a gran altura al exigirlo, partiendo por la aceleración de su motor turbo, seguida por una caja de cambios ágil y dispuesta, en conjunto con su equipo de frenos y suspensión, que si bien no balancea casi nada, si permite copiar las irregularidades del terreno sin descomponer la trayectoria y sin afectar la comodidad de sus pasajeros.
El precio de este ejemplar es de CLP $16.990.000 (Dolares: 29.062)